Las hermanas que eliges

Las hermanas que eliges

He escuchado tu nota de voz y aún llorando he decidido escribirte este post.
Imagino que un poco por exhibicionismo y un mucho porque mereces que todo el mundo sepa cómo eres y que te quiero.

Siempre he sido el tipo de persona «idealista», con altos valores sobre conceptos como la amistad. Quizás porque el otro gran concepto afectivo que nos sostiene, que es la familia, en mi caso no lo fue tanto.
Para mí tener amigos, amigas, ha sido muchas veces una tabla de salvación. De la tristeza, de la desesperanza, de la frustración, de la depresión…
Por eso una de las cosas que más me afectan es la traición de esas personas a las que les confías tu intimidad, tus secretos, tus flaquezas, tus miserias incluso y que un día ves cómo las usan contra ti.

La gente confunde a veces ser una persona muy sociable con tener cientos de amigos, o creen que el hecho de que hables abiertamente de tus emociones, sentimientos y vivencias te hace no ser una persona confiable para guardar los secretos de los demás… o los tuyos propios. Como si toda tu vida fuera siempre un escaparate, algo frívolo y poco profundo. Cuando lo cierto es que precisamente por eso, precisamente por ser tan visible, necesitamos tanto tener refugios, lugares protegidos de las siempre presentes opiniones y juicios de quienes creen conocerte.
La gente cree que la actitud  que has decidido adoptar ante la vida es tu actitud cada minuto del día o que es innata y no te cuesta, a menudo, un esfuerzo enorme. Como si decidir ser valiente no fuera difícil, como si la seguridad que llevas años trabajándote no fuera en realidad un fuerte  vulnerable recibiendo ataques constantes, como si no tuvieras que estar continuamente revisando  y reforzando tus puntos débiles. Yo tengo claro cuáles son los míos. Y sé muy bien qué cosas me refuerzan y cuáles me debilitan.

Tú eres una de esas inyecciones para mi.

Mis amigas han sido siempre mi anclaje para no perderme, mi toma de tierra para no olvidarme de quién soy ni de dónde vengo, mi sofá con manta en un día triste y lluvioso, mi diario íntimo, el espejo en el que a veces te da vergüenza mirarte.
Hay muchas definiciones de amistad y seguro que todas son ciertas. Yo en estos últimos años he comprendido  aún mejor qué  es  tener una amiga que eliges como una hermana. Aquella que te quiere independientemente de dónde estés, de qué hagas o con quien. Alguien que nunca va a atribuirte malos motivos, que ante la duda siempre pensará lo mejor de ti. Alguien a quien puedes confesarle tus propias incongruencias y sabrá cuándo decirte la palabra justa y, sobre todo, sabrá cuándo callar.
El amor de verdad es incondicional, dicen. Yo siempre estuve en contra de esa frase porque no entiendo el amor sin respeto, y para mí esa era una condición innegociable. Mis amigas de verdad saben que, a veces, hasta eso se negocia. No está ni bien ni mal. Es lo que somos, como somos, como decidimos vivir.
A veces escogemos ser felices a tener razón, escogemos perdonar lo imperdonable porque pueden más nuestras ganas de  confiar en el otro que nuestro propio orgullo. A veces, lo cierto, es que hacemos sólo lo que podemos hacer.

  • Mis amigas de verdad no son perfectas, ni lo pretenden. No necesitan sermonearme cuando les cuento que  he vuelto a tropezar en la misma piedra. Pero siempre me ayudan a levantarme.
  • Mis amigas de verdad sólo preguntan: ¿ahora toca odiar o querer? Y odian y quieren conmigo.
  • Mis amigas de verdad no tienen que justificarme sus palabras porque nunca me hablan desde la superioridad de sentirse mejores ni moral ni intelectual ni social ni económica ni profesionalmente.
  • Mis amigas de verdad saben quién soy.
  • Mis amigas de verdad saben que siempre, a pesar de todo y de todos, a pesar incluso de nosotras mismas, siempre estoy.

 

Ojalá yo sea el mismo tipo de amiga para ellas, para ti.
Gracias por ser una de mis personas.
Gracias por regalarme ser un poco parte de tu vida.
Gracias por reservarme mi hueco aunque pase el tiempo, la distancia, otras amistades y más  amores y desamores,
aunque pase la vida y la vida nos pase.

Gracias.

¿Quieres ser una buena asesora? Abandona el paternalismo

¿Quieres ser una buena asesora? Abandona el paternalismo

¿Sabéis que es lo más difícil de mi trabajo formando asesoras?

  • No es aguantar las críticas de quienes se atribuyen el derecho a decirme qué puedo no hacer profesionalmente.
  • No es hacerles comprender  a mis alumnas que «un papel» no las convierte en algo que no son, por muy firmado, sellado, homologado y certificado que sea.
  • No es  transmitirles la idea de que no basta sólo con tener «ilusión», que hace falta talento, trabajo y tesón.
  • No es el hecho de hacerles ver que mi trabajo no es darle todas las respuestas, sino animarlas a hacerse preguntas y a encontrar las respuestas con la información disponible.
  • No es el reto de animarlas a ser muy buenas profesionales sin necesidad de copiar. Acompañarlas en el proceso de identificar su valor único añadido a su trabajo.

Lo más difícil es explicarles que casi todo lo que rodea el trato a las mujeres es paternalista y que cuando hablamos de asesoría y/o acompañamiento a mujeres, sobre todo madres, el paternalismo se multiplica. Lo más difícil es eliminar el «vicio adquirido» de tratar a las madres como niñas, tontas, o ambas cosas a la vez. Lo más difícil es aprender a reconocer nuestro modo de ser paternalistas y evitarlo.

Es paternalista el lenguaje y es paternalista la actitud y el trato.

  • Leo anuncios de cursos y/o asesoras llamando «mamis» a sus clientes.
  • Oigo a asesoras usando al bebé o a la pareja para mandarle un mensaje  a la madre : «Hola bebé ¿qué le pasa a tu mamá que le duele la tetita?», y similares.
  • Escucho a asesoras anticipando limitaciones sólo por el hecho de ser madres inexpertas: » Le recomiendo la mochila porque es más fácil que el fular»
  • Observo cómo se responde a preguntas mal formuladas del tipo «¿Puedo hacer esto o lo otro?», como si la decisión de poder  o no hacer una cosa u otra dependiera de la asesora y no de la propia mujer.
  • Veo la necesidad de asesoras de reconocimiento público de su trabajo, cuando en realidad un trabajo de asesoramiento debe ser, por lo general, íntimo y privado.

Cuesta dejar el complejo de Mesías salvadora de maternidades y bebés, pero hasta que no lo consigas, hasta que no entiendas cuál es de verdad el motivo de tu trabajo y desde qué lugar lo haces, tu trabajo no será profesional. Será un eslabón más de la cadena paternalista que nos impide pensar, decidir y actuar como seres adultos y capaces. Estarás sencillamente ocupando tú el lugar que antes ocupaba otro  y que sólo corresponde a la propia mujer ocupar.

LAs mujeres, las madres, no somos un colectivo homogéneo compuesto de seres infantiles o incapaces. Quizás no tengamos experiencia propia en una situación determinada… aún…pero, querida asesora, tú tampoco tienes experiencia en ser esa persona a la que asesoras.
Así que no presupongas que tu forma de afrontar la situación es la adecuada. Sobre todo si partes de la premisa de que tu respuesta es LA RESPUESTA. No puedes ayudar a alguien con un respuesta prefabricada en tu mente antes de conocer a tu cliente y sus circunstancias.

Siempre recuerdo el momento en que mi trabajo de asesora hizo click. Una madre joven, con limitaciones físicas y dos bebés muy pequeños me enseñó lo que no aparece en los temarios de muchos cursos:

Antes de hablar, observa y escucha. Y después de observar y escuchar lo que te dicen, haz más preguntas.

Si antes de eso ya tienes una respuesta no eres una asesora. Quizás eres la wikipedia de tu sector, no lo dudo, pero eso vale para una APP, no para una asesora profesional.

DECÁLOGO DE LA BUENA ASESORA

  • Sé sincera contigo misma y con tus verdaderas motivaciones al trabajar. No se trabaja igual cuando se tienen claros los qués, los cómos y los por qués.

  • Deja tus prejuicios en casa. Nadie está libre de ellos, pero puedes aprender a que no te acompañen al trabajo.

  • No le presupongas a tu cliente limitaciones que no tienen. En realidad todos podemos  más de lo que nosotros mismos creemos que podemos, así que ¿cómo juzgar a quien no conoces si fallas incluso al juzgarte a ti misma?

  • No elimines posibilidades del abanico de  opciones sólo  porque creas que no son válidas para la persona que tienes delante por cualquier motivo ( cultural, económico, social, intelectual, etc)

  • Asegúrate de hacer muy bien tu trabajo: asesorar,  para que tu clienta haga el suyo: decidir

  • Extírpate tu necesidad de dar tu opinión. Tu trabajo es asesorar, tus opiniones  no importan.

  • Aprende a ser empoderante en tu trabajo. Las buenas asesoras no buscan liderar una secta de acólitas eternamente agradecidas.

  • Reconoce que cada caso en el que asesoras te va a enseñar algo, que aún no sabes todas las respuestas.

  • No olvides que todas las personas tienen el mismo derecho al respeto y la dignidad,

  • Tu meta es que tu clienta, tras tu trabajo, esté más cerca de su objetivo y  sienta que ella ha sido la protagonista del proceso.

Como digo siempre, cuando menos parezca que te han necesitado, mejor habrá sido tu trabajo. Cuanto menos necesites ser «el padre» en la vida de nadie, más cerca de ser protagonista de tu propia historia.

Si quieres más herramientas para aprender a hacer tu trabajo de forma profesional te recomiendo mi curso on line  El Arte de Asesorar

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Taller «No me cuentes cuentos» en SURCA- Villa de Moya

Taller «No me cuentes cuentos» en SURCA- Villa de Moya

Los días 18, 19 y 20 de noviembre  2016 se celebra en la Villa de Moya (Gran Canaria), SURCA , Foro interdisciplinar por la igualdad de las mujeres del ámbito rural de las Islas Canarias.


Como parte del programa del sábado presentaré en primicia mi nuevo taller «No me cuentes cuentos» enfocado al desarrollo personal de la mujer y prevención de la violencia de género.
Por tecer año consecutivo el Ayuntamiento de la Villa de Moya, concretamente la oficina del Servicio de  Prevención y Atención Integral a Mujeres y Menores Víctimas de Violencia de Género,  cuentan conmigo para su programa de actividades .

Al final del post tenéis la ficha de inscripción para participar de forma gratuita en los talleres.

SURCA 2016- VIlla de Moya

Este es el folleto en versión digital con todo el  programa de actividades:

surcafolleto_versiondigital

Os copio  toda la información del evento  de la web del Ayuntamiento de Moya:

«Destacados expertos juristas debatirán sobre la inserción sociolaboral y la discriminación que padecen las mujeres rurales, en el primer Foro interdisciplinar por la igualdad de las mujeres del ámbito rural de las Islas Canarias, SURCA Villa de Moya 2016, que se celebrará en el municipio norteño del 18 al 20 de noviembre. Un evento organizado por el Ayuntamiento de la Villa de Moya, que también incluye jornadas de ponencias y conferencias, mesas redondas, talleres vivenciales, sesiones de intercambio de experiencias y la Muestra Comercial y Artesanal de Mujeres Emprendedoras, con medio centenar de stands y un punto de encuentro en el que mujeres de todas las islas expondrán sus productos y proyectos empresariales ya en desarrollo o previstos de ejecutarse.

De esta forma, el municipio norteño mantiene su compromiso e implicación para lograr la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres de los territorios rurales, y continúa diseñando acciones para combatir la discriminación y dificultades que ellas padecen a la hora de acceder a un empleo o gestionar su propia economía y recursos, lo que a su vez les supone afrontar situaciones de dependencia y exclusión social. Como reflejan los datos del pasado mes de septiembre del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPES), que situaron el desempleo femenino en los municipios rurales de Gran Canaria en el 55%, con 9.979 mujeres sin trabajo cotizante, de las que el 45% tiene entre 25 y 44 años y el 49,3% más de 45 años. Asimismo, los datos de la Asociación Insular de Desarrollo Rural, cifran en el 82% las mujeres que colaboran en las labores agrícolas, si bien el 59% lo hacen sin cotizar y sólo el 9% es titular de los bienes comunes con sus maridos.

“Es una situación que las administraciones públicas debemos afrontar con urgencia y con acciones concretas, más allá de dedicar palabras de ánimo y apoyo a las mujeres”, expresó el alcalde de la Villa de Moya, Poli Suárez, en la presentación del programa de SURCA 2016. En este sentido, Suárez abogó por “ir de la mano de los expertos juristas y las propias mujeres, para ahondar así en las dificultades que padecen, conocer su realidad y adoptar las medidas más eficaces para resolver la inadmisible injusticia que todavía sufren en pleno siglo veintiuno”. Para esta misión, el alcalde moyense se refirió a la alegoría del nombre del evento “que no sólo hace referencia a los surcos tan presentes en nuestros paisajes y que las mujeres aran en la tierra para sembrar las semillas, sino que queremos atravesar, cruzar, romper y, en definitiva, surcar las barreras que generan desigualdad y que impiden la visibilidad y empoderamiento de las mujeres del ámbito rural”.

Por su parte, la consejera de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria, María Nebot, se refirió a las características específicas del entorno rural en Canarias y los condicionantes que suponen para las mujeres, tales como “la escasez o falta de infraestructuras, la dificultad de alternativas al transporte, el mayor control social y el fuerte peso aún de creencias discriminatorias, hace que cambiar y romper con las tradiciones y cuestionar los roles de género, se produzca de una manera más lenta”. Nebot también afirmó que “la economía a nivel macro o pequeña escala, no se entendería sin la aportación de las mujeres, una intervención vinculada a asumir la carga de los cuidados y los trabajos domésticos no remunerados, a los que en el medio rural se suma la implicación en las tareas agrícolas y ganaderas generando una triple discriminación”.

El presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Humberto Guadalupe, destacó la importancia de este tipo de iniciativas “para sensibilizar a los actores jurídicos, jueces y juezas, de la discriminación que padecen las mujeres al acceder a un empleo y que la estamos detectando también en los procesos judiciales”. Guadalupe considera también “muy relevantes y necesarios” los contenidos que se abordarán en SURCA 2016 “para divulgar los derechos de las mujeres y concienciarnos de esta realidad que se vive de manera especialmente acuciada en los territorios rurales, donde las mujeres se enfrentan a dificultades añadidas para acceder a la información sobre sus derechos”.

En este sentido, Humberto Guadalupe destacó el proyecto Educando en Justicia Igualitaria, diseñado por la Asociación de Juezas de España para luchar contra la violencia de género desde las escuelas, en conjunción con las familias, personal de educación y jóvenes entre 9 y 18 años. Una iniciativa pionera que se implantará en Lanzarote a partir del 28 de octubre, con 11 centros de enseñanza adscritos y más de mil alumnos, que abordarán las discriminaciones y violencias de género, así como los estereotipos sexistas instalados en la sociedad. “Un programa que acerca a los estudiantes el mundo judicial a través de visitas guiadas a las instalaciones y la preparación y escenificación de un juicio con perspectiva de género, que les aportará una experiencia enriquecedora que les dará la información más certera sobre el funcionamiento de los juzgados y el concepto de justicia”, concluyó el presidente.

En torno a esta problemática de las mujeres rurales girará el programa de SURCA Villa de Moya 2016, que tras la inauguración el viernes, comenzará con la ponencia marco sobre Ética y Eficacia en la Inserción Sociolaboral para Mujeres, a cargo de Raúl Henríq, graduado social y profesor de formación y orientación laboral. Acto seguido será el turno de José Antonio Baeza, licenciado en Filosofía y Derecho, quien departirá sobre Práctica y entrenamiento de la Inteligencia Emocional; Mónica Herreras, jueza de adscripción territorial de la Audiencia Provincial de Las Palmas, en la sección especializada en violencia de género, abordará el Contexto y potencialidades de mujeres que han sido víctimas de violencia de género; Gloria Poyatos, presidenta de la Asociación de Juezas de España y magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tratará en su ponencia Educando en Justicia Igualitaria; y completará la primera jornada la ponencia del presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Humberto Guadalupe, sobre Discriminación de la mujer en el acceso al empleo.

El sábado se retomará la sesión con la ponencia Comienza la Revolución Emocional y Social de la Mujer, a cargo de Raúl Henríq, profesor y experto en orientación laboral, además de promotor y coordinador de las Escuelas Potenciadoras de Mujeres y del Club de Empleo del Norte de Gran Canaria. Y posteriormente, las propias mujeres participantes en estas Escuelas, explicarán su experiencia y vivencias en la búsqueda de empleo. También se presentará la Federación de Asociaciones de Mujeres del Norte de Gran Canariay se llevarán a cabo los talleres «No me cuentes cuentos», a cargo de Nohemí Hervada, directora de Asesoras Continuum y divulgadora de temas de familia, mujer y desarrollo personal; Mil caras, impartido por la arteterapeuta Rosa Mesa; Teatro sensorial, a cargo de Smaranda Rutzui, licenciada en Teatrología; y Celebrando nuestra fuerza vital: soltando lo que nos impide tomar, por Esther Reyes, psicoterapeuta.

El domingo será el turno de la Muestra Comercial y Artesanal de Mujeres Emprendedoras, de 10 a 15 horas, con medio centenar de stands a lo largo de la calle principal del casco de la Villa de Moya de exposición y venta de productos elaborados por mujeres emprendedoras de Canarias. Paralelamente se llevarán a cabo presentaciones de estos productos en la Plaza Tomás Morales, en una jornada amenizada por actuaciones musicales.

Podéis descargar aquí la ficha de inscripción  y enviarla por correo a mujer@villademoya.es

¿Cómo es tu relación  con el dinero?

¿Cómo es tu relación con el dinero?

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MAsaccio

Comerás el pan con el sudor de tu frente “ 

Y desde entonces hasta hoy, hemos adoptado la creencia de que el sacrificio es la mejor forma de ganarse el sustento o, al menos, la moralmente de más valor a nuestros ojos.

El dinero fácil no es honrado

Esa es una frase que todos hemos oído y asumido como cierta, seguramente porque las creencias, aunque no sean propias ni fundamentadas, nos ayudan a pretender poner orden mental en el caos que es la vida y sus infinitas posibilidades.

Así, para la mayoría de los que vivimos por un sueldo casi siempre menor del que necesitamos y/o merecemos, la creencia de que si no vivimos mejor es porque somos muy buenas personas y no hemos caído en la trampa de vender nuestra honestidad por dinero, nos da la superioridad moral necesaria para compensar nuestro inferior valor ( en todas las acepciones de la palabra).
Porque en el fondo la idea detrás de todas estas creencias es una: el dinero es malo. Y a partir de ahí todas las relacionadas:

  • El dinero es el culpable de todo el mal del mundo
  • Debemos conformarnos con tener lo justo para vivir de una manera digna ( o sea, tirando hacia abajo)
  • Las cosas buenas de verdad no se hacen por dinero
  • La gente que cobra por su trabajo no es tan libre como quien no lo hace
  • El trabajo que de verdad es importante se hace por motivaciones altruistas
  • Las mujeres que cobran por un trabajo que no exige el nivel de sacrificio, o de pasar por el aro, que consideramos apropiado son unas estafadoras ( o unas putas)
  • Querer ganar más dinero y/o ganarlo con menos trabajo es ser ambiciosa y la ambición es mala.

En mi curso Emprende en Femenino dedicamos parte del tiempo de trabajo a lo que muchos llaman “sanar nuestra relación con el dinero”. Aunque esta expresión te choque ( a mí me pasó la primera vez que la oí), párate a analizar si en tu caso es necesario.

La mayoría de las personas, sobe todo las mujeres, y más si su trabajo está relacionado con sus propias habilidades y talentos, tenemos problemas en nuestra relación con el dinero, con el cobrar o con el pagar. Es muy interesante dedicar un tiempo a analizar nuestras creencias sobre el dinero. Os animo a hacerlo, seáis o no emprendedoras.

Yo hace años que me dedico al emprendimiento on line, es decir, que sudar, lo que se dice sudar, no sudo en el trabajo a no ser que esté en una terraza trabajando y haga mucho calor. Para muchas personas el hecho de que haya conseguido no sólo subsistir creando mi propio modelo de negocio, sino vivir bien o muy bien, es causa de suspicacias.

Igual  creen que porque ahora me ven cosechar de forma más o menos habitual no he sembrado ni regado, o igual se creen que como no me muevo en los círculos oficiales no tengo derecho a cobrar por mi trabajo.

Todas las personas que decidimos dar un salto, hacernos visibles y en cierta medida públicas, sabemos que nos exponemos al juicio y las críticas. Incluso a insultos, injurias y difamaciones. Una ya lo asume como parte del precio del éxito. Pero hay otro tipo de reacciones que, no siendo tan violentas en apariencia como la anteriores, pueden convertirse en un motivo de desánimo para las emprendedoras. Y contra ese tipo de comentarios y creencias también hay que vacunarse.

superioridad moralA algunas personas no les parecerá mal que trabajes y cobres por tu trabajo, por tus artículos o por tus libros, pero en el fondo creen que tus motivaciones no son tan honestas o sublimes como lo serían si vivieses de tu marido, de tus padres, de un trabajo “seguro” con un sueldo “digno” ( o no, pero decente), de las rentas familiares, de que te toque la lotería…
Daría igual que tu trabajo fuera más o menos anodino porque la elevación del espíritu y tu contribución al bienestar social ya te la buscarías tú en tu tiempo libre, haciendo voluntariado un ratito o muchos, escribiendo artículos fantásticos y aplaudidos en esas horas de trabajo robadas a tu empresa o a los contribuyentes. O en horas robadas a tu familia o a ti como persona.

Al final la idea de fondo es: si detrás de tu trabajo hay dinero, tu trabajo no es tan bueno como el de los que no lo necesitan. Y encontrarás a quien comente que cuando no necesitas el dinero eres libre, por ejemplo, para escribir y hacer una labor encomiable para el mundo. Que me pregunto yo si hay alguien en nuestra sociedad que no necesite el dinero…

Por supuesto que hay trabajos excelentes hechos por personas que no buscan el lucro. Que no es exactamente lo mismo que hacerlo por altruismo. Que ya he escrito otras veces que no sólo de dinero vive el hombre, por parafrasear otra cita bíblica.

Algunos no quieren dinero porque no lo necesitan o, mejor dicho, que no necesitan más porque ya lo tienen por otros medios, pero sí quieren el reconocimiento de su trabajo. Porque sino, de hecho, no lo firmarían. Es lo normal, lo sano y lo justo.Argumentar que lo uno es superior a lo otro es, como casi siempre que emitimos juicios sobre motivaciones ajenas, cuanto menos soberbio y un insulto a quienes vivimos de nuestro trabajo procurando hacerlo de la forma más libre y honesta posible.
En muchos casos es precisamente esa honestidad personal la que nos hizo dejar de prostituirnos en un trabajo que nos ahogaba o que iba en contra de nuestra conciencia personal o colectiva o de permanecer en relaciones que nos aportaban seguridad económica o status social, pero en las que nos sentíamos prisioneras o sencillamente infelices. Para muchas la honestidad fue empezar e necesitar el dinero porque habíamos dejado de depender del dinero de otros, con el pago que suele conllevar eso.

Libertad y honestidad

La libertad para cada uno es, evidentemente, diferente. Para algunos se mide en dinero, para otros en autonomía personal e independencia.  A mí lo que me hace independiente no es no necesitar dinero por mi trabajo, sino justo lo contrario:

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“Cobrar por mi trabajo me hace independiente de todo y de todos ( o casi) hasta el punto de no tener que comulgar con lo que no quiero o en lo que no creo.
La honestidad es algo que se tiene o no se tiene, independientemente de lo que se cobra y por qué.”

[Tweet «“Cobrar por mi trabajo me hace independiente de todo y de todos ( o casi) hasta el punto de no tener que comulgar con lo que no quiero o en lo que no creo. La honestidad es algo que se tiene o no se tiene, independientemente de lo que se cobra y por qué.” «]

Todos conocemos proyectos altruistas llevados a cabo por gente deshonesta y todos conocemos gente que se ha hecho un buen nombre y ha prosperado con una ética intachable.
Cuando alguien pretende elevar el nivel moral de un trabajo por el hecho de no buscar el lucro lo que hace es seguir engordando ese mito de que el dinero es la raíz del mal de la tierra. Y me temo que eso es echar balones fuera, porque el dinero en sí no es nada, no piensa, no planea, no ejecuta, no es responsable. Somos los humanos y el uso que hacemos del mismo los que estamos en tela de juicio.
Y eso con o sin dinero.

Hay quien se lucra con algo mucho más sucio que el dinero, con otros tipos de “moneda” que algunos miopes selectivos no quieren ver.
[Tweet «Hay quien se lucra con algo mucho más sucio que el dinero, con otros tipos de “moneda” que algunos miopes selectivos no quieren ver.»]

Es totalmente injusto arrojarnos a una sociedad edificada sobre una base económica capitalista pero luego argumentar que el ideal de sublimación humana es la libertad de no necesitar el dinero siendo éste la única moneda de cambio existente. Sobre todo a las mujeres, insisto.
Es hora ya de derribar ese gran muro que es nuestra insana, hipócrita y pacata relación con el dinero, nuestras creencias sobre el mismo, nuestra esquizofrenia de negar que lo necesitamos y a la vez estar dispuestos a perder la dignidad por él. Dejemos ya ese discurso manido y opresor de que es preferible estar en una situación de no necesitarlo para que nuestro trabajo sea digno de admiración.

¿Quién no necesita dinero?

Yo necesito dinero y tú también, todo el que lea este post. Yo no conozco en persona a nadie que sea totalmente autosuficiente sin dinero. Pero sí conozco muchas personas haciendo cosas increíbles por y para el mundo. Cambiando mentalidades obsoletas, contribuyendo al cambio de paradigma, influenciando la vida de muchas personas para que sean más libres y más felices.

Y ¿sabéis? cobran por ello. Y deseo que sigan haciéndolo, porque esa es la verdadera libertad. Deseo que esas personas buenas en lo suyo vivan de ello para que lleguen a más personas, en lugar de tener que dejarlo para irse a cualquier lugar a ganar lo que otros consideren que valen por hacer cosas para las que seguramente no están motivados y rezar para que ese trabajo monótono y sin sentido no les desanime y les queden ganas de hacer aquello para lo que tienen talento en sus días libres.
Ese modelo totalmente injusto, satánico y opresor yo no lo compro. No lo quiero. Me da igual que me lo envuelvan con papel de regalo de sororidad, de voluntariado, de humanismo, de sublimación o de lo que sea.

  • Soy feliz pagando a gente a la que le encargo un trabajo para el que son buenas y que les gusta.
  • Soy feliz pensando en que lo ganan de una forma más cómoda, justa, satisfactoria y rentable, mirando crecer a sus hijos, en vez de irse a trabajar 12 horas a un comercio por un sueldo mal pagado, subcontratando a otra mujer peor pagada a su vez, para cuidar de sus hijos.
  • No espero que me lo hagan mejor si no necesitan el dinero, porque ante todo, confío en que son buenas personas y darán lo mejor de sí.
  • Confío en su profesionalidad y sobre todo,
  • tengo una relación sanísima con el dinero.
  • Tanto que disfruto cuando lo empleo en cosas tan importantes para mí como la educación que quiero para mis hijos
  • o en cosas tan frívolas como invitar a una amiga e irnos a un hotel con Spa un fin de semana con mojitos y gambas.
  • He aprendido a disfrutar de la vida
  • y he aprendido a hacer de mi pasión mi trabajo.
  • Doy lo mejor de mi cuando lo hago y cobro muy bien por él porque sé que lo valgo.
  • No porque mi ego esté desbordado, sino porque aquéllas que me pagan, al final me dan las gracias. Cosa que no hicieron nunca muchas de las personas a las que atendía de forma altruista.
  • Sigo escribiendo y publicando la mayoría de lo que escribo en abierto y eso no me hace recibir más aplausos de quienes creen que “si no se cobra es mejor”, de quienes creen que como “vendo” servicios y productos” mi trabajo es mercantilista o de poco valor.
  • Yo, cobrando por mi trabajo, he puesto a prueba mi valía.

 

Porque como ya escribí en otro post, al final no hay mejor examen que el de los clientes.

Hay quien trabaja gratis porque nadie pagaría por lo que ofrecen.

Quienes vendemos de forma “directa” lo tenemos claro, no tanto las que creen que están ajenas a este sistema cuando la verdad es que son parte de la peor parte de él, lo sepan o no.

Si quieres un curso con herramientas prácticas para empezar a cambiar actitudes a la hora de plantearte emprender, te ofrezco mi Programa para Mujeres emprendedoras: Emprende en Femenino 

emprende en femenino.- nohemi hervada

Las brujas de hoy

Las brujas de hoy

brujaTengo perfil de bruja.
Sí. De la bruja mala de los cuentos. Tengo una cara angulosa, una nariz larga y puntiaguda y encima tengo dos verrugas en la cara. 
Durante años nunca me hacía fotos de perfil. Bueno, la verdad es que nunca me gustó hacerme fotos, pero las pocas que admitía, siempre eran de frente.
Esta mañana, mientras desayunaba en la cama con mis hijos, me pregunta el mayor que por qué todas las brujas tienen verrugas.
Y aproveché para contarle qué eran las brujas y por qué la literatura ha mantenido ese estereotipo negativo de la mujer.

Les he explicado que antes llamaban brujas a aquellas mujeres que sabían leer, que sabían utlizar plantas como remedios, a las que ejercían de parteras o chamanas. O sencillamente a las que decidían vivir libres sin casarse, a las que cuestionaban la autoridad (patriarcal, por supuesto) establecida. Las que tenían religión propia, las que adoraban dioses, catalogados como falsos, pero que eran mucho más reales que los «oficiales». ¿Acaso no es más dios para el ser humano el Sol, la Tierra o la Lluvia que la estatua de madera de un moribundo o de un cuerpo sentado inerte viendo la vida pasar?

Brujas temidas, odiadas y perseguidas por pensar, por tener cirterio propio y por no someterse al poder violento y abusivo. Brujas envidiadas por quienes deseando esa libertad física y de pensamiento no se atrevían a dar el paso y salirse de los sistemas establecidos. Brujas perseguidas y quemadas o apedreadas o marcadas y avergonzadas.

Ostracismo, castigo, prisión, muerte… Esas han sido las armas de una sociedad que intentaba erradicar las muestras de inteligencia  e independencia.

  • Quizás las brujas fueron las primeras conscientes de lo que es la inteligencia emocional.
  • Quizás ellas sabían que el conocimiento intelectual acumulado en las bibliotecas de quienes tenían el poder (político o religioso) no servía para mucho.
  • Quizás eran ellas las que de verdad sabían los secretos de la vida y la muerte, de lo que es realmente importante.
  • Quizás ellas mientras morían quemadas en hogueras y gritaban maldiciendo a sus verdugos en el fondo sabían que eran más libres con su muerte que toda esa masa borrega que observaba y disfrutaba con el espectáculo de ver cómo se extinguía la única posibilidad de libertad real que habrían conocido en su vida.

Hoy las brujas no sólo son aquéllas que profesan una religión oculta.  Las brujas de hoy no necesitan vestir de negro, tener verrugas en la cara o en el cuerpo, señal de su relación con el demonio. Las brujas de hoy sabemos que da igual tener un perfil aguileño o una cara angelical porque lo que nos define es nuestro poder.

  • Hoy no necesitamos hacer conjuros alrededor de un caldero.
  • Hoy conjuramos con las palabras. Escribiendo en lugares como este, agitando desde las redes, en nuestros círculos de mujeres.
  • Hoy seguimos sin callarnos ante quienes creen que su género, su rol o su situación les  otroga un poder que no tienen sobre nosotras.
  • Hoy nos reímos de forma burlesca a veces ante la estupidez de aquellos que creen que saben más que nosotras sólo porque algún día, otro como ellos les dijo unas frases que estos aprendieron de memoria.
  • Hoy seguimos aguantando la mirada a quienes creen que pueden intimidarnos.
  • Hoy nos reímos de la soberbia estupidez de esos seres mediocres que por  pertenecer a la clase privilegiada creen que son superiories a nosotras.
  • Hoy provocamos, a veces para conseguir que otros despierten y a veces por el placer de demostrar que podemos, que no nos intimidan, que no les tenemos miedo.
  • Hoy sabemos que hay quien desearía quemarnos en la hoguera y reaccionamos quemándoles a ellos sus pobres argumentos.
  • Hoy somos más conscientes de nuestro poder y sabemos que eso despierta más la furia de los herederos de aquellos personajes oscuros que acababan con nosotras. Pero no podrán.Porque hoy somos muchas, porque hoy todas nuestras hijas serán brujas como nosotras, y nuestros hijos serán hombres que las admiren y respeten.
  • Hoy las brujas ya no envidiamos a las Blancanieves, ni a las Cenicientas, ni a las Bellas Durmientes.

Porque tener un cutis blanco, ser cándidamente perfecta y tener una belleza ideal no enmascara el hecho de que en realidad eres una ñoña que sólo es feliz sirviendo a los demás mientras es totalmente inconsciente de su propia ignorancia ante la vida o siendo explotada sin rebelarse  mientras espera que venga un hombre que ni siquera recuerda su cara, a rescatarla o viviendo en un bello  palacio una vida lujosa, totalmente  anestesiada en cuerpo y alma.
No, queridas princesitas de imagen perfecta, no os envidiamos, ni a vosotras, ni a vuestros príncipes machirulos. Porque las brujas de hoy, con las piedras que nuestros enemigos nos lanzan, construímos nuestros propios castillos.

Las brujas de hoy sabemos que el poder es nuestro y lo ejercemos. Cuando tenemos un problema no esperamos, pasivas, caballeros andantes que nos salven. Somos, de hecho nosotras, las que les salvamos, quizás no de morir quemados, pero sí de vivir una vida triste y mediocre, consumiéndose en el fuego de perseguir un ideal de felicidad que no existe .

[Tweet «las brujas de hoy, con las piedras que nuestros enemigos nos lanzan, construímos  castillos»]

Somos brujas, somos mujeres, somos diosas… y cuando el humo que queme todo lo demás  se extinga, nuestro fuego seguirá ardiendo.

empoderate

Tú a la cárcel, yo al cementerio… No, mejor al revés

Tú a la cárcel, yo al cementerio… No, mejor al revés

Hubo un tiempo en el que creía firmemente en la no violencia. A día de hoy, creo de verdad que es el camino.
El problema es cuando en un juego sólo cumples las reglas tú. Cuando la realidad  está montada de tal forma que tú siempre, hagas lo que hagas, eres quien pierdes.

Si habláramos de dinero, aún así compensaría un poco, al fin y al cabo, lo material va y viene. Pero si hablamos de la vida… resulta que jugamos a un juego que no elegimos, cuyas reglas  establece el contrario a su medida, que nos hacen partir en desventaja, jugar en desventaja y acabar, con casi seguridad, ya no es desventaja, sino con nuestra integridad no íntegra. Un juego que para demasiadas mujeres es mortal.

Y no, no es una película al estilo los Juegos del hambre. Esto es más bien «Los Juegos del Hombre».
Esta sociedad es altamente peligrosa para las mujeres. Cualquier pareja o ex pareja, psicópata  o pichacorta con el que hayas compartido (o no) algún momento en tu vida puede decidir asesinarte, acosarte y/ o amargarte la vida hasta tal punto que te suicides tú.

Leo a Barbijaputa en El Diario.es :

«Una chica italiana se suicidó ayer en su casa colgándose de una bufanda tras sufrir -durante meses- el acoso de todo su país. La chica se hizo famosa porque así lo decidió el chico que la grababa mientras ella le practicaba una felación en la intimidad, y su ex novio, quien subió el vídeo a Internet (según BBC ella se lo mandó a él, según la propia madre de la chica, era él quien la obligaba a grabarse con otros hombres, motivo que hizo que ella dejara a su pareja y volviera a su casa materna). También lo decidieron así los que lo viralizaron sin compasión en Internet. A los insultos que esta chica sufrió en la Red y en la calle, se sumaron futbolistas famosos como Paolo Cannavaro y hasta un grupo de música que se mofó de ella con una canción, además cadenas de TV que bromearon con las escenas. También se hicieron camisetas y memes con la historia. Tanto el vídeo como el nombre y la cara de la chica estaban en poco tiempo por todos sitios.

Antes de suicidarse lo intentó todo: dejó su trabajo, se cambió de ciudad, intentó cambiarse el apellido y se embarcó en una batalla legal para que webs como Yahoo, YouTube, Facebook y Google retiraran el vídeo. Una semana antes de suicidarse, le confirmaron que lo había conseguido, pero que debía pagarles a estas webs un total de 20.000 euros por «compensación» -así lo llaman-, ya que estas empresas consideraron que el vídeo se había hecho con su consentimiento, y daban así por sentado que si te dejas grabar estás de acuerdo con que pueda verte todo el país. El juez les dio la razón en cuanto a que la chica debía compensarles.»

Y a mí lo único que se me ocurre es comentar esto:

Y como ya comenté en  mi artículo «Nos violan lo justo», siento un ASCO inmenso y profundo.
Porque en este mundo de reglas masculinas, el sexo sigue siendo terreno masculino.

  • Si ellos tienen mucho sexo son machotes, nosotras unas guarras.
  • Si ellos se graban  practicando sexo, son muy modernos, nosotras unas guarras y  unas idiotas por confiar en ellos Porque claro, lo mas normal del mundo si te grabas con tu pareja es pensar en que es un desgraciado que va a subir ese video a youtube.
  • Si ellos hacen público un vídeo donde salimos nosotras practicando sexo, a nosotras nos cuesta la vida,  y no hablo metafóricamene, pero ellos lo petan por «molones».

Así que sí, con el tema de la violencia de género me bajo del carro del pacifismo, lo siento.

Si uno va a Boston y otro a California, es decir, uno al cementerio y otro a la cárcel,
tengo muy claro a donde quiero que vayan a verme mis hijos
y a donde los amigos y familias del machote a ponerle flores a él.

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No me cuentes cuentos

No me cuentes cuentos

Fotos de  ©MaicaLuis

«No me cuentes cuentos.
Cuéntame cantos de muchachas cantarinas
que contentas canturrean luciendo collares de mil cuentas.

.

Cuéntame historias de los libros que aún no escribes,
pero cantas en tu mente al encontrar descanso en tu cantera.
.
Libros con cantos dorados.
Libros que encantan hasta al más desencantado.

.

Cuéntame cosas,
cuéntame cifras,
cuéntame encuentros y sueños y anhelos.

.
Cuéntame tu vida entera, cuéntala contra viento y marea.
Pero una cosa te digo:
no me cuentes cuentos.»

.

Estos versos los escribí hace tiempo…
y con ellos os anuncio mi próximo taller-conferencia para mujeres.
En él  aúno el desarrollo personal con el desarrollo profesional, porque para mí van unidos.
Mientras tanto…
¡Cuidado  con los cuentos que te cuentan!
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Qué es ser una mujer valiente

Qué es ser una mujer valiente

Cuando me divorcié escuché muchas veces la frase: «¡Qué valiente eres!»
Me di cuenta entonces que para muchas personas el valor radicaba en ser capaz de tomar una decisión tan trascendental como esa. Con el tiempo cada vez más mujeres me contaban que envidiaban poder tomar esa decisión, pero que no se veían capaces de afrontar las consecuencias de «romper una familia» y seguir la vida solas, sobre todo con hijos de por medio. Para algunas, lo que yo hice les parecía heroico y sin embargo  para mí era incomprensible que tantas personas prefirieran seguir con vidas insatisfactorias, en relaciones «muertas», sólo por el miedo a lo desconocido que pudiera llegar si dieran el paso de cambiar su forma de vivir.

Este hecho me demostró lo que ya sabía: que los miedos son personales y las capacidades de enfrentarnos a ellos también. A mí me daba mucho más miedo imaginarme viviendo atrapada en una vida ficticia, viendo cómo degeneraba una relación que merecía recordarse como la mejor de mi vida, que todo lo desconocido que pudiera llegar por decidir acabar y recomenzar.

[Tweet «Los miedos son personales y las capacidades de enfrentarnos a ellos también.»]

La falsa seguridad

Es cierto que el ser humano encuentra seguridad en las rutinas. Que entre dos la vida es más fácil, sobre todo económicamente hablando. Que nos hipotecamos, literal y metafóricamente hablando, convirtiendo así la relación en un contrato con una claúsula de rescisión más abusiva que la del peor banco.

Entiendo que el miedo a hacer daño al otro, a los hijos, a la familia, al entorno, sobrevuela constantemente sobre nuestras cabezas recordándonos si merece la pena. Lo sé, lo he vivido.
Y lo cierto es que nadie tiene la respuesta a esa incógnita. Nadie, salvo uno mismo, sabe si merece la pena el salto, la ruptura, el caos de desmoronar tu vida para volverla a levantar desde cero, o desde menos cero en algunos casos.
Lo único claro es que vivir, o mejor dicho, dejar de vivir por miedo a las consecuencias no deseadas, también nos priva de la oportunidad de intentar ser feliz. Al menos más feliz de lo que viven dentro de un muro soñando en cómo sería vivir fuera de él.
No estoy animando con esto a que nos divorciemos en masa, cualquiera que ha pasado por un proceso así sabe que nunca es fácil, que hay mucho dolor, mucha tristeza, frustración, culpa, sensación de fracaso, de deslealtad, de vergüenza incluso.

Pero la alternativa es peor. Porque todas esas emociones al final no son «negativas» como nos enseñan, son parte de la vida.

  • Es sano sentir sensación de fracaso cuando has puesto tanto de tu parte en un proyecto que no culmina, Lo contrario sería un insulto a esa relación y a esos años compartidos.
  • Es normal sentir culpa por influir en la vida de otro(s) sin su consentimiento, lo contrario sería una irresponsabilidad o una falta total de empatía.
  • Es normal sentir tristeza al ver tristes a personas importantes de tu vida, lo contrario sería no haberles amado nunca.
  • Es normal plantearse y replantearse si merece la pena aguantar esa ola destructiva que está arrasando la vida de tu familia, lo contrario sería no tener madurez para afrontar las consecuencias de los actos propios.

Pero todo eso tan duro de vivir encuentra al final su razón de ser. Al final, después de enfadarnos, de llorar, de renegar, de odiar incluso, de los reproches y los desprecios, cuando todos aprendemos a recolocarlos en nuestros nuevos lugares, más desconocidos posiblemente, pero más ciertos… Al final nos encontramos de pie donde elegimos estar.
No siempre será como pensamos que sería, no habrá sido siempre fácil ni cómodo el camino. Quizás sufrimos más en el cambio que habiendo permanecido inmóviles. Seguramente habremos experimentado la Soledad en mayúsculas. Puede que aún duela mirar algunas de las secuelas de nuestra decisión en  nosotros o en los demás. Pero tras todo eso y a pesar de ello, toca reconocernos en la persona que somos de verdad.

Una dosis de realidad

libro La Maternidad Sin Tabúes, de Nohemí Hervada

Libro «La Maternidad Sin Tabúes», de Nohemí Hervada

Idealizamos el amor y los compromisos e idealizamos también librarnos de ellos. Vivir en carne propia todo este proceso puede ser la oportunidad de aprender a distinguir el amor de la necesidad  o del miedo a estar solas. Puede que tengamos que experimentar cuánta fuerza se necesita para no vender nuestra alma por un abrazo.
Puede que descubramos que hay muchas más mujeres valientes de las que creemos. Con luchas mucho más difíciles y mucho menos reconocidas. Heroicidades silenciosas y solitarias. Gestas aparentemente nimias que pasan desapercibidas entre tanta batalla cotidiana.
La vida me ha permitido conocer a este tipo de mujeres valientes de verdad. Las que se enfrentan a situaciones que no están cien por cien en su mano cambiar y a pesar de ello, luchan y no se rinden.

piedrasHace falta mucha fuerza cuando la vida te pone de  frente  un Goliat y tú aún estás intentando encontrar las piedras para tu honda. Hay que ser muy valiente para librar todas las batallas que libramos todas y además, luchar contra un enemigo oculto dentro de ti, esperando devorarte.

Hay que ser de verdad valiente para vencer al desánimo, al dolor e impedir que te consuma  la justa rabia de sufrir algo tan cruel como injusto.

Yo conozco a mujeres de este tipo y cada día me pregunto de dónde sacan su fuerza.
Imagino que, al final, como todas las personas valientes, sea cual sea la lucha a la que se enfrentan, vencen al miedo con la única arma posible.

Un arma que adopta diferentes formas según se va necesitando: coraje, esperanza, determinación, optimismo.
Distintas formas que el AMOR adopta para cumplir su objetivo: vencer.

#NoEstásSola
#NoEstamosSolas

 

PD: Dedicado a Elo y a todas las mujeres valientes que han luchado y siguen luchando contra el cáncer

No somos chochitos

No somos chochitos

«La Audiencia de Murcia ha confirmado la absolución de los delitos de abuso sexual y acoso sexual a un jefe de departamento de El Corte Inglés que fue denunciado por dos empleadas por llamar a algunas dependientas «chochitos» o «pilón» o dejarle a una de las querellantes una nota escrita en la que le decía: «Este año si es posible estás más guapa y más buena»El País.com

Recuerdo la primera vez que oí la palabra «chocho». Debía tener yo unos 6 o 7 años y vi a un hombre preguntarle a una mujer >
«¿Cómo estás chocho?» , mientras con el palo de la escoba que llevaba en la mano le tocaba entre las piernas, en su vulva.

Me sentí realmente violenta con esa escena y eso que a esas alturas de mi vida aún no entendía muy bien las connotaciones de esa acción. Pero ni la frase, ni el tono, ni la acción me parecieron normales. Ya en ese momento la reacción de la mujer me pareció de incomodidad a pesar de su pasividad.
Han pasado casi 40 años y lo único que hemos conseguido es que los «señores» con traje y corbata  añadan un diminutivo a la palabra, como suavizándola y que se corten de tocárnoslo ( algunos, claro, otros siguen creyendo que somos terreno  público, nosotras y nuestras vulvas).

Que un «señor» , si se me permite el sarcasmo, que tiene empleadas a su cargo, se crea con el derecho a dirigirse a estas, ya no cosificándolas, sino sexualizándolas en grado sumo, llamándolas por el nombre de su órgano genital ( bajo mi punto de vista, uno de los más vulgares además), es totalmente vergonzoso.
Que la empresa responsable de la política interna sólo le sancione  con 21 días de suspensión de empleo y sueldo, me parece cuanto menos inmoral, pero que un juez le absuelva, pues la verdad es que no encuentro calificativo que describa lo que siento.

Igual si quien hubiera recibido  ese tipo de comentarios hubiese sido una clienta, habría tenido algo más de repercusión por parte de la empresa, famosa por su servicio de atención al cliente. Al parecer no tanto por su servicio al empleado. Ya se sabe que quien paga, manda, y las empleadas deben estar al final de la escala de importancia de nuestro fantástico sistema neoliberal.

Estoy pensando qué pasaría si las mujeres empezáramos a llamar  «pollitas» a los hombres. Si empezáramos a calificarlos según el tamaño «aparente» de su paquete, bromeando con frases del tipo: « este año te abulta más el paquete si cabe». Pero teniendo en cuenta que la mayoría lo recibiría  como un piropo tendríamos que usar la psicología inversa, o sea, decir:
a ver si este año te crece un poquito la pollita, guapetón»
Pero claro, nunca sería igual. No es igual.

Porque la solución no pasa por igualar a la baja en catadura moral, sino en que, de una vez, este tipo de engendros disfrazados de personas, incluso de señores, entiendan que #NoSomosChochitos.

No somos chochitos, ni coñitos, ni culitos, ni tetitas, ni nada por el estilo.

[Tweet «No somos chochitos, ni coñitos, ni culitos, ni tetitas, ni nada por el estilo»]

De hecho, no somos nada que ellos crean que somos. Somos personas, con nombre propio, con dignidad y derecho a un respeto que les parece imposible demostrarnos.
No somos «bonita», ni «princesa», ni «reina», ni «cariño» ni nada que se le parezca.

el tamaño importaNo nos pongan diminutivos en sus etiquetas, ni en sus sustantivos, ni en sus adjetivos. Porque lejos de resultar en lo que normalmente pretendemos al usarlo  en algunos contextos, la connotación cariñosa, se convierte en más abuso, más acoso, más paternalismo y más machismo.
Ahora resulta que ni siquiera soy una persona, ni siquiera soy un cuerpo, ni siquiera soy un chocho… sólo llego a «chochito».
A ver si se trabajan ustedes los complejos sobre el tamaño señores y no olviden que puestos a medir tamaños, salen ustedes perdiendo.

 

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Nos violan lo justo

Nos violan lo justo

Si vas sola, porque vas sola
Si vas con una amiga, porque vais solas
Si te vas con un chico, porque te fuiste con él
Si no te vas con un chico, porque le provocaste
Si te quieren acompañar y dices no, porque preferiste irte sola ( vuelve al  punto 1)
Si aceptas que te acompañen, porque te vas con cualquiera
Si te acompaña un grupo de hombres, porque eres tan ingenua que te vas con cualquiera creyendo que el grupo te protegerá…
Si te quedas en casa, porque te quedas sola
Si sales de fiesta, porque vas donde te pueden encontrar
Si estás en una zona aislada, porque está aislada
Si estás en el centro de una ciudad… da igual.
Porque no importa lo que hagas ni lo que dejes de hacer.
Tú mujer, como yo, siempre serás la culpable de lo que te pase, de lo que te hagan, de cómo te lo hagan.
Da igual que digas NO, ¿Acaso no cree la inmensa mayoría que cuando decimos «No», no significa «no?
Da igual que intentes resistirte, siempre pueden decir que te gusta el sexo violento, o el sexo en grupo, o «jugar a las violaciones»
Da igual porque tú sabes, que si pasa ya has perdido, Ya te ha pasado casi lo peor que te podía pasar, pero no lo último.
Tú, como yo, sabes que que te violen es sólo el principio. Porque esa será la primera de muchas violaciones más
Tras violar tu cuerpo, tu autoestima, tu confianza, tu seguridad… ahora violarán el derecho a ser persona, a ser creída, a no ser humillada, a no ser juzgada cuando tú eres la víctima.
Vas a oir a un montón de gente preguntarte
  • «si de verdad fue una violación»
  • «si dijiste «No» clara y audiblemente»
  • «si lo dijiste varias veces»
  • «si gritaste»
  • «si te resististe lo suficiente»
  • «Si cerrabas las piernas»
  • «si luchaste»
Dentro de poco a alguna nos preguntarán si dimos las gracias al acabar…
Porque en el fondo de la mente de más gente de la que crees, si te ha pasado esto, si te violan, es por algo que tú has hecho o dejado de hacer.
Por eso saldrán impresentables preguntando «si ha habido la suficiente violencia y agresividad» para ser considerada una violación. Como si el mero hecho de no consentir no fuera suficiente. Esa gente que aún cree que una buena chica es la que prefiere morir a que «mancillen nuestro honor». Como si el honor lo tuviéramos en el coño .
  • Nos violan desde el momento en que nos miran como a un trozo de carne  con agujeros hechos para que depositen su mierda. Y no me refiero sólo a sus fluidos, sino a su odio, a su machismo, a su misoginia, a su asco por nosotras.
  • Nos violan desde el momento en que no nos ven como a personas, sino como a objetos que usar a su antojo. Y tirar después.
    Nos violan los que nos violan y sus amigos que jalean la hazaña como cantarían un gol de su equipo.
  • Nos violan los que creen que «una pasada de viaje» es follarse 5 a una tía. (Cuánto daño ha hecho el porno que haya hombres que crean que a la mayoría nos gusta que nos follen 5 desconocidos, por la fuerza en un portal)
  • Nos violan cuando su entorno en vez de escupirles a la cara y aborrecer de lo que han hecho, les defiende, les justifica o sencillamente se callan. Vuestro silencio nos viola.
  • Nos violan cada vez que cualquier desgraciado por el hecho de tener un micro o un medio donde alguien le lea o le escuche, se cree que sus preguntas culpabilizando a la víctima es periodismo. Me cago en vuestro periodismo de mierda.
  • Nos violan cada vez que bromeáis sobre nosotras, nuestros cuerpos y lo que haríais con ellos.
  • Nos violan cuando «tu amigo», «tu hermano», «tu padre» o «tu pareja» habla como lo hace de las mujeres.
  • Nos violas tú cuando les ríes las gracias, o cuando, como hace el entorno de los violadores, te callas.

Todas somos «violables». ¿Sabes por qué? Porque Pueden.

Porque les importa más depués lo que ponga un parte de lesiones sobre nuestras heridas en el cuerpo, que las que sangren de por vida en nuestra alma. Porque no entienden que hay cosas que ya no se curan nunca. Porque ¿cómo se cuantifica el miedo, la angustia, la inseguridad, el asco, la vergüenza, la indefensión, la incertidumbre, el dolor, una vida rota? ¿Cómo se miden las secuelas en la vida personal, emocional y psicológica de una mujer violada? ¿Cómo se resarce a una víctima de todo esto? ¿Con unos cuantos meses o años de prisión? ¿De verdad?

Cada vez siento más ASCO. Asco porque el machismo, lejos de retroceder, crecesesperanzada. Hoy sólo me sale autocompadecerme de mi y de ti.

Pobre de ti como seas una chica simpática, alegre, jovial, que sale, baila y lleva minifalda. Los abogados y la opinión pública te van a despedazar.

Pobre de ti si  eres «promiscua», si alguna vez has hecho sexting o algo parecido, porque usarán contra ti cualquier aspecto sexual  de tu vida que puedan airear.

Pobre de ti si eres guapa, porque pasas a ser un producto de consumo público. Y a ver quién les convence de lo contrario si toda nuestra vida hemos crecido con la publicidad machacándonos esa idea.

Y pobre de ti si eres fea porque nadie creerá que ningún tío quiso violarte y pensarán que en el fondo te hizo un favor.

Pobre de ti en cualquier caso… y pobre de mi. Porque nuestra fantástica sociedad del bienestar protege mejor nuestro dinero o los sistemas operativos de nuestros ordenadores que  a nosotras. Porque las  únicas soluciones que nos ofrecen  para protegernos es «tener habitaciones del pánico». Me pregunto si no querrán que nos emparedemos dentro.
Porque nos siguen arrojando a nosotras la carga de cuidarnos de los violentos, en vez de asumir su responsabilidad para garantizar nuestra libertad de ir y venir donde, cuando y con quien queramos. O completamente solas.
Tenemos derecho a no tener que cuidarnos. Cuidarnos…¿De qué? ¿De quién? ¿De todo ser humano varón del planeta? ¿De verdad que la solución es vivir con miedo perenne? ¿De verdad no saben gestionar esta crisis sin culpabilizar a la víctima? ¿De verdad?

libro la maternidad sin tabúes, de Nohemi Hervada

Mi nuevo libro. Cómpralo aquí

Asco porque me cuesta pensar sin odio
Asco porque empiezo a creer que al final la única solución a este feminicidio «no declarado pero vivo» es la violencia.
Asco porque me cuesta pensar en cómo contrarrestar esta mierda y criar a una hija libre y a un hijo no machista
Asco porque la inmensa mayoría o aplaude o calla. Porque pocos son los que levantan la voz para gritar con nosotras.
Asco de la falta de justicia.
Asco de la falta de valor y hombría de quienes necesitan violarnos para sentir algo con sus malditos penes.
Asco de sentir tanto asco

 

 

Aprende de Manuel Carrasco y haz sentir a tus clientes especiales

Aprende de Manuel Carrasco y haz sentir a tus clientes especiales

Un  buen emprendedor sabe  que una cosa es vender una vez a un cliente y otra fidelizarle para que siempre que necesite algún producto o servicio que tú tengas te lo compre a ti.

De hecho, las grandes empresas crean apóstoles de la marca, es decir, clientes que se identifican tanto con la marca que la asumen como propia y no sólo comprarán todos los productos que saque, sino que serán los mejores publicistas de la misma.
¿Quién no «acabó comprándose el MAC (o IPhone o Ipad)» por ese amigo fanático de Apple?

Un buen emprendedor sabe que una de las mejores formas de fidelizar no es sólo ofrecer un producto y/o servicio de calidad sino personalizar el trato al cliente.

A nadie le gusta sentirse un número más, así que cuando tratas a tu cliente de forma personalizada, le llamas por su nombre y adaptas tu oferta a lo que él necesita exactamente, le estás dando ese plus que hará que te escoja por encima del resto de ofertas similares del sector.
Hoy te pongo como ejemplo a imitar a un cantante: Manuel Carrasco. ¿Crees que no tiene mucho que ver?  Lee el post y lo verás.

Manuel Carrasco es un compositor y cantante que este año en su gira de conciertos ha conseguido emocionar a quienes acudían a verle y oirle, mucho más de lo que esperaban. ¿Cómo?

Haciéndoles sentir especiales al preparar una canción única para cada ciudad que acogía su concierto. No una canción cualquiera  en la que cambiar sólo el nombre, sino, en cada caso,  aludiendo a lugares, barrios, monumentos, personajes, costumbres, folklore, gastronomía y/o demás señas de identidad del lugar.

Que alguien que ya tenía vendido su producto ( las entradas del concierto) se tomara el tiempo de conocer cada lugar y preparar un «bonus» de ese tipo, personalizado para cada cliente (ciudad),  a pesar de que no le iba a reportar más ganancia económica, es un ejemplo perfecto  de cómo usar la inteligencia emocional en el trabajo.

Os pongo dos de los ejemplos que a mí más me tocan, uno por ser el lugar donde vivo, y el otro, porque habla de la ciudad donde crecí… con cuya canción rememoro  lugares y momentos de mi vida.


.

Manuel Carrasco igual no ganará directamente de esas composiciones, pero es seguro que ha ganado muchos más fans de los que tenía antes de empezar su gira. Eso es visión emprendedora inteligente. Eso es saber que los clientes, en realidad, más que productos y/o servicios compran experiencias.

¿Y tú?
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emprende en femenino.- nohemi hervada

 

Juegos Machirulímpicos

Juegos Machirulímpicos

En mi anterior post «Histéricas, gordas, feas o guapas, da igual» hablé sobre la forma de hablar sobre las mujeres e incluí algunos ejemplos de cómo se ha tratado a  las atletas de Rio 2016, por parte de los medios.
No debería extrañarnos porque el deporte es parte de nuestra cultura, y como tal, machista y misógina.  No es nada nuevo y no es particular del periodismo.
Pero claro, estar viviendo una competición del alcance de unos JJOO, donde la atención de una parte importante de la humanidad está puesta en los logros de los atletas (45% de los cuales son mujeres) hace que el caudal de noticias con un tratamiento cuanto menos desafortunado sea inagotable.

Os comparto más ejemplos, para que cuando alguien diga que es cosa de feminazis o histéricas exageradas, quede patente, que esa respuesta es parte del problema:

  • Este es el equipo femenino de Ciclismo en pista de Gran Bretaña ( persecución por equipos). Campeonas olímpicas: ¡Las 4!

Atletas de Gran Bretaña ganadoras del Oro
Y así es como el Daily Mail presenta la noticia en portada:
daily mail

Por supuesto no pueden evitar mencionar a los chicos aunque la noticia sean ellas.
Lo peor no es eso, aunque ya de por sí es para estar en nuestro ranking. Lo peor es que han recortado la foto original, donde aparecen las 4 campeonas, porque, según explicó luego el propio editor:

«Bueno, es obvio en realidad  ¿no?, la mayoría de nuestros lectores leen el periódico con su desayuno. No podemos poner a una mujer calva, con independencia de que sea un magnífico ejemplo de atletismo femenino  y ejemplo de logro,  en la portada de The Daily Mail, la gente está comiendo «.

De ese modo Joanna Rowsell Shand que tiene alopecia, que ha sido varias veces campeona del mundo y que ha ganado una medalla de oro y un MBE, ve como su nombre es relegado por el Daily Mail a la contraportada junto a su compañera de pelo rosa, Katie Archibald.
Al parecer los británicos pueden desayunarse viendo imágenes de bebés y niños muertos, pero no ver una mujer con alopecia. Son algo especiales en su delicadeza por lo que se ve.

.

  • El Jueves también se hace eco de este tipo de noticias, y como es habitual en ellos, proponen ir más allá a un  titular que  reza: «Michael Phelps comparte noche histórica con una afroamericana» (Así, con un par, ni nombre tiene la chica).

el jueves

Este tuit ya no está disponible, prueba de que algunos, a veces, tras los comentarios, recapacitan, aunque sólo sea para lavar su imagen. Podéis ver la prueba aquí.

  • El periodista español Pedro Morata de la Cadena Ser se ha cubierto de gloria no sólo por este tuit  que, errores ortográficos aparte, es la prueba evidente de su nivel periodístico al resumir así su entrevista a una campeona olímpica. Tuit que por cierto borró de su cuenta (él sabrá por qué).

pedro morata y mireia belmonte

Lo peor ha sido  su reacción cuando le increparon por él . Incapaz de disculparse e incapaz de comprender qué es lo que ha hecho mal en su «amable»  juicio del físico a una atleta ganadora de un oro olímpico. ¡¡¡Si es que somos unos exagerados y unos rebuscados!!!

Por supuesto disculparse no sabe, bloquear sí

 

Mireia Belmonte ha sido una de las protagonistas de esta machirulompiada, sin duda. Su historia ha dado para varios ejemplos de machirulismo deportivo.

  • EL periódico Marca está tan acostumbrado a usar a las mujeres sólo como escaparate o como «novias de futbolistas», que claro, ni sabe el apellido correcto de nuestra primera medallista de oro olímpica en Río 2016. Total, ¿qué más da no? ¿Belmonte, Del Monte? A mí me suena bastante parecido, al menos mejor que ser «la afroamericana con la que Phelps comparte noche histórica…»

marca

  • Público es más moderno. Critica por el físico también a los hombres

  • Leemos esto y no sabemos de qué va ni qué tiene que ver con el deporte…

paola pliego

Hasta que busco y me entero que esta chica es esgrimista y se ha quedado fuera del sorteo para ir a Río2016. Pero claro, lo importante es que nos perderemos su cuerpazo. ¡Buahhhh, qué pena, con lo sexy que es el mono ajustado de las esgrimistas!paola pliego

  • Elespañol.com considera que hablar de una campeona olímpica de halterofilia como Lydia Valentín no merece ir en la sección de Deportes (¿a quién se le ocurre?), sino en Corazón-Famosos (Como tiene que ser), y en este tono publica esto…

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  • Mireia Belmonte es prueba evidente también de que lo importante de una atleta es qué hombre tiene a su lado, delante o detrás que la ha hecho estar donde está. Lo importante es si hay un novio que la ayuda a mantenerse centrada, o un padre orgulloso de su niñita o un entrenador que es el que la ha convertido en estrella realmente. Todo menos alabar por encima de todo su mérito personal

  • Sport presenta la noticia destacando que el novio la felicita por ganar, y luego ya si eso, nos cuenta que Mireia ganó el oro. (Por cierto, de todos los «personajes» que la felicitan, los 2 que citan son hombres… ¿Casualidad?)

novio de mireia belmonte

 

  • Esta noticia, aunque va de un periodista que al parecer no considera personas a las mujeres, es positiva porque demuestra lo fácil que es dejar las cosas claras. Bravo  por  Andy Murray. OS copio parte del texto que podéis leer en el enlace de El Huffington Post:

Andy Murray

«El tenista escocés Andy Murray puso en su lugar al presentador inglés de la BBC John Inverdale cuando éste pareció olvidarse de que los logros de las mujeres en el tenis también cuentan. 

Durante una entrevista al tenista después de la victoria en individuales en los Juegos Olímpicos, Inverdale destacó que Murray era el primer tenista en ganar dos oros olímpicos.

Y Murray le recordó: “Venus y Serena han ganado unos cuatro cada una”.»

 

Podría seguir poniendo más ejemplos… pero tengo una vida, y a mí, a diferencia de a la mayoría de los periodistas que se cubren de gloria con estos titulares y artículos, no me pagan por esto.
Os dejo más artículos sobre el tema, por si os ha sabido a poco

Mañana, día 18 sobre las 11.45 hora canaria, estaré en La Alpispa hablando sobre este tema, por si te apetece escucharnos en directo

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Histéricas, feas, gordas o guapas, da igual.

Histéricas, feas, gordas o guapas, da igual.

«Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente»...
«Aldana hace mucho que coge con pendejas (menores), ¿ahora eso es abuso?. Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente así quiera coger con vos y vos no te la cojás».

Así se expresa Gustavo Cordera ante un grupo de estudiantes de periodismo

Me da igual que creyera que le amparaban las normas de la escuela de no poder publicar lo expresado en esa entrevista.

Me da igual que luego dijera que se trataba de un «psicodrama» para provocar.

Me pregunto cómo hemos permitido como sociedad un ambiente en el que alguien es capaz, ya no de pensar así, sino de expresarlo en público con total soberbia e impunidad.

Me pregunto cómo hay tanto tío cerdo, con pinta de baboso,  de los que apestan en todos los sentidos de la palabra, que ha llegado a creerse el maná del cielo en forma de hombre para las mujeres.

Me pregunto por qué están convencidos de que basta su intención de tener algo con nosotras  para que tenga que ser así, aún a pesar nuestro.

Me pregunto por qué les cuesta aceptar que las mujeres podamos decir «NO», y que no tengamos que dar motivos, ni justificaciones ni pedir perdón por ello.

Me pregunto cómo hay tanto «guapo» que cree que la misión de las mujeres con las que se cruza ha de ser adorarle.

Me pregunto dónde coño están el resto de hombres de su entorno que les han permitido seguir pensando de ese modo.

Y me pregunto sobre todo, por qué «pueden» hacerlo.

La respuesta es evidente. Cada vez es más notorio que no son sólo 4 locos descerebrados los que piensan así. Hay un caldo de cultivo no sólo machista, sino misógino que permite que proliferen estos especímenes, cual medusas en un mar caliente. No los ves, pero están ahí, esperando el mínimo roce para inocularte su veneno.

El tipejo este no es una excepción. Él sólo ha tenido la desgracia de que quienes le oyeron no se callaron e hicieron públicos sus escupitajos en forma de palabras.

Y ahora me saldrá algún colectivo de hombres llorando con lo de «no somos todos iguales». Y es cierto, no todos se atreven a hablar así, pero una gran mayoría lo escucha y no hace nada. Eso para mí es ser cómplice. No me creo yo que alguien que habla así de forma pública, que destila ese odio por las mujeres por los poros, nunca lo haya demostrado en su círculo íntimo, en su familia, con los que trabaja a diario.

El día que TODOS plantemos cara a este tipo, no solo de comentarios, sino de actitudes, el día que esta gente no tenga con quien hablar, ni con quien salir ni con quien trabajar, ese día, igual vuelvo a tener fe en la humanidad como conjunto.

Alexa MorenoY si no que se lo digan a Alexa Moreno. Una gimnasta mexicana participante en los Juegos Olímpicos que ha tenido que escuchar cómo miles de sus compatriotas la criticaban por su físico. Un físico que, por cierto, la ha llevado  a clasificarse como la  nº 12 del ranking mundial en salto femenino.

Pero Alexa es, como todas las mujeres, o demasiado de algo o demasiado poco. En este caso  Alexa Moreno es «demasiado mexicana», «demasiado morena» y «demasiado poco alta y delgada».

Al parecer no basta con ser una atleta de élite internacional, haberte clasificado para participar en los JJOO a pesar de que tu país no sea conocido por incentivar esa disciplina deportiva. No basta con compaginar la dureza de los entrenamientos de gimnasia con estudiar arquitectura.

No basta.
Porque es mujer, y como tal, criticable. Da igual que sea el «body shaming» el «mansplaining» o cualquier otra forma que sea tan generalizada que merezca etiquetarla.

Por eso da igual los méritos propios que siempre se buscará asociarlo a alguien que sí lo merezca, un hombre por supuesto

Cory Cogdel

El caso es que  las mujeres  somos todas o feas o gordas o flacas o peludas o demasiado atractivas o vamos solas o «sólo con otras mujeres» o provocamos o consentimos o buscamos o calentamos o nos negamos o nos negamos poco o lo decimos demasiado bajito o con poca fuerza o no peleamos o peleamos poco o nos quejamos o no nos quejamos o denunciamos o no denunciamos o nos tapamos o nos exhibimos o nos tapan o nos exhiben o somos sumisas o bordes o contestonas o mandonas o pusilánimes o machistas o feministas o calladas o protestonas o histéricas. O llevamos velo o bikini.
Las mujeres somos todas coto de caza… la única  diferencia es si  en cada ocasión el coto es público o privado

Y seguimos viendo cómo se hace apología del machismo, de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos. Disfrazado de cultura, de religión, de política, de humor…

misoginia para chavales

Y no salimos del asombro de ver cómo los verdugos lloriquean con todos los medios a su alcance para seguir ejerciendo su violencia a plena luz del día, a bombo y platillo… hasta cobrando por enseñar a ejercerla…  (#STOPAlvaroReyes )

Y mientras algunos comentan sobre la falta de libertad de una atleta que juega con hiyab, otras pensamos que no hay una sola mujer libre en este planeta.

[Tweet «Sea por ser fea o por ser guapa… todas estamos expuestas, todas somos objetivo.»]

bloguera violada y asesinada

Blogueros mansplainers que no saben ver un plagio

Blogueros mansplainers que no saben ver un plagio

Que te eliminen de los créditos de tu obra, cabrea
Que veas que otro firma tu obra, cabrea aún más
Que te plagien y modifiquen tu obra, te sulfura
Pero que haya impresentables, que pretenden decir que se dedican a escribir, que niegan un plagio evidente… os podéis imaginar cómo te deja el cuerpo.

O no, porque, en el fondo, todo este tipo de actitudes: robar, copiar, modificar una obra, firmar algo que no es tuyo, ningunear al autor deliberadamente, compartir una obra a sabiendas que es una adulteración de un original… o sencillamente enrocarse en «no querer ver lo evidente» sólo demuestra la catadura moral y profesional de algunas personas.

Una web que hace años era referencia en el mundo de la crianza, hoy convertida en mercenaria de las marcas que contratan publicidad, no sólo publica un refrito poco currado  incluyendo una carta viral plagiada, sino que,  al contactar con los responsables de contenido de la web, su respuesta es:

«por la presente le informo de que, al no encontrar relación directa entre los textos a bote pronto, su email ha sido enviado a nuestro departamento legal para estudio.» 

Aún estoy esperando la respuesta a mi «segundo requerimiento amistoso» en el que solicito «El cese de la vulneración de mis derechos de propiedad intelectual mediante la  reproducción/comunicación pública (derecho de explotación) de contenidos ajenos sin autorización, cese que conlleva la retirada inmediata de los contenidos mencionados»
Y mientras tanto observo entre atónita y estupefacta que el editor en cuestión niega la mayor diciendo que sólo hay parecidos razonables hablando de genéricos…

En mi anterior post Mansplaining y Manswriting ya detallaba las connotaciones de  este tipo de actuaciones y la impunidad vergonzosa y la soberbia de quienes se empeñan en seguir negando lo evidente.

Tengo claro que para debatir con algunas personas  de forma no abusiva, hay que hacerlo en un mínimo de condiciones de igualdad y dado que la comprensión lectora de algunas personas queda patente por su reacción ante la demanda lícita de cese de vulneración de mis derechos, he decidido publicar una «comparativa» de ambos textos a modo de juego de encontrar el parecido razonable.

He obviado las frases que pueden ser de contenido general y,  aún así, veréis que hay bastante contendido literalmente  igual. En el mundo irreal de los que no ven lo evidente, no sé qué explicación cósmica encontrarán a ese hecho.

Pero reitero que lo peor  ya no es el plagio de un texto en sí

  • Lo peor es alabar el hecho de que un hombre, pareja y padre, haya pasado años maltratando emocionalmente a su mujer, haciéndola sentir una mantenida y que, en 2 días, «vea la luz» y sea capaz de empatizar con lo que siente su mujer.
  • Lo peor es que nos hagan creer que una mujer intelectualmente inteligente actúe de ese modo con un patán de pareja.
  • Y lo peor es que haya tantísimas mujeres alabando esa «falsa carta» que no es más que machismo y misoginia encubierto. El mismo machismo y misoginia que lleva a quien publica contenido que no es suyo, a no reconocer la autoría  legal del mismo a quien la acredita y a, además, chulearse diciendo que «a mí me gusta más esta ( el plagio)» .

 

Juzguen ustedes mismos:

carta viral plagio

carta viral plagio 2

En  ESTE ENLACE podéis descargar la comparativa  en formato PDF para mejor lectura.

Me encantaría saber quién plagió en primera instancia mi texto, del que ya circulan versiones en inglés y catalán. Del texto en castellano hay una versión algo más diluída… pero sigue compartiéndose cientos de miles de veces, cada día.

  • Voy a imaginar, aludiendo a mi texto, que un día todos, y sobre todo TODAS, sabremos discernir a los verdaderos profesionales de los vulgares mercenarios recopilatorios.
  • Voy a imaginar que un día se respetarán los derechos de propiedad intelectual y dejaremos de encontrarnos personas que «voluntariosamente» eliminan la firma de las obras, para conseguir llenar, vete a saber  qué vacío de autoestima propia.
  • Voy a imaginar que un día este tipo de webs tan «posicionadas» en buscadores, será vista como lo que son en realidad: escaparates de las marcas de los productos que cualquiera en conciencia se negaría a promocionar.
  • Voy a imaginar que algún día la gente mediocre se dedicará a vivir su vida sin violentar los demás ni su trabajo
  • Y voy a imaginar que vamos a llegar  muy pronto a los 1000 ejemplares vendidos de mi libro La Maternidad sin Tabúes, porque si algo demuestra toda esta historia, es que escribo muy bien. Tanto, que mis palabras y mis ideas, lo reconozcan o no, aparecen publicadas en textos que firma gente que me detesta. Al final, eso debe escocer un pelín XD.

La maternidad sin tabues

PD: En este enlace podéis oír mi participación en La Alpispa de Canarias Radio hablando de este tema. Los primeros 20 minutos del programa

Mansplaining y manswriting

Mansplaining y manswriting

¿Sabéis lo que es el Mansplaining ?
Os lo explico así en facilito: significa que da igual lo lista que seas, o lo versada que estés en una materia, que cuando haya un hombre contigo, él te lo explicará. Significa  que, por ser mujer, digas lo que digas, no será tomado en serio hasta que lo valide un hombre. Significa que en igualdad de condiciones y talento, si lo dice un hombre tiene más peso.

Como hoy la mayoría de las interacciones se hacen a través de internet, el mansplaining se está convirtiendo en el  Manswriting, que es lo que algunas llamamos «el efecto picha», pero en su forma escrita.

Ya estamos tan acostumbradas a que los expertos en temas femeninos sean hombres que ni lo notamos.
Así, aprendemos a gestar, a parir a dar de mamar, a menstruar y a saber cómo practicar sexo, porque nos lo explican hombres muy listos, muy cultos, muy sabios y con mucha experiencia, al parecer, en úteros, tetas, clítoris y vulvas.
No digo que los hombres no puedan hablar y escribir de lo que quieran, pero resulta algo curioso ( por no decir «patético») observar cómo son considerados por las propias mujeres «expertos» en temas femeninos muchos más hombres que mujeres.

Imagen tomada de Yorokobu.es

Imagen tomada de Yorokobu.es

Por si fuera poco mirar nuestra librería y darnos cuenta de cuánta autoridad en temas femeninos otorgamos al género masculino, ahora resulta que si un texto femenino es bueno, dándole una vuelta y haciéndolo pasar por escrito por un hombre es la caña.
Y no hablo de algo hipotético, sino de un caso real. Hace unas semanas vi un texto en Facebook y me sorprendió que el resumen del mismo era unas frases que me sonaban mucho. ¡Y tanto que me sonaban! Eran copiadas, íntegramente, de mi post Las renuncias de las Madres.
Al principio creía que sólo habían copiado esas frases del final, pero mi asombro fue mayúsculo cuando al leer una supuesta carta que escribe un padre a la madre de sus hijos, reconozco gran parte de mi artículo.
«Alguien» cogió mi texto, le dio un cambio de enfoque, lo adornó con una historia de «hombre sensible»  y  lo publicó como escrito por él.  Por supuesto sin citar la fuente, ni el autor.
Y como no podía ser de otro modo, la carta de este hombre tan «conectado» con la esencia femenina,  se hizo viral.
Todas las mujeres que lo leían, suspiraban por un hombre así, que entendiera tan bien nuestras emociones… y lo compartían citando a todas sus amigas y a su pareja…
He visto el plagio de mi artículo publicado en varias páginas de las que tienen cientos de miles de lectores, en redes sociales se ha compartido cientos de miles de veces…
No sé si entendéis el cabreo que supone ver tu trabajo robado, copiado, modificado y atribuido a otrO. Pero lo peor es la indefensión de intentar defender tus derechos de Autor. Por asesoramiento legal específico denunciar directamente podría ser contraproducente para mí, porque un juez podría pensar que intento aprovecharme. Así, se recomienda intentar al menos en dos o tres ocasiones de forma amistosa llegar a un acuerdo, que, como mucho, será que retiren el contenido. No os voy a contar el periplo que supone contactar con estas webs, la pérdida de tiempo, de energía y de recursos. Es frustrante.

  • La mayoría de las páginas de Facebook no tienen el nombre de un administrador real a quien contactar ni una dirección de correo electrónico a la que enviar un aviso legal.
  • La mayoría de las webs tampoco. Como mucho un formulario de contacto.
  • La mayoría de las veces que consigues enviarles un correo o un mensaje no te responden.
  • Si lo hacen, como mucho retiran el contenido.
  • Sólo en una ocasión me escribió la coordinadora  de una de las webs que publicaron el plagio con una disculpa por correo, eso sí, calificó de  «descuido» que su redactora les diera material plagiado.
  • En esa ocasión no hubo disculpa pública ni artículo original subido a su web tras mi primer requerimiento, aunque tras responderle  y dejar claro que un plagio no es un descuido sino un delito me han solicitado el artículo original para subirlo a su web. Seguimos a la espera…
  • LA mayoría de las veces que en los perfiles de Facebook la gente en los comentarios indica que se está compartiendo un plagio y ponen el enlace al original, se ignoran esos comentarios. Por parte de la propia página y por parte del resto de los que lo leen.

Así que tal y como están las cosas,  sólo me queda eso que me dicen algunos «bienintencionados» de agradecer que mi obra sea leída y compartida.  O sea, más del tipo: «Trabaja por el amor universal». Que digo yo, que cómo voy a vender mis libros fuera de mis contactos cercanos, si cuando una obra mía es aplaudida por millones de personas, no saben que lo es…

No sé si empezar a escribir con seudónimo (masculino por supuesto) y dedicarme a lo mismo que hago pero siendo un tío… que eso vende mucho. Igual así me dan un puesto de «redactor» de alguna web de esas con miles de suscriptores, donde sólo por dirigirme a las mujeres, hablar de cosas de mujeres y contarles lo que ellas ya saben, todas me aplaudirán por lo guay y sensible que soy.  Porque en el fondo creo que tenemos tantas ganas de que los hombres nos entiendan, que cuando uno lo hace ( o lo finge), ya le hacemos la ola.

Ojalá espabilemos todas y al próximo «tío guay» que venga a explicarnos cómo ser mujer, cómo ser buena madre o cómo tener orgasmos… le mandemos a leer algún libro sobre próstatas.
Y la próxima vez que te guste un texto que lees en una de esas webs tan chulas que no sabes ni quién escribe… asegúrate de no estar contribuyendo al robo del trabajo de otra persona. Los autores, normalmente, somos tan soberbios que firmamos nuestro trabajo, y lo registramos 😉

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