Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

-Mencía vístete. Aquí tienes la ropa
-Eso no lo quiero
-Es que hace frío, tienes que ponerte un jersey
-Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

.

-Mencía ven a peinarte
-Me gusta el pelo así
-Pero es que llevas la trenza medio deshecha y tienes que peinarte bien
-Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

empoderamientoCuando tu hija te responde así, una parte de ti se siente frustrada, cuestionada y enfadada. Es normal.

Obediencia  vs Responsabilidad

Nos educan con la obediencia como meta. Si eres una niña buena y obediente todos te aplauden. Si no, eres una contestona maleducada que se llevará con suerte reprimendas públicas y, a veces, incluso algo peor.
En ese contexto de someternos a la voluntad de la autoridad competente, que al principio crees que son tus padres ( con cierto derecho moral, al fin y al cabo son tus padres), pero que luego te das cuenta que es casi cualquier adulto que te rodee, se nos va apagando esa identidad con la que nacemos de sabernos dueños de nosotros mismos.
A base de : «esto se hace como yo digo», o el «porque lo digo yo» de toda la vida, nos vamos olvidando de que en realidad esa frase casi siempre esconde más abuso que justicia, más violencia que dirección. Y sobre todo no se enseña la responsabilidad personal, esa que tanta falta hace en la vida.

Mi hija con 4 años, no es que esté empoderada, es que no se ha desempoderado aún. Y no es porque su madre sea perfecta y respete toda su lícita autonomía. No, yo soy de todo menos una madre modelo, pero  un día me di cuenta, cuando empecé a hablar de Empoderamiento,  que no se trata de volvernos algo que no somos, sino de volver a ser lo que un día fuimos.

Cuando mi hija me responde así delante de otras personas, sé lo que están pensando:  «Menuda madre», «no tiene autoridad sobre su hija».

Y es cierto: No tengo autoridad sobre mi hija.

No significa que no ejerza mi rol de madre y que mis hijos hagan sólo lo que ellos quieren, significa que les reconozco su propia autoridad.

Quiero que mi hija crezca sabiendo que nadie más que ella tiene autoridad sobre su cuerpo, sobre su forma de expresar su propia identidad.
¿Creemos que eso se consigue en una universidad?
¿Que es algo que se aprende a los 30?
¿De verdad no vemos lo importante que es tener intacta esa autoridad para evitar los abusos y  la violencia?.

Si yo hubiera crecido con la seguridad de ser dueña de mi cuerpo, seguramente mi vida habría sido distinta.

  • Seguro que el primer día que alguien me tocó mis genitales sin yo querer, siendo aún una niña, le habría gritado : Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido.
  • Y seguro que no habría habido más veces.
  • Seguro que a ese ginecólogo mal nacido  que con sólo 14 años sin explicarme qué, cómo ni por qué me introdujo sus asquerosos dedos en mi ano, sólo porque me dolía la regla, le habría gritado: Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido.
  • Seguro que a ese obstetra que tenía prisa por irse a casa y me dio una «ayudita» en forma de episiotomía que se cargó mi vagina, mi autoestima y mis relaciones de pareja le habría gritado sólo con ver lo que pensaba: Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

Pero no lo grité, porque yo no soy mi hija. Porque a mí me educaron «muy bien» y era una niña buena, obediente y responsable.

Así que, querida hija mía:

Es mi cuerpo, tú no mandas

  • Grítame esas palabras cuanto quieras, porque si me las grItas a mí, se las gritarás a cualquiera que ose creer que puede obligarte a hacer algo que no quieres.
  • Grítalas cuanto quieras de tal modo que no necesites gritarlas porque todo el mundo sepa que tú eres de las que no dejas que te hagan nada que tú no quieres.
  • Grítalo para que te oigan las demás y sepan que así es como hay que ir por la vida, siendo fiel a una misma y no obediente a un mundo que nos prepara como mártires pasivos mientras nos echa a los leones, a bregar con depredadores de todo tipo.
  • Grítalo todo lo que tu madre no gritó, por mi y por todas las mujeres a quienes nos enseñaron a agradar antes que a respetarnos.

Y tú que me lees, prueba a repetir esas palabras en voz alta, acostúmbrate a oírlas hasta que vivas de acuerdo con ellas

Es mi cuerpo, tú no mandas, yo decido

Si crees que necesitas un empujón para cambiar tu relación con la autoridad propia recuerda que mi Training  Empodérate puede ayudarte a cambiar el rumbo.

Cuánto crees que debería cobrar alguien que te salva la vida

Cuánto crees que debería cobrar alguien que te salva la vida

Primer día de paseo por el centro de Santiago de Chile y veo en una calle concurrida, peatonal, un camión de bomberos estacionado con un gran cartel que dice:

«¡Cuando menos lo esperas, las cosas sí pasan.
Ayúdanos a SALVARTE!»

HAZTE SOCIO
AYUDABOMBEROS.CL

Pregunto a mis amigas chilenas y me dicen que en su país los bomberos no cobran. Son todos voluntarios, que además tienen que pagar de su bolsillo una cuota para poder ejercer como tales. Por ese motivo, cada cierto tiempo, organizan campañas para recaudar fondos y conseguir socios que les ayuden a sufragar su trabajo.

Imaginad mi cara.
¿Que los bomberos no son funcionarios aquí?
¿Que no cobran?
¿Que encima tienen que pagar por su voluntariado?

Ayudabomberos.clNo salgo de mi asombro y me paro a hablar con  ellos y a preguntarles que cómo puede ser eso posible. Ellos, con toda la naturalidad  de asumir que eso es así y no hay más,  me explican su situación.

Yo estoy en un viaje  a 11000 kilómetros de casa, mitad vacaciones, mitad trabajo, llevo unos días en el país y ya me voy dando cuenta de la realidad con la que trabajan mis alumnas aquí («Acá» como dirían ellas).
Si en España que llevamos ya algunos años trabajando de forma profesional las Asesoras de Porteo y Asesoras Continuum  aún tenemos que explicar por qué cobramos por nuestro trabajo, aquí, que ni los bomberos cobran, ya me hago una idea de lo instaurado que está en algunas sociedades que los trabajos que tienen que ver con el cuidado, con el altruismo extremo, han de ser gratis.

Bueno no, gratis no, que recordemos que gratis no hay nada, han de ser financiados por la persona que presta el servicio.
O sea que no sólo estás disponible 24 horas al día, 365 días al año, no sólo das un servicio a quien lo necesita, no sólo, como en el caso de los bomberos, has de estar dispuesto incluso a arriesgar la vida por tu «cliente»… es que encima has de pagar por ello.
YA he escrito en varias ocasiones sobre el lado oscuro de creer que el voluntariado es moralmente superior al trabajo remunerado. Sobre el transfondo  de este tema hay una realidad que no todo el mundo quiere asomarse a ver porque es mucho más cómodo para la conciencia colectiva creer que el altruismo es siempre una expresión de generosidad y no

  • una forma de enmascarar desidia por parte de las administraciones de su responsabilidad de cuidar de sus ciudadanos, sobre todo de los mas desfavorecidos
  • un completo desajuste en la escala de valores de la propia sociedad que decide remunerar unas actividades y no otras a pesar de ser esenciales para la vida y bienestar
  • y en el peor de los casos una careta de bondad para el ego de aquellos que, regalando su trabajo, se aseguran el reconocimiento eterno de aquellos a quienes se lo ofrecen.

 

@EsmeraldaCBS

Lo cierto es que cuando una sociedad echa la carga de las labores que garantizan el bienestar en manos de sólo un porcentaje de la población que, bien sea por vocación, por responsabilidad social o por otros motivos, asumen  ese trabajo a costa de su propio bienestar personal, social y/o económico, cuando una sociedad instaura ese modelo, repito,  demuestra ser una sociedad injusta en su grado máximo.

No es justo que sea normal pagar a quien nos corta el pelo  o a quien nos corta el césped del jardín y creamos que las personas cuyo trabajo es arriesgar su vida para salvar la nuestra no merecen un reconocimiento y una remuneración.

El hecho de no profesionalizar ciertos servicios repercute, incluso, en la calidad del mismo.  Si no sólo no cobras por tu trabajo, sino que tienes que trabajar en otra cosa para cubrir tus propios gastos, ¿de dónde sacas  el tiempo y los recursos para formarte y actualizarte?  Y si lo sacas, ¿no es a costa de tu vida personal?, ¿es realmente ese un modelo sano y ejemplar?.
Cuando una administración paga un sueldo justo, a un bombero por ejemplo, se asegura no sólo de su disponibilidad cuando se necesita, sino de su formación y preparación constante.

En una ocasión escuché a alguien quejarse de que los bomberos tenían en sus instalaciones demasiadas comodidades, incluyendo piscina y gimnasio.  Que además libraban mucho y trabajaban poco.

  • Quizás esa persona no entiende que alguien que tiene que poder subir por una escalera varios pisos cargando su propio peso más unos 20-25 kilos de equipamiento debe estar en forma y que, por tanto, un gimnasio no es  una frivolidad sino parte de su entrenamiento diario.
  • Quizás esa persona no entiende que si los bomberos de su zona no «tienen trabajo» durante su turno significa que no hay una catástrofe, un incendio o un accidente al que acudir y eso es una buen noticia.  Y seguramente no entiende que cuando sí suena la alarma esos profesionales lo dan TODO. Y por «todo» queremos decir «todo».
  • Quizás esa persona no se ha parado a pensar  en cuánto valoraría su vida si tuviera que pagarla. Cuánto cree que debería cobrar alguien que anteponga su vida a la propia.
  • Quizás cree que su vida es más valiosa que la de aquél que la arriesga para salvarle y por eso puede exigir que lo haga gratis.

 

Lo malo no es que haya insensatos e ignorantes que piensen así. Lo malo es que lo piense toda una sociedad. Y no sólo con respecto al trabajo de los bomberos sino a cualquier trabajo que redunde en la seguridad y el bienestar de los demás. Si respetas un trabajo y el servicio que dan, respeta su derecho a vivir de él. A vivir BIEN de él.

A mí cuándo me dicen que por qué cobro por mi trabajo, les respondo siempre lo mismo:

Por respeto, porque soy una profesional.

Así que la próxima vez que pretendas algún servicio gratis pregúntate por qué, quién te da el derecho a exigir, por qué te molesta pagar por lo que recibes y a qué estás contribuyendo con tu demanda.

Y por supuesto si quieres colaborar con los Bomberos de Chile, aparte de asociarte y/o hacer alguna donación a su causa, quéjate de que no sea un servicio público. Las leyes las cambian los ciudadanos.

AyudaBomberos.Cl
@EsmeraldaCBS
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Emeibaby: Golden Sponsor y ejemplo de empresa con alma

Emeibaby: Golden Sponsor y ejemplo de empresa con alma

Cuando te mueve es en el mundo de los negocios entre mujeres te das cuenta lo difícil que  es, no sólo triunfar siendo madre sin renunciar a criar como quieres, sino conseguir tener el respeto de los demás haciendo las cosas bien.

Mi trabajo me ha permitido conocer  a ese tipo de mujeres, personas creativas, valientes y  accesibles. Mujeres que han levantado empresas y son un ejemplo por su forma de trabajar. Por supuesto también me ha hecho tropezarme con «los otros», pero de esos lo único que hago es sacudirme el polvo y continuar trabajando.
Hoy quiero hablaros de una marca, o mejor dicho, de la persona detrás de la marca. Porque se nos olvida que no todas las marcas son grandes consorcios de inversores o juntas de accionistas impersonales. Muchas de las marcas con las que me gusta trabajar son en realidad el trabajo de una persona y de su equipo.

En la foto con Elena López, Daniela Eberhart (a su derecha) y una de sus colaboradoras.

Elena López y Yo con Daniela Eberhart (a su derecha) y una de sus colaboradoras.

Mi primer contacto con Emeibaby fue a través de Elena López, cuando me dijo que iba a distribuir una nueva mochila revolucionaria porque conseguía aunar la facilidad de una mochila con el ajuste característico que dan los fulares. Lo cierto es que la mochila de Emeibaby supuso una revolución en el mundo del porteo.  Acostumbradas a que las marcas de mochilas inventasen apaños para vender su producto antes de tiempo,  una mujer, una madre, diseñó la forma de mejorar lo que había. Y montó su empresa en Europa, fabricando en Europa y contratando el personal en Europa.
Aprovecho para explicar que muchos de los portabebés que usamos se fabrican en países donde sobre todo la mano de obra se paga a precios muy muy bajos. Así que para quienes pensamos también en la ecología y economía social, esta empresa era, a todas luces, una empresa que nos gustaba mucho y no sólo por su producto.

Conocí en persona a la persona detrás de Emeibaby, Daniela Eberharter ,hace ya casi 3 años, en la European Babywearing Conference en Bristol.  Recuerdo presentarme en mi penoso alemán y ella agradecer mi intento. La recuerdo sobre todo como una persona amigable, siempre con una gran sonrisa, de esas de verdad.
Desde entonces he seguido  trabajando con su marca, marca que he escogído para usar con mi propia hija, confiada de vender un producto de alta calidad.

Cuando me planteé buscar patrocinadores para mi trabajo en Chile, no dudé en ofrecérselo a las marcas que no sólo me gustan, sino que representan los valores de mi trabajo. Por eso es un honor que Daniela desde el primer momento me dijera que Sí, que colaboraba con mi viaje para difundir mi trabajo, no sólo de porteo sino de desarrollo personal  y profesional femenino. Sin duda ella representa todo eso
Es un lujo poder trabajar con personas que admiras y respetas, por eso Emeibaby es el Golden Sponsor de mi viaje. Sus portabebés son los que usaremos en las clases prácticas de porteo, y al final del viaje, sortearemos entre todas las participantes de las actividades una de sus mochilas por cortesía de la marca.

 

¡Gracias Daniela!
¡Gracias Emeibaby!
¡Gracias a todos los que han hecho posible este trabajo!

Yo ya cumplí mi sueño…  Y tú, ¿a qué esperas?

Yo ya cumplí mi sueño… Y tú, ¿a qué esperas?

Este post es dedicado a ti, a ti que quieres conocer a Nohemí Hervada, tanto o más que yo. Yo aún no tengo la dicha de conocerla en persona, pero quedan menos de 1 mes para ello y si de verdad quieres conocerla no te puedes perder esta oportunidad. Si quieres pero aún tienes dudas, te ayudo a resolverlas y lo haré desde mi experiencia conociendo su trabajo, sus formaciones y su calidad humana.

Conocí a Nohemí igual que tú, en su canal de youtube, buscando la forma más adecuada de llevar a mi bebé, a través de sus videos y blog aprendí de porteo seguro, aprendí y me di cuenta que lo estaba haciendo bien, que escuchando las necesidades de mi hija y las mías, la maternidad es más sencilla de lo que te hace ver la sociedad. Me enamoré de la crianza en brazos, me enamoré de criar con mucho contacto, con amor, con respeto o como quieras llamar.

Pasando el tiempo me di cuenta que mi forma de criar iba a ser mi forma de cambiar el mundo:  desde mi nido, al mundo. Y me decidí, como es el lema de su venida a Chile #LoPrimeroEsSoñarlo. Mi sueño era aprender, ser una profesional, entregar  información y mi formación con responsabilidad a las familias que se acercaban a mí, así que me decidí a ser una asesora, una asesora de maternidad. De esto hace casi 3 años.

Andrea Sánchez (Mi Vientre y Manzanita bebé)

Andrea Sánchez (Mi Vientre y Manzanita bebé)

Ya seguía su trabajo hace años y al ver que existía la posibilidad de formarme con ella y su extraordinario equipo de profesionales, no lo dudé un minuto y llené ese formulario, uno muy parecido que has abierto y cerrado en varias ocasiones desde que sabes que Nohemí viene a Chile. Lo completé llena de ansiedad y di click a enviar, con mariposas en el estómago. Pasaron los días y un mail en mi buzón de entrada confirmaba que estaba en la segunda promoción de Asesoras Continuum. Estaba tan, pero tan feliz por este nuevo camino… digo estaba, pero me equivoco, porque sigo estando feliz de ser parte de este tremendo equipo que cambia vidas.

Mi sueño era ser asesora de porteo, asesora de maternidad, acompañar a familias, conciliar mi maternidad y mi trabajo, vivir de lo que amo y hago cada día y conocer a Nohemí Hervada fue desde el principio la inspiración y materialización de este sueño. Ya sea en la formación de Asesoras Continuum, en la formación de asesoras de porteo Mimos y Teta, en sus talleres, charlas, la actividad que quieras tomar de ella, encontrarás calidad, profesionalismo y, por sobre todo, a una mujer, a una madre, a una profesional dispuesta a enseñar, a formar y acompañar tu camino a cumplir tus sueños.

Ella te entregará las herramientas que necesitas para sacarte partido, para empoderarte, para cumplir tus sueños, No dudes en ser parte de este momento, toma estas herramientas y cumple tus sueños, no te vas arrepentir.

Andrea Sanchez.
Mi Vientre

El nuevo misógino

El nuevo misógino

La misoginia no siempre se expresa en forma de ataques directos de violencia física. Hay otra violencia mucho más sutil que no es tan evidente, pero es herencia directa de la anterior.

Hoy muchos hombre no pegan a sus mujeres, ya no pueden  controlar en qué trabajan, cómo se visten o en qué piensan, pero eso no significa que las respeten. O quizás sí creen respetar a la suya, pero menosprecian a las demás.
Cuando nos infantilizan, cuando critican nuestras iniciativas o nuestra forma de trabajar, cuando menosprecian nuestros trabajos, cuando intentan juzgar cuándo una mujer puede o no hacer un trabajo, cuándo o no puede cobrarlo, cuando juzgan que nuestras tarifas profesionales son «abusivas» , vete a saber con qué criterio, cuando se  erigen  en una especie de «Defensor del pueblo» de oficio para salvarles (no, mejor, salvarlas) de nuestros trabajos y formaciones, a pesar de que no tienen ni idea de qué y cómo lo hacemos…
Cuando afirman que las mujeres que deciden invertir su dinero lo hacen engañadas o estafadas. Cuando las tratan de estúpidas al oírlas comentar que ellas están más que satisfechas con lo que han obtenido por su inversión.

©Forges

©Forges

Esos hombres que nunca criticarían así a otros hombres, que han hecho su nicho el femenino porque se sienten superiores, porque desgraciadamente aún hoy muchas mujeres escuchan con más autoridad a un hombre que a una mujer hablando sobre el mismo tema , aunque el tema en cuestión sea intrínsecamente femenino. Esos hombres que se atreven a darnos lecciones de cómo funcionan nuestros cuerpos, no porque los admiren y los respeten, sino para sentir que tienen en cierto modo el control de algo que nunca podrán controlar.

Hace años un psicólogo convenció al mundo de que las mujeres teníamos envidia del pene. Y toda la psicología de la época, toda la «autoridad médica y psicológica de su tiempo se construyó sobre esa base absurda y misógina. Sobre el profundo desconocimiento de lo que es una mujer, de nuestro cuerpo, de nuestra psique, de nuestra sexualidad.

No es nuevo. Todo el conocimiento imperante a lo largo de la historia ha sido masculino. Las mujeres tenían vetado, salvo contadas excepciones, el acceso a los foros de aprendizaje y enseñanza. Los grandes pensadores sobre los que se ha edificado nuestra filosofía y el derecho eran profundamente misóginos. Aún tenemos en nuestro lenguaje múltiples pruebas de ello.
Aristóteles, Sócrates, Nietzsche, Schopenhauer, Freud, Kant , Rousseau son algunos de los más conocidos pues sus obras escritas han llegado hasta nuestros días. Son un reflejo de la intelectualidad, de la «oficialidad»  del momento. Durante siglos hombres ningunearon o directamente robaron a mujeres su trabajo, sus méritos y su protagonismo en campos como la ciencia, la medicina, la ingeniería…
El problema no ha sido nunca que no fuéramos capaces, el problema es que teníamos que competir en un sistema cuyas reglas estaban puestas precisamente para dejarnos fuera. Y cuando las mujeres, a pesar de ello, conseguían alcanzar y sobrepasar a esos hombres, muy pocos lo aceptaban.  La mayoría criticaban abiertamente a estas mujeres, o lo que para mí es aún peor, se apuntaban ellos el mérito.

Esa forma de machismo y misoginia que es el paternalismo  es tan frecuente hoy día como  el «tú te callas» del tiempo de mi abuela.
Hoy ningún hombre moderno diría en público, sobre todo cuando su auditorio es eminentemente femenino, que las mujeres somos tontas o malvadas, pero sí se permiten lanzar comentarios condescendientes de qué hacemos las mujeres y por qué. 

Comentario público de un hombre en una red social


Ese comentario es un ejemplo  de cómo algunos hombres, en sus perfiles públicos en redes sociales, se expresan en relación a las mujeres.-«Mujeres»
… al parecer los hombres no pagan cursos.-«llenas de dudas»
y él lo sabe porque  las conoce a todas y conoce sus motivaciones, claro.-«Que cada cual se gaste el dinero en lo  que quiera»
entonces ¿a qué viene el comentario?. Me suena a lo de «yo soy racista, pero…»-«en el interior de cada una está todo»
una vez más habla del interior de todas las mujeres, menudo fenómeno, no sé si también habla en mi nombre y quién le ha erigido en portavoz de todo un género.«Y para aflorarlo, si no sale….»
esta es la puntilla, aquí está todo lo que esperábamos, para variar un hombre diciéndonos qué y cómo tenemos que hacer las cosas.

Diarios de Vocento, 8 de marzo de 2016Es curioso, que haya hombres que critican el trabajo de mujeres porque no tienen título oficial (título que obtienes cuando vas a que otros te digan lo que aprender) y  luego critique que haya mujeres que pagan a otras para aprender lo que les interesa.

O sea, que al final se trata de a quién le otorgamos la autoridad de enseñarnos algo. Al parecer no podemos elegir quién es para nosotras, autoridad en una materia y nos lo tienen que indicar ellos.

Lo peor de todo no es que haya hombres así. Lo peor es que se casan con mujeres y que se convierten en padres de niños y niñas que serán los hombres y mujeres del mañana. Y por lo que comprobamos la misoginia no se diluye con el paso de las generaciones, simplemente se transforma para seguir siendo aparentemente correcta.  No dejan de maltratar, simplemente cambian de forma de maltrato.

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Y lo triste es que cuando estos hombres, gallitos de corral,  publican estas cosas no les aplauden un montón de  hombres, no, sino un montón de mujeres. Mujeres que han aprendido que es más fácil seguir aplaudiendo al macho más tonto que a la hembra más lista. Ellas les siguen dando el poder que otras ya les hemos quitado. Madres que crían hijas que ven a sus madres aplaudir a hombres que menosprecian a mujeres. Así nos va,

[Tweet «Mujeres que creen que es mejor aplaudir al macho más tonto que a la hembra más lista.»]
 .
Yo , que soy de todo menos políticamente correcta, creo que esta oleada de apoyo a la maternidad por parte de algunos hombres, en un gran número, no es más que miedo a quedarse fuera o, parafraseando a un señor muy culto y con título universitario: «envidia de tetas y útero».
Porque hoy día la mujer que quiere un pene lo consigue, pero tetas y úteros, amigos míos… tetas que den leche y úteros  que engendren hijos no van a tener ustedes nunca.
A las mujeres no se nos perdona el éxito

A las mujeres no se nos perdona el éxito

Las mujeres nacemos con una diana en la frente, ya contamos con ello. Hemos crecido sintiéndolo.
El otro día en un hipermercado un reponedor pasó junto a nuestro carro y le dijo a mi hija: «Perdona mi amor que tengo que moverte el carro». Mi hija me dijo:

  • -«Mamá, ¿por qué ese chico me dice «Mi amor»? Yo no soy su amor, y yo me llamo Mencía.

Y yo le respondí en voz alta que muchos hombres creen que tienen derecho a habarle así a cualquier mujer y que hizo muy bien en responder como lo hizo y no dejar que nadie le llame como lo que no es.
Puede parecer exagerado ¿verdad?
Pues no lo es. A todos se nos llena la boca hablando de igualdad, de conciliación, de autoestima y de empoderamiento. Pero una cosa es hacer un discurso y otra vivirlo.

Hoy cumplo 45 años. A mi edad las mujeres que triunfan  por sus propios méritos son aquéllas que mayoritariamente han adoptado un modelo profesional masculino. Aquéllas que renuncian a tener hijos o que delegan la mayor parte de su cuidado y educación en otros. Y no lo digo yo, lo dicen ellas, esas  (pocas) mujeres  con poder económico, político o social,  cuando les preguntan sobre el tema en entrevistas.

El modelo de mujer femenina, que ejerce de madre como ella desea no es un modelo visible de triunfo ni de éxito. Y no lo es porque nos han convencido de que  son incompatibles. No se puede ser emprendedora de éxito siendo mujer y madre. No se puede llegar a vivir como quieres sin pasar por el peaje que otros te obliguen a pagar, desde una titulación «oficial»  a  tragar con los modelos  de trabajos existentes (curiosamente masculinos).

¿O sí?

Ileana Medina  de Tenemos Tetas me escribió esto cuando le pedí una colaboración en el prólogo para mi libro «La Maternidad sin tabúes»

]  Nohemí Hervada es una de las blogueras de maternidad más importantes en lengua castellana. Empresaria de éxito, formadora, cooperante… es el ejemplo de conciliación verdadera que podríamos imaginar para el futuro: ser madre y hacerse a sí misma, realizándose profesionalmente a la vez que portea, amamanta y cuida a sus cachorros. La lectura de sus artículos es la inspiración que necesitamos para saber que es posible tenerlo.

Sin pecar de falsa modestia diré que todas deberíamos alegrarnos cuando una lo consigue. Porque aplicando el «si yo puedo tú puedes», ver a una mujer conseguir conciliar, emprender y triunfar debería ser motivo de aliento para el resto.
Pero resulta que no. Porque las mujeres somos esos seres que no podemos cobrar por nuestro trabajo a no ser que algún tutor nos autorice.
Un tutor, por supuesto, de modelo masculino.

  • No vale nuestra formación si no la avala una autoridad, aunque esa autoridad haya demostrado su ineficacia con la mayoría de sus seguidores.
  • No vale nuestra experiencia porque a ver si va a resultar ahora que unas simples mujeres, van  a saber más con su experiencia que un montón de gente seria que ha estudiado mucho.
  • No vale nuestro trabajo porque es una vergüenza que trabajemos ofreciendo recursos que no hemos inventado nosotras. Al fin y al cabo, nadie ha descubierto el fuego ni inventado la rueda. Da igual que la criba, recopilación, experimentación y la presentación de recursos acumulados durante años ahorre trabajo y muchos estén dispuestos a pagar por ello.
  • No valemos para cobrar bien por nuestro trabajo, porque resulta que ver a una mujer ganarse bien la vida es un insulto a todos esos pobres hombres que viven peor que una.
  • No valemos para contribuir al bienestar físico, social y emocional de otras mujeres, porque  a ver entonces cómo todos esos hombres que se sienten cómodos explicándonos cómo ser madres van a encontrar su púlpito si la mayoría de las mujeres se dan cuenta que la mayor autoridad para hablar de nuestros cuerpos y nuestras funciones la tenemos nosotras y no ellos.
  • No valemos ni para que los cobardes que nos critican  nos lo digan a la cara.

 

Así nos tratan. Así nos denigran. Así nos desprecian.

Mejor dicho, así lo intentan.
Porque a mí que personajes fracasados en sus vete a saber qué expectativas dediquen su tiempo a criticarme lo único que me deja claro es qué clase de vida tienen. Como dice el dicho: «Lo que dice Pablito de Juanito, habla más de Pablito que de Juanito».

Yo hoy me desperté  con un año más. Con una sonrisa en la cara porque tenía unos 80 libros que  firmar y dedicar a 80 personas que se alegran de mi trabajo y que me lo pagan. Con la satisfacción de haber podido pagarme un viaje de avión de 1 día para ir a abrazar a una amiga a la que quiero y admiro. A amigas que también tienen éxito en su trabajo. Me desperté feliz abrazando y amamantando a mi hija. Feliz de oír a mi hijo alegrarse al ver toda las cajas de libros que su madre ya ha vendido. Hijos que han tenido que oirme hoy contarle a mi pareja cómo unas personas han intentado amargarme este día feliz. Personas que no me conocen de nada y personas que sí me conocían y se apuntan ahora al carro de darle leña al mono feliz. Hijos a quienes su madre ha intentado explicar que a veces la felicidad molesta. Que el éxito molesta.

A mí estas tristes y mediocres personas no me afectan, pero sí me duele que tratan como idiotas y estúpidas a la gente que paga mi trabajo, mis cursos y talleres.
Y me dan ganas de enseñarles, no mi CV que es público y que incluye lo que me dé la gana de incluir mientras no mienta, sino, de enseñarles el de algunas de mis alumnas: profesionales con títulos de los que estas personas sí valoran:  psicólogas, matronas, fisioterapeutas, pediatras, médicas especialistas, anestesistas, enfermeras, educadoras, pedagogas, maestras, abogadas,  geógrafas, ginecólogas, etc …..

Queridas alumnas he de deciros que hay personas que creen que a pesar de ser adultas, autónomas y profesionales con más carrera que ellos , sois tontas. Sólo sois pobres mujeres que no sabéis sacar de dentro de vuestras torpes mentes  femeninas lo que estáis dispuestas a pagar a gente que al parecer os tima. ¡Cómo os atrevéis a decidir por vosotras mismas qué hacer con vuestro tiempo y vuestro dinero!

Eso sí me molesta y mucho. Porque si algo me caracterizo es por reconocer la inteligencia  y en mis cursos, la media de inteligencia es bastante alta, siempre presumo de que en mi entorno cercano, la más tonta soy yo.  Porque a mí me encanta reconocer el mérito de aquéllos que crean, que trabajan y que construyen. Y me alegro cuando venden  y viven de su trabajo, en vez de quejarme mezquinamente de que se comen mi parte del queso.

Y sí, cobro por mi trabajo y lo cobro bien, y no, no son  3000€ por mis cursos,  a veces cobro incluso más. Y lo cobro por varios motivos:

  • El primero es porque me da la gana
  • El segundo porque lo vale
  • El tercero porque  hay gente que lo paga con gusto
  • El cuarto porque esos 3000€ que tanto molestan me permiten que mujeres muy valiosas a las que quiero y admiro trabajen enseñando por lo que saben hacer de forma excepcional, en vez de regalar su tiempo a empresas que las obligarían a estar haciendo un trabajo muy inferior a sus capacidades, separadas de sus hijos.

Me entristece ver la mezquindad gratuita y me entristece aún más observar a mujeres aplaudiendo estas mezquindades. Mal vamos a conseguir estar mejor si a la que lo consigue le queremos dar con un palo en la cabeza. Mal vamos a ser respetadas si babeamos ante cualquier hombre disfrazado de feminista o «consciente» en cualquiera de sus modalidades que pretende darnos lecciones de qué podemos y no podemos hacer, cobrar y pagar las mujeres.

Yo hoy me quedo con el  mensaje de una alumna, que aun habiendo pasado por la universidad ha conseguido, gracias a nuestro curso de Asesoras Continuum, en su lugar de trabajo, un hospital público, mejorar la calidad de un niño y sus padres. Y ese es uno de tantos.
Me quedo con una profesional  de la medicina que consiguió que la primera vez que se hizo piel con piel en una cesárea fuera porque se lo propuso ella tras haber cursado nuestra formación. Me quedo con esas matronas que nos felicitan por nuestra profesionalidad y seriedad a la hora de formarlas en porteo. Me quedo con esas profesionales cuya formación reglada no les había bastado para impulsar su trabajo y empezar a practicarlo como ellas querían, y hacerlo rentable para no depender de nadie y poder dueñas de su dinero, su tiempo y su vida.
Esas son mis cartas de recomendación… cada uno que presente las suyas.

 

PD: No he ido a la universidad y no tengo un titulo «oficial» (según ellos), pero hasta yo sé que acusar a alguien de un delito y no poder probarlo es una injuria tipificada como delito en nuestro código penal. A ver si ahora en vez de vivir de mis cursos voy a vivir de las demandas que gane contra quien me injurie y calumnie.

Asesorarte

Ni Diva, ni Rockstar

Ni Diva, ni Rockstar

Una rubia española me explica cómo hacer un nudo a la espalda con un fular semieslástico. Yo puérpera, transpirando a mil, con el espejo del baño en la pieza para estar cerca de la cama en caso de “cualquier cosa”, explicándole a un bebé de 6 meses lo que intentaba hacer, era una escena digna de una comedia. Mientras yo trataba de no perderme en la tela, la española con una envidiable facilidad, movía de atrás para adelante a su hijo y le daba teta mientras se dormía.

Así conocí a Nohemí Hervada, a través de sus videos de porteo, sin imaginar a dónde llegaríamos y qué significaría para mi vida.  Hace más de dos años que vivo la aventura más grande de mi vida: La maternidad que ha sido una revolución de hormonas y prioridades, pero sobre todo de amor que le ha dado giros hermosos y sincrónicos a mi vida.

Ya no rubia, el 2014 me contacté con Nohemí para postular a hacer la fórmación de Asesoras Continuum y desde entonces comencé un maravilloso viaje del que me encantaría que muchas y, por supuesto muchos, puedan ser parte. Nohemí viene a Chile en menos de un mes y podremos estar con  una gran mujer que ha escrito y dicho por muchas mujeres, que ha inspirado a muchas emprendedoras y que ha despertado sueños de muchas madres.

Ni Diva Ni Rock Start, pudiendo serlo -le encantan las fotografías y cantar-, Nohemí es una mujer cercana, accesible, directa y comprometida con las mujeres, las madres y, sobre todo, con las y los bebés. Es una emprendedora que ha sabido compatibilizar la maternidad y el trabajo, cambiando el paradigma de la crianza.

Equipo de Asesoras Continuum en Chile

Equipo de Asesoras Continuum en Chile

Viene a Chile y estará en Santiago. Viene a invitarnos a mirar más allá de lo que nos han dicho o nos han hecho creer, viene a empoderarte, a sacarte partido y a asesorarte.

En Santiago, compartiremos con ella en la comuna de Puente Alto, un tremendo regalo. Aunque pareciera ser lejos (yo vivo en Maipú), vale la pena el esfuerzo, el pique, la micro, la bencina, el taco…Que no sea excusa (cualquier parte podría ser lejos), además estaremos a un paso de la Estación las Mercedes de la Línea 4.

Que Nohemí venga a Chile es una tremenda oportunidad para reconocernos, para aprender de nosotras mimas, para darle un giro a lo que estamos y no estamos haciendo, para mirar en perspectiva nuestras vidas.

Es una gran posibilidad de abrir espacios, de generar redes, de que sigamos tomando consciencia!

¡En Chile ya hay Asesoras Continuum, Asesoras de Porteo de Mimos y Teta y más!
¡Tú puedes ser la próxima!

Viviana Salazar
Mamivi

 

#NohemíenChile #esperandoconlosbrazosabiertos #LoPrimeroEsSoñarlo

Toda la información del evento AQUÍ

CartelPromoSantiago

En persona es aún mejor

En persona es aún mejor

Sólo quedan...

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Hace ya más de 10 años, cuando leía a Nohemí Hervada en su primer blog Mimos y Teta, siempre pensaba que tenía un don, el don de dar voz a todas aquellas mujeres que yo acompañaba. Ponía en palabras intensas emociones y hablaba de sus sentimientos, escribía sobre sus miedos, ahondaba en sus crisis y renacimientos antes, durante y después de la maternidad. Me convertí en una ferviente admiradora de sus temas y su particular estilo de escritura.

Sus palabras llenas de locuacidad e ironía, hablaban de verdad, destilaban compromiso y recogían sin tabúes una realidad muy cotidiana para mi.

Siempre sentí que algún día coincidiríamos porque su manera de trabajar y la mía, tenían demasiadas cosas en común como para que no se diera la ocasión, aunque nos separasen kilómetros de distancia y de desfase horario. Nuestros caminos siguieron su curso, en lo personal y lo profesional, ganamos, perdimos, crecimos y de pronto un día, uno de sus boletines me dio la vuelta del revés. «Primera Promoción de Asesoras Continuum» rezaba. Leí curiosa en qué estaba enfrascada esta vez la mujer de los mil frentes y por primera vez, después de – entonces- 5 años acompañando a familias, me sentía identificada con algo de verdad. Su propuesta me llegó al alma, supe que era Asesora Continuum, sin saberlo y que quería formar parte de lo que estaba por suceder.

Un poco por instinto, como casi todas las cosas importantes que he hecho en mi vida, le escribí un fervoroso correo para felicitarla por el proyecto e informarme mejor de los detalles. Surgieron como siempre antes de un salto todos mis miedos y mis dudas, al respecto de mi poca experiencia en porteo y mi deseo de cursar su formación a pesar de que, por un momento, la inversión me parecía inalcanzable.

Dicen que #LoPrimeroEsSoñarlo y como no podía ser de otro modo recibí una cálida respuesta – extrañamente breve pero intensa – Fue un video, del que aún guardo una copia, y del que recuerdo cada una de las palabras. Mi respuesta también fue en video y algo rompió el abismo que nos había mantenido separadas. Era como conocerse de siempre.

vimeos nohe y yo

Después de ese video vinieron muchos otros vídeos y notas de audio. No pudimos abrazarnos en persona hasta dos años después. Con el tiempo lo digital se ha convertido en una herramienta imprescindible para optimizar nuestro trabajo diario y alimentar nuestra amistad en la distancia. Hemos forjado así, entre todas, una red internacional de mujeres, profesionales de la asesoría y el acompañamiento, trabajando junto a las familias y los profesionales de la salud para dar voz a los bebés, para cambiar el paradigma de la crianza. Decenas de mujeres emprendedoras, sanando sus historias, forjando retos, levantando emprendimientos, desde sus hogares y mientras conciliábamos y compartíamos nuestras crianzas y nuestras vidas con intensidad y alegría. ¡Sin duda quería formar parte de eso!

A menudo las mamás a las que asesoro me preguntan por Nohemí, es indudable que es un verdadero icono del porteo y la maternidad y quieren saber cómo es en persona, si realmente es tal cual la conocemos a través de las redes, los medios y su trabajo. Yo siempre les digo que en persona es aún mejor ;).  Sienten que soy afortunada de trabajar con ella y no les falta razón. Tengo una suerte infinita de que esté en mi vida, primero como formadora, puesto que Asesoras Continuum® supuso para mi un revulsivo a un proyecto que gestaba hacía tiempo, pero no era capaz de rentabilizar. Suposo la especialización y la práctica y ha significado, como ya he explicado en varias ocasiones, sentirme en casa, identificada con un fin, un próposito y, sobretodo, una manera de entender nuestro trabajo: de #SerContinuum

Porque si algo tiene esta bella mujer es que es «catalizadora«, es capaz de gestar vida allí donde llega, de atraer el cambio, de impulsar los sueños, de potenciar redes de apoyo, de dinamitar estructuras tóxicas entre mujeres para hacerlas brillar, aportar a mujeres y familias, las herramientas necesarias para vivir sus vidas en plenitud y empoderarlas desde lo más genuino.

Ver trabajar a Nohemí es un lujo…

Ser su amiga, una inmensa suerte…

Trabajar ahora a su lado, un verdadero provilegio…

Y acompañarla en este viaje, está siendo un auténtico regalo.

Chile nos espera con los brazos abiertos, seguimos sintiendo la calidez y el entusiasmo a kilómetros, por ahora en pequeñas dosis de audio, video y miles de correos… Granos fértiles que auguran el más caluroso abrazo de un país, que se gesta en el cambio, un cambio en femenino y sin duda va a contar con la mejor semilla para conseguirlo!

Porque #LoPrimeroEsSoñarlo !

¿y tú?

¿Te lo vas a perder?

Mamen Conte
Umuma, la aventura de ser familia
www.umuma.es

No puedes dar si no tienes

No puedes dar si no tienes

Das lo que tienes: Así de sencillo.

Y a la vez tan complejo y tan profundo.
Dijo un sabio: «Hay más felicidad en dar que en recibir». Y lo cierto que es que quien lo ha experimentado sabe que es cierto.
Entonces la pregunta es:
-¿Por qué no vivimos en un mundo más generoso?
¿Por qué hay tanta gente que nunca tiene suficiente y sigue intentando acaparar mientras observa impasible las enormes carencias de su prójimo?

Imagino que es una cuestión no fácil de responder en una simple respuesta. Pero si lo intentáramos, seguramente volveríamos al inicio del post:

Si no tienes, no das

Nadie puede compartir un pan que no tiene. Y nadie puede ser generoso cuando siente un vacío dentro que nunca llena por mucho que acumule. Si me siento vacío, no puedo pensar en compartir, porque la base de mi vida, mi impulso vital es intentar llenarme yo.
Ahora esperaréis alguna explicación filosófica de por qué  tenemos ese vacío interior. Pero no voy a hablar de eso ahora. Voy a hablaros de neurobiología, de neurociencia.
Hemos sido  educados pensando que la mejor inversión que podían hacer los padres para sus hijos era pagarles unos buenos estudios, la academia de inglés, la mejor universidad. Y algunas familias se han desgastado literalmente para conseguirlo.
Y resulta que la mejor inversión para el futuro estaba  más cerca, mucho más cerca en tiempo y en espacio. No había que esperar, ni buscar, ni ahorrar, ni pagar. Estuvo a nuestro alcance todo el tiempo.

La mejor inversión para la inteligencia y la salud de los hijos, a corto, a medio y a largo plazo, era tan sencilla y tan lógica que no la vimos

[Tweet «La mejor inversión para la inteligencia y la salud de los hijos, a corto, a medio y a largo plazo, era tan sencilla y tan lógica que no la vimos. «]

Cuando empezaron a privarnos de ella, de forma generalizada ni lo notamos. Incluso ahora, cuando nos demuestra la ciencia las consecuencias de haber perdido ese recurso fantástico e insustituíble, nuestra disonancia cognitiva nos hace en muchos casos, negar lo evidente.

Nohemí Hervada y Nils Bergman (Marzo 2016)

La semana pasada estuve en el seminario organizado por Terra Mater Neurociencia y Epigenética del Nacimiento, impartido por Ibone Olza y Nils Bergman. Cuando te pasas un día entero oyendo explicar la relación entre la forma de nacer y el comportamiento social, cuando conoces estudios que demuestran la importancia de la no separación del recién nacido con su madre, cuando entiendes todo el entramado neurológico que desencadena el simple hecho de dejar al bebé piel con piel en su hábitat (el cuerpo de su madre), cuando te das cuenta que la base no sólo de lo que somos, sino de cómo reaccionamos  a las situaciones de la vida se forja en esos primeros minutos, horas y días… cuando comprendes el alcance de ese proceso empiezas a plantearte preguntas y a atisbar algunas respuestas.

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barak morganUna sociedad formada por seres con carencias básicas, por criaturas sometidas a estrés tóxico por separación del cuerpo que necesitan para la regulación de todos sus sistemas, estará formada por individuos que viven en una situación de estrés elevado, cuyas reacciones estarán reguladas no por la oxitocina, sino por otras hormonas, como la vasopresina y el cortisol. Personas programadas desde la cuna para adaptarse a vivir en un  medio hostil, con una estrategia de historia vital lenta (Barak Morgan 2013)  con todo lo que eso implica. El recién nacido viene preparado para que su neurocepción (Porges) evalúe si el medio en el que está es un medio seguro , un medio peligroso, o un medio donde la vida se ve amenazada. En base a eso organizará su respuesta adaptativa, lo que, por supuesto, influiría en su forma de ver la vida y reaccionar a ella.

Cuando el conjunto de los seres que poblamos el planeta ya hemos nacido y crecido en este ambiente inseguro, tendemos a ser «ahorradores» con los recursos disponibles, a no compartir, lo que David Barker denomina  en su Hipótesis de Programación Fetal el  «fenotipo ahorrador».

Queda claro, cuantos más estudios conocemos, que alterar los procesos necesarios que se tienen que dar entre madre y bebé es algo mucho más serio y con un alcance mucho mayor que lo que podríamos pensar. Como dice Michel Odent, hay una relación entre el nacimiento y los orígenes de la violencia.

Entender lo que supone la forma de nacer nos ayuda a entender el mundo en que vivimos.
Divulgar este conocimiento contribuye a cambiarlo.

Llevo casi 10 años trabajando  directamente con las familias, promoviendo el contacto entre el recién nacido y su madre, la separación 0, la lactancia, el porteo, el vínculo sano entre los niños y sus padres… Y llevo los últimos años de mi vida profesional trabajando además, a otra escala mayor  estos mismos temas.
Con el trabajo de formación de asesoras y de divulgación pública se multiplica el alcance de toda esta información. Este trabajo me permite  llegar de forma más amplia a personas, que a su vez, se encargarán de transmitir todo este conocimiento en su entorno.  Se trata de recibir primero, y de dar después.

Embajadoras

Somos embajadoras de la importancia del contacto, del vínculo, del apego. Enseñamos cómo la lactancia y el porteo son piezas que encajan perfectamente en el engranaje de la crianza del ser humano. Y lo hacemos desde nuestro rol de madres, de mujeres y de profesionales.

  • Es un privilegio vivir en primera persona el interés de cada vez más madres, padres y profesionales en estos temas.
  • Es un privilegio tener cada vez más alumnas de todo tipo, entre las cuales destacan un gran número de  profesionales  sanitarias, que quieren aunar a su conocimiento previo, el que proveemos las formadoras de asesoras de maternidad y asesoras de porteo.
  • En un privilegio llegar a más de 14 países con nuestra formación on line.
  • Y es un privilegio, sobre todo, hacer realidad la gira de cursos, talleres y conferencias #LoPrimeroEsSoñarlo en Chile (2016) y Argentina y Uruguay ( 2017).
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    NHChile

Estoy deseosa de compartir mi trabajo y mi formación con todas las personas interesadas de un país que tanto cariño me ha demostrado siempre.  Este viaje sin duda contribuirá a que más gente trabaje por promover lo que consideramos  importante. Primero recibo, luego doy: Esa es la clave.

Si tú también quieres contribuir al cambio de paradigma en lo relacionado con el nacimiento y la crianza ¡ te espero en cualquiera de mis ofertas de formación presencial u on line!

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Comer siempre pan duro

Comer siempre pan duro

¿Cuántas veces has oído eso de :
“No esperes a decir a tus seres queridos que les quieres”?

Seguramente hemos compartido decenas de carteles con ese tipo de mensajes.
Pero lo cierto es que nuestra conciencia sobre la fragilidad de la vida es breve. Nos dura el tiempo justo de hacer un repaso mental rápido para recordar si nos despedimos de los nuestros ese día con un beso y un “te quiero” o con un simple “hasta luego”.

Estamos diseñados para intentar sobrevivir, así que no nos recreamos en pensar que puede que no lo logremos hoy.
Vivimos como si fuéramos eternos, y eso es bueno.
Pero es falso.

Lazarillo de TormesVivimos haciendo planes para mañana, para el mes que viene, para nuestra jubilación… cuando lo cierto es que nadie tiene garantizado llegar a cumplirlos. No se trata ahora de hacer del Carpe Diem nuestro grito de guerra y vivir sólo el momento presente, porque en el mundo en que la mayoría nos movemos, para que haya un presente con cierta calidad de vida hemos tenido que tener algo de cabeza en en algún momento más o menos lejano en el pasado. Pero sí se trata de ser sinceros y pensar si somos de los que de verdad disfrutamos el hoy, aunque dediquemos parte de nuestro tiempo al mañana.

Cuando era pequeña a veces iba con mi abuela a visitar a una familiar con muchísimo dinero pero muy tacaña. Cuando esta mujer me ofrecía merendar, siempre era con pan duro. Mi abuela me decía: “Esta mujer siempre come pan de ayer. ¿Algún día parará y empezará a comer el pan del día?»
Esa frase :“comer siempre pan de ayer”, se me quedó grabada como ejemplo de personas que no disfrutan nunca el presente.

No quiero pasarme la vida comiendo pan de ayer.
No quiero mi pan caliente y recién hecho de hoy comérmelo duro mañana.

……….Quiero querer a la gente que quiero cada día de mi vida y demostrárselo.

……….Quiero que cada vez que me separo de los míos sea con un gran abrazo y un beso, nunca con un enfado que solucionar a la noche. Porque a veces, sencillamente no hay noche.

……….Quiero que mis prisas, mis proyectos emocionantes y mis ganas de vivir no se coman los momentos de sencillamente mirar a mis hijos y agradecer tenerlos en  mi vida. Quiero que sepan que son mi mayor motivo de orgullo. Sin duda lo mejor que he hecho nunca.

……….Quiero pasar mi vida trabajando con gente que aprecia lo que hago y con gente a la que yo valoro y no malgastar mi energía y mis talentos para otros que ni los aprecian, ni los valoran, ni los remuneran.

……….Quiero que mis amigas sepan que aunque lejos, pienso en ellas cada día, como uno de los mayores regalos de mi paso por la vida. Aquéllas que siguen conmigo y otras que, por diversos motivos, ya no están.

……….Quiero llorar cuando la gente que quiero llora, y reír cuando ellos ríen, y celebrar sus alegrías y maldecir las injusticias que sufren. Quiero que por encima de todo, sepan que no están solos.

……….Quiero, como dirían las aspirantes a Miss Universo: la paz mundial y la concordia, pero mientras eso llega, me gustaría pensar que puedo contribuir a un pedacito de eso a toda esa gente que me importa.

Quiero comer con los que quiero mi pan del día, cada día.

Eloísa, Mercedes, Elena y yo

#LoPrimeroEsSoñarlo

#LoPrimeroEsSoñarlo

nohemi hervada-4 años

Una soñadora de 4 años

Yo siempre quise ser abogada.
Desde muy pequeña, tanto que mis amiguitas no sabían qué era eso que yo quería ser. Ni siquiera sé de dónde nació ese deseo porque en mi familia no había abogados ni nada parecido. Imagino que vería alguna serie de TV y me fascinaría eso de defender a los inocentes de las injusticias. “Abogada de pleitos pobres” me llamaba mi padre.

Llegada la edad de ir a la Universidad decidí dejar de estudiar y ponerme a trabajar para poder independizarme cuanto antes. Con 19 años ya vivía sola. No estudié una carrera, pero nunca me sentí frustrada porque estaba viviendo la vida que quería, donde quería y como quería.

El aprendizaje de esos años fue de mucho más valor para mí que cualquier carrera dirigida por otros.

¿A dónde van nuestros sueños?

Nohemi Hervada- 19 años

Con 19 años en Puerto de la Cruz (Tenerife)

De niños solemos soñar con profesiones que idealizamos. Y la vida y sobre todo los adultos se encargan de enseñarnos que “soñar” es una inutilidad, que no es práctico, que los soñadores rara vez pueden pagan una hipoteca, el coche y las vacaciones en la playa.

Y así vamos creciendo y cambiamos los sueños por “promesas de éxito”. Por supuesto, un éxito prediseñado, con un camino único para lograrlo.
Mi generación y las siguientes probablemente son las mejores preparadas de la historia de nuestro país. Pero no son las generaciones con más triunfadores y gente feliz y realizada, más bien al contrario.
Pagamos el precio de renunciar a soñar con menos éxito y más frustración. Y ahora, en una vuelta a la casilla de salida de este gran Juego de la Oca, con muchos más años, cargas y frustraciones, buscamos la motivación que nos arrancaron y traíamos de serie.
Y entonces escuchamos a expertos en motivación decir que persigamos nuestros sueños. Ahora resulta que sí es lícito, hasta deseable, soñar y les escuchamos, algo resabiados, pensando por dentro: “ a estas alturas, ya ni sueños tengo”.

Hace falta valor para decidir recuperarlos, o para soñar otros nuevos.
Y hace falta valor para decidir 
perseguirlos.

Las crisis como impulso

Yo nunca quise tener un negocio propio.nohemi_hervada_loprimeroessoñarlo Me resultaba cómodo trabajar para otros, cobrar mi sueldo “seguro” y luego dedicar mi tiempo libre a mis aficiones. No es que eso sea malo. Es que es un timo. Sobre todo porque cuando eres madre, ya apenas hay tiempo libre y entonces tu vida se reduce a intentar dividirte ( o multiplicarte) entre tu trabajo, la intendencia familiar y la crianza de tus hijos. Y tus hobbies, tus aficiones y tus proyectos vitales se quedan en el cajón esperando a que vuelva a sobrarte tiempo.

Por suerte desperté a tiempo. O más bien, me empujaron de la cama. Gracias a una crisis personal y familiar me vi en el abismo de tener que decidir qué hacer con mi vida, hacia dónde enfocarla y cómo mantener a mis hijos.


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En ese momento pensar en tener un trabajo satisfaciente, económicamente rentable, que me permitiera disponer de mi tiempo, que no me obligara a renunciar a mis hijos, que me hiciera crecer como profesional y que contribuyera a lo que siempre quise: mejorar el mundo, parecía un sueño.


Y decidí soñarlo

  • Soñé que una simple mamá con muchas habilidades diferentes fruto de una curiosidad insaciable podría convertirse en una empresaria de éxito.
  • Soñé que no necesitaba avales externos para trabajar en aquello en lo que era buena.
  • Soñé que si no existía mi profesión, podía inventarla.
  • Soñé que mi trabajo podría inspirar a muchas otras mujeres a tomar las riendas de su vida personal y profesional.
  • Soñé que a la gente le gustaría leer lo que escribía.
  • Soñé que algún día viajaría por el mundo para hablar de lo que me apasiona a personas que quisieran escucharme.
  • Soñé que lo haría con mis hijos.
  • Soñé con un mundo en el que sean mujeres las que hablen a otras mujeres de lo que es intrínsecamente nuestro.
  • Soñé con vivir de lo que me apasiona: comunicar.
  • Y soñé con viajar a un país donde muchísima gente me ha demostrado tanto cariño a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.

Hoy es un placer deciros que todos esos sueños se han cumplido.
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¡Chile allá voy!

#LoPrimeroEsSoñarlo

Si quieres conocer todos los detalles visita la web  pinchando en la imagen y entra en el grupo de Facebook:
Quiero conocer a Nohemí Hervada en Chile

Actualización del Post:
«LoPrimeroEsSoñarlo» se ha convertido en el lema de mis giras internacionales.

  • En mayo de 2016 estuve en Chile
  • En mayo 2017 en Argentina y Uruguay
Trata bien a todo el mundo hijo mío, a las chicas más

Trata bien a todo el mundo hijo mío, a las chicas más

-Trata bien a todo el mundo hijo mío,  y a las chicas más
-¿Por qué mamá?

Ese fue el inicio de una conversación con mi hijo de 10 años. Estábamos hablando de relaciones, de conflictos y tras mi consejo me preguntó :
-» ¿Por qué hay que tratar mejor a unas personas que a otras mamá? ¿Por qué hay que tratar mejor a las mujeres? ¿No hay que tratar bien a todo el mundo?»

Y entonces tuve que explicarle  cómo funcionan las cosas en este mundo.

  • Tuve que explicarle que  «justicia» no es tratar igual a todo el mundo, porque en un mundo de desigualdad, tratar igual a todo el mundo sigue dejando en posición desfavorecida a quienes ya parten con desventaja.
  • Tuve que explicarle que no vivimos en un mundo justo, sino en un sistema machista. En un sistema donde los débiles sufren a manos de otros que tienen poder.
  • Tuve que explicarle por qué en las pelis y series que le gustan, los chicos son fuertes, valientes y héroes, y las chicas son «monas».
  • Tuve que explicarle que su hermana lo va a tener mucho más difícil que él sólo por su género.
  • Tuve que explicarle que su hermana probablemente cobrará menos que él aunque haga el mismo trabajo con la misma cualificación, sólo por su género.
  • Tuve que explicarle que su hermana, en igualdad de condiciones con un hombre, tendrá menos posibilidades de ascenso y/o promoción laboral y profesional.
  • Tuve que explicarle que  ser mujer es un factor de riesgo para sufrir abusos, acoso, discriminación y un montón de cosas que él aún ni entiende.
  • Tuve que explicarle que su hermana va a sentirse juzgada muchas más veces que él.
  • Tuve que explicarle que su hermana va a sufrir paternalismo en tantas ocasiones, y por tantas personas, que puede que llegue a normalizarlo y ni lo note.
  • Tuve que explicarle que su hermana no va a sentirse igual de respetada que él aunque vivan las mismas situaciones y por las mismas personas.
  • Tuve que explicarle que la opinión de su hermana será ignorada o aclarada o corregida por algún hombre, aunque la suya sea más valiosa, más inteligente y con más peso. (Mansplaining)
  • Tuve que explicarle que su hermana crecerá viendo cómo a las mujeres se las cosifica constantemente en la publicidad lo que influirá en cómo se ve ella y en cómo la ven los demás.

    COSIFICACION DE LA MUJER

    Imagen del blog: El Cuenco de Baubo

  • Tuve que explicarle que su hermana crecerá sometida a un juicio constante sobre su cuerpo, su sexualidad y su libertad.
  • Tuve que explicarle que su hermana aprenderá muy pronto que ir «sola» es peligroso, aunque vaya con una amiga.Que va a ser de ti lejos de casa

Y me paré porque hay cosas que aún no le puedo explicar:

  • No puedo explicarle aún que su hermana muchas veces yendo por la calle agachará la cabeza, cruzará la calle o acelerará el paso porque tendrá miedo.  No miedo a la oscuridad, no miedo a perderse, no: miedo a ser violada o algo peor ( si es que hay algo peor).
  • No puedo explicarle aún que este mundo lo único que le ofrece a su hermana y a su madre para protegerlas es que «tengan cuidado» con cómo visten, cómo hablan, con quién salen o a dónde van… (¿Cómo le explico que las mujeres tenemos que vivir en constante estado de alerta?)
  • No pude explicarle aún que su madre, como prácticamente el 100% de las mujeres que conozco, ha sufrido casi todas estas cosas y a día de hoy sigue sufriendo algunas.
  • No pude explicarle aún que cada día asesinan a niñas por serlo
  • No pude explicarle aún que cada día asesinan a mujeres por serlo

Ojalá no tenga nunca que explicarle todo lo que me queda por explicarle.  Ojalá algún día no tenga que  decirle:

Trata bien a todo el mundo hijo mío,  y a las chicas más.

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EMPODÉRATE- NOHEMÍ HERVADA.

¿Tienes espíritu de funcionario?

¿Tienes espíritu de funcionario?

Soy hija y nieta de funcionarios. Conozco de cerca bastante de  lo bueno y lo malo de este trabajo.

Sé  lo que es la desidia en el trabajo, oír a compañeros de trabajo decir: «para lo que nos pagan demasiado hacemos» o » no te vuelvas loca que no te lo van a agradecer».

He vivido de cerca la injusticia de ver jefes con carrera que tienen el cargo y el sueldo, cuando subalternos hacen el trabajo de verdad.

funcionario ©Forges

©Forges

He visto funcionarios pasar la mañana leyendo periódicos o haciendo solitarios en su PC, mientras la mesa de algún otro se llenaba sin parar. Al buen trabajador se le premia con más trabajo, al inútil o indolente, precisamente con lo contrario, «a Martínez no se lo encargues que es un inútil, si quieres que se haga dáselo a López».

El motivo por el que la  mayoría de la población sueña con ser funcionario no es precisamente por su vocación de servicio, si no  porque tenemos interiorizado que al conseguir «tu plaza» , tendrás la ansiada SEGURIDAD que todo el mundo persigue. Es como lo de «una vez salvo, siempre salvo» que rezan algunas religiones, o lo que es lo mismo: «esfuérzate ahora y luego échate a dormir»

©Forges

©Forges

Esa aspiración es comprensible en un país donde la tasa de paro es vergonzosa y preocupante. En épocas difíciles, saber que pase lo que pase, a final de mes entra el sueldo  (aunque sea poco) da mucha tranquilidad. Que se lo digan a mi familia de  7 miembros que dependía de ese único sueldo fijo.
Un trabajo fijo y seguro, para toda la vida. Esto era lo que querían nuestros padres para nosotros, y esto es lo que una gran parte de la población ha comprado como la clave del éxito.
Por ello hay jóvenes ( y no tan jóvenes) encerrados durante meses y/o años, estudiando para aprobar un examen con nota, para conseguir la ansiada plaza que le compense el esfuerzo de tanto tiempo.

¿Es malo eso?

Depende.
Veamos la etimología de la palabra funcionario. Dice Amando de Miguel, en esta publicación:

La palabra ‘funcionario’ entra en el español muy tarde, a mediados del siglo XIX, cuando se organiza el Estado liberal. Claramente viene del francés (fonctionaires), puesto que Francia era entonces el modelo del Estado.

Antes de eso, existía en español la palabra ‘función’, derivada del latín, en el sentido de “ejercicio de algún empleo, facultad u oficio”. Ese ejercicio llevaba consigo la noción de cumplimiento de una obligación. Cuando esa función se hace “pública”, el que la ejecuta es el “funcionario”.

Tampoco está mal la idea de “servidor público” (civil servant). Es de admirar ese tipo de funcionario que realmente disfruta de su trabajo, siempre dispuesto a atender al público. Está también la caricatura del funcionario resentido cuyo empeño parece ser el de poner trabas a los administrados.

¿Qué es un funcionario?

El término funcionario tiene su origen en el latín. Proviene de functio, functionis cuyo significado es ejecución, cumplimiento, ejercicio, desempeño. Esa palabra a su vez está formada por functus, supino de fungor, fungi, functus sum que es desempeñar, cumplir con, ejercer un cargo del Estado. A esa raíz func-, se le agrega el sufijo -tio(n) que indica acción y efecto, más el sufijo –arius que denota lugar. Puede considerarse entonces que el concepto etimológico de este vocablo es el que ejerce la acción y efecto de un cargo del Estado. (Leer más en Quees.la )

Según  la web Definición.es

Lo habitual es que el funcionario público tenga condiciones más beneficiosas (horario reducido, vacaciones más extensas, mayor seguridad laboral) para evitar que los mejores hombres trabajen en el negocio privado y lograr que permanezcan al servicio de la sociedad en general a través de las dependencias estatales.

 

©Morgan

©Morgan

Así, con estas definiciones en  mente, entendemos que un funcionario es un trabajador que el Estado contrata para un servicio público, al que se le da ciertos beneficios añadidos a la remuneración por su trabajo, para asegurarse de que se cuenta con los mejores profesionales. A día de hoy, si el beneficio no es la cuantía de su sueldo, sí lo es la seguridad del mismo.
Ese debió ser el origen de este sistema, y no dudo que haya funcionarios así,  pero  la realidad es que la expresión «espíritu de funcionario» no define al trabajador servicial y vocacional, sino  a un tipo de persona que ha hecho suyo el lema del «mínimo esfuerzo». Todos conocemos ( y sufrimos) un gran número de funcionarios que no sólo no son los mejores trabajadores en su oficio, sino que han llegado a ser tan indolentes y tener tan mala actitud para el servicio, que fuera de la administración, nadie les contrataría para su empresa privada.

¿Es peligroso el «espíritu de funcionario?

Por supuesto.

  • Es una lacra para el sistema público.
    Mantener empleados públicos que no son rentables y/o que son una lacra para el propio sistema (haced una encuesta entre vuestros amigos funcionarios a ver si no tienen algunos compañeros que desearían eliminar de un plumazo). Hablo del daño para la sociedad en conjunto.
  • Son los mejores embajadores de  la cultura del miedo.
    No el miedo sano, que puede ser impulsor, sino del otro, del paralizante. Esa idea de que hay que aguantar lo que sea para «mantener el trabajo». Porque «como no somos funcionarios y no tenemos nuestro trabajo seguro», tenemos que tener al patrón contento y ser buenos empleados, lo que suele traducirse en tragar con injusticias y pérdida de derechos. No creo que necesite daros ejemplos, seguro que todos habéis vivido en carne propia o de cerca estas situaciones.
  • No construyen, sólo demuelen.
    Si se sienten amenazados atacan al enemigo equivocado. En ciertas profesiones que antes eran siempre públicas, sacarse la carrera ya era garantía de tener trabajo. Así por ejemplo, quien estudiaba la especialidad de matrona, por ejemplo, sabía que tenía trabajo seguro. Pero en época de recortes y de menos contratación de empleo público, resulta que hay miles de individuos que se han pasado años preparándose para al acabar tener «su plaza fija», y ahora se encuentran donde nos encontramos todos: teniendo que buscarnos las habichuelas.
    Esto hace que no baste con haber sido un lumbreras en la época de estudiante o residente, porque ahora si quiero trabajar tengo que buscarme la vida por mi cuenta, y lo más duro para las personas con espíritu de funcionario,  es asumir que hay que seguir trabajando cada día. Saber que hay  que ser tan bueno que consiga que me paguen los usuarios directamente, en vez de ir a quienes provee el sistema público de salud sin coste añadido.
    Y claro, el cliente, al final es un tribunal más duro que el de los exámenes de la oposición. Porque tienes que examinarte cada día, con cada cliente, con cada servicio que prestas. Porque el cliente sí puede despedirnos. Y esta verdad es algo para lo que los individuos con espíritu de funcionario no se prepararon nunca.
    Por eso vemos a este colectivo en concreto muerto de miedo ante la nueva realidad que vivimos todos. Un escenario profesional amplio, cambiante y diverso. Donde las mujeres se informan, buscan, deciden y eligen. Y viendo que el sistema público no cumple sus expectativas, lo que hacen es buscar entre los profesionales que trabajan por cuenta propia aquél que les parece que responde a su necesidad. En ese marco, como pasa siempre que una sociedad cambia y evoluciona, aparecen nuevas profesiones para dar respuesta a las nuevas demandas.
    Así, cuando vemos a matronas atacar a las doulas, a las parteras, a las asesoras de maternidad, a las asesoras de porteo o a las fisioterapeutas, lo que vemos realmente es su incompetencia para ser un  colectivo  profesional compuesto por personas profesionales que la gente este dispuesta a contratar y  pagar.
    Porque las matronas buenas de verdad, trabajan. O dentro del sistema o fuera. Pero no andan llorando ni culpando al mundo de sus desgracia profesional. Lo que hacen es asumir ellas la responsabilidad de sus vidas y sus trabajos. Vamos, como hacen los abogados, fontaneros, dentistas y mecánicos. Como todo hijo de vecino.
  • Se contagia
    Quizás esta es la peor parte. Porque a veces consiguen que hasta personas sensatas y con buen juicio entren en pánico y actúen de forma totalmente incoherente.
    Y resulta entonces que la fantasía en la que viven este tipo de personas acaba siendo una realidad para más gente. Gente que se olvida que en nuestro país, por ejemplo, el intrusismo es un delito personal, que no se puede acusar a todo un colectivo de intrusismo, a riesgo de que sean ellos los que acaben denunciados por atentar contra el honor del colectivo o por competencia desleal.
    Gente que se olvida que existe la libertad personal, la libertad de elección y la Ley de autonomía del paciente.
    Gente que se olvida que incluso la Ley se orienta hacia la liberalización de servicios y facilidad de acceso al mercado laboral, no justo  lo contrario (Ley Omnibus).
    Gente, en definitiva, que en vez de aprender de la competencia, como hace cualquier emprendedor y/o profesional inteligente, se dedica a difamar  y a ladrar. En ocasiones usando tácticas más propias de terroristas que de personas profesionales en la que depositar nuestra confianza.

En resumen,  si tienes este horrible virus letal llamado «espíritu de funcionario» te aconsejo que cuanto antes lo destierres de tu vida.

  • 5000 firmas contra las doulasAsume de una vez tu responsabilidad personal y deja de querer que el «papá estado» te solucione la vida.
  • Deja de culpar a los demás que no te escogen a ti por saber lo que quieren
  • Deja de arremeter contra aquellas personas, profesionales,  que han demostrado saber escuchar a sus clientes, dándoles lo que piden.
  • Deja de criticar a quienes  han sabido «inventarse» una profesión y que día a día demuestran que saben venderla. Porque son buenas en lo suyo. Porque los «malos», esos, acaban «cerrando».
  • En definitiva:  deja ya de buscar «portadas» y busca «trabajo»…

o mejor no, mejor lee algunos fragmentos del texto que  escribió hace poco Risto Mejide para El Periódico.com: y que te invito a leer completo:

@Ristomejide

 «No busques trabajo»

(…)
No utilices el verbo buscar.

Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
(…)

Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.

No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.
(…)

Y a continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.

Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. (…)

PD: Gracias  A Lorena Moncholí por su asesoramiento.
Lorena es madre y abogada especialista en derecho sanitario, familia, maternidad e infancia

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Las feministas que no lo son

Las feministas que no lo son

He dudado si escribir este post en mi otro blog Mimos y Teta, ya que va de maternidad y lactancia.
Al final lo escribo aquí porque en realidad esto no va de lactancia, ni de tetas. Ni siquiera va de mujeres o de feminismo.
Va de lo que van la mayoría de los conflictos entre las personas.

Va de  derechos y libertades.

De derechos fundamentales y de cómo conseguimos compaginarlos todos. De cuáles prevalecen sobre otros. De aceptar que a cada uno le duele su herida, pero que eso no invisibiliza las heridas de las demás.
Va de respeto. Va de empatía. Va de que no hay que pisar al otro para subir más, cuando no puedo subir por mi propio pie.
Va de libertad, de otorgarla y de ejercerla con responsabilidad.

En esta semana, desde que Carolina Bescansa acudió al Congreso con su bebé, hemos visto incendiados los medios de comunicación y las redes con el tema. Yo misma he escrito varias cosas al hilo, no ya de lo que hizo esta mujer adulta y libre, sino al hilo de las reacciones que provocaba su acción.

La mayoría tiene una opinión formada del por qué lo hizo. Incluso después de que ella haya declarado sus motivos, muchos pensarán o que sus motivos no son válidos o que no son ciertos. Una vez más, el ser humano atribuyéndose, ya no el derecho a opinar, sino el derecho a juzgar los motivos del prójimo. Como si fuera tan fácil.
Para mí este suceso pone sobre la mesa temas que me preocupan mucho más que el ego herido de esas otras profesionales que se quejaban de no poder acudir ellas a sus trabajos con sus hijos.  Me hastía esa manía de reducir los problemas de la humanidad a  «pues en mi caso»… Seguimos creyéndonos la medida del Universo, «si yo no puedo», «si yo lo hago», «lo que yo opino»…

  • Cirujanas que se ofenden porque no pueden  meter a su hijos en el quirófano, en vez de plantearse por qué cualquier madre debe reincorporarse por obligación a su puesto de trabajo a las 16 semanas de haber tenido a su bebé. (Como yo no puedo, que nadie pueda).
  • Políticas que critican que Carolina no haya dejado a su bebé en la guardería del Congreso (que no olvidemos es un sitio extraño, con personas extrañas, para ese bebé) cuando ellas escogieron incluso renunciar a la licencia de maternidad retribuida escasa e insuficiente y volver al trabajo a los 10 días. (Si yo lo hice, que lo haga ella– que es la versión políticamente correcta del «si yo me j**í, que se j**a ella»)
  • Personas de opiniones políticas contrarias que la critican sólo por su ideología, porque ya se sabe que en este país se debate así, no argumentando, sino criticando por sistema lo que haga el de enfrente. (Si es de otro partido, todo lo que haga está mal).
  • «Profesionales» argumentando con opiniones en vez de hechos. (Lo que yo opino, como soy X, es la verdad)

Y yo me pregunto :

¿En qué punto las personas hemos perdido tanto el sentido común?
¿En qué momento nos hemos vuelto tan estúpidamente mezquinos de creernos en posesión de la única verdad cuando lo cierto es que lo que creemos es nuestra opinión, tan simple, única y personal, como la del otro?
¿Quién nos convenció que el hecho de tener un título, unos estudios, una profesión o un historial convierte en VERDAD lo que no deja de ser nuestra sesgada visión de la realidad?
¿Cómo, personas a las que se les supone un nivel intelectual mínimo, son incapaces de distinguir entre hechos  y prejuicios?
¿En qué punto nos empezó a interesar más tener razón que intentar conocer la verdad ?

Lo reconozco, he caído en la trampa de intentar argumentar en este debate estéril con personas que no quieren escuchar a otros, sino sólo escucharse a sí mismos y a aquéllos que les adulan.
He hablado de pruebas y de estudios, y de ciencia, y de biología, y de hormonas y de derechos y de libertad, a quienes sólo buscan reafirmarse en su posición y planteamiento de vida y creencias.
Y al final, ha pasado.


Si llego a vieja, podré explicarle a mis nietos, a mis hijos ya lo hago,  lo que es la libertad y lo que son los derechos de las personas.
Les explicaré que los derechos no son sólo para los que votan. De hecho son aún más importantes para aquellos que no votan o no se sienten representados. Que no son sólo para los que piensan como yo. Que no son sólo derechos perseguibles los que afectan a lo que es me es familiar, común o conocido.
Les contaré a mis nietos que algunas personas lucharon mucho para conseguir derechos que yo me encontré ya adquiridos, lo cual agradezco, pero que quizás en su lucha, se les olvidó que hay otros derechos que aún no se han conseguido y algunos de esos son los que me movieron a mí a trabajar.
Les hablaré de que ser una persona no depende del género, ni del tamaño, ni de la edad, ni de la capacidad económica, intelectual o social. Les explicaré que ellos, niños, son personas y tienen derechos.
Les contaré cómo el ser humano, en su incongruencia, me hizo, en cierto sentido, partícipe de una guerra estúpida, en la que algunas feministas, pagadas de sí mismas y de su logros pasados, en el año 2016, insultaron a otras mujeres por pensar, opinar, creer y sentir diferente.
Les contaré que algo tan intrínsecamente humano como es nuestra forma de reproducirnos y criarnos, ofende a algunas ( o muchas) de nuestras congéneres que han escogido extirpar este proceso por completo de sus vidas o anestesiarlo (permitidme el doble sentido de la expresión), lo cual es totalmente lícito, pero no contentas con su elección, critican de forma feroz a quienes manifestamos querer hacerlo como nos da la gana.  Al parecer, lo que más molesta es que nuestra elección, totalmente libre y legítima, además nos da placer.
Esto lo explicaré en detalle, porque quizás ahí está el gran quid de la cuestión: el placer.
LAs luchas siempre han ocasionado dolor y sufrimiento y muerte. El placer es quizás lo más subversivo que hay, así que imagino que a quienes han sufrido para obtener derechos, les debe costar ver otro tipo de lucha. Una con menos renuncia y más amplitud. Con menos lágrimas y más placer.
Algún día se entenderá que ser lactófila no es un insulto, sino un adjetivo calificativo de nuestra especie.


Somos lactófilos, eso nos ha hecho sobrevivir como especie.  Por cierto, que la agresividad (o excitabilidad) de las madres que crían, es propia de todas las mamíferas. Se llama instinto de protección  y por si no lo sabían, como muchos otros, son procesos neuroendocrinos que han asegurado la supervivencia.
Lo maravilloso de nuestra forma de ser, reproducirnos y criar es que toda ella está diseñada, no sólo para la pura supervivencia, sino para que se haga con placer. Placer al engendrar, placer al parir, placer al amamantar y placer al criar.
Como diría mi genial amiga, la bióloga e investigadora Irene García Perulero, la culpa es toda de la oxitocina.

Siento en el alma que la Beauvoir, y la Badinter tenga esa animadversión hacia lo maternal. No soy juez,  ni terapeuta, ni lectora de almas, así que no me corresponde a mí saber qué les llevó a expresarse como lo hiceron con respecto a la maternidad. Sé que hay muchísimas mujeres que no disfrutan su maternidad. Me consta porque parte de mi trabajo es cambiar eso. Pero aceptar esas realidades y luchar por cambiarlas no anula la gran verdad: que muchas otros sí la disfrutamos.
No me considero  más esclava del patriarcado por ser madre y ejercer de madre.  Si acaso, lo que me siento es menos representada. Porque las mujeres que están en los lugares de poder y posicionamiento, hasta ahora, lo han hecho a costa de no ser madres, o de delegar la crianza de sus propios hijos. Por eso el gesto de Carolina Bescansa ha sido necesario. Puso sobre la mesa el verdadero debate. Porque la que no quiere criar, ya tiene todo un sistema montado para no hacerlo. La cuestión ahora es que la que quiere criar  a sus hijos sin delegar ni abdicar la tarea no lo tiene fácil. La mayoría lo hace a costa de renunciar a su poder adquisitivo, a su status o a su independencia, y eso es lo que hay que cambiar.

  • Si quieres parir con anestesia, tumbada y enchufada a un monitor es tu decisión. Algunas luchamos para que la que no quiere no sea increpada ni amenazada  por ello.
  • Si no quieres dar teta sencillamente no la das. (Otro tema es por qué luego hay tanto resquemor con esa decisión, pero ese es otro debate).
  • Si no quieres quedarte a criar a tu bebé, más allá de las semanas obligatorias ( a no ser que seas vicepresidenta claro), pues no lo haces
  • Si quieres que otros cuiden a tu bebé, pues aquí ya lo tienes más difícil dependiendo de tu capacidad económica y logística familiar, porque no siempre hay/ se puede costear una guardería (este es otro tema peliagudo), pero al parecer tienes el beneplácito de la mayoría aplaudiendo tu acción. ( Al fin y al cabo mantienes el status quo y no ofendes a la que no los cría ella).

En definitiva: si no disfrutas siendo madre nadie te puede obligar a ello. Pretender que  «algún colectivo de lactofilia» puede cambiar eso es ser o demagoga o ignorante.
Lo que sí se puede es trabajar porque las mujeres tengamos DERECHO a elegir.

Y eso es lo que algunas aún, tras tantos años en las trincheras, no han comprendido.

Y ya poniéndome pesada diré, que el Gran Objetivo no es luchar por tus derechos, sino por todos los derechos. Al final se trata de libertad  y posibilidad de elegir. Distinguir  posibilidad con obligación al parecer no es tan fácil para algunas.

red feminista tuit

Sería interesante ver dónde quedan los derechos de los niños en todo este debate.

Quizás por eso, algunas personas no quieren oír hablar del apego y de la neurobiología. Porque es muy duro que te den argumentos de peso que te dicen a las claras que sí, que tú eres muy moderna y liberal criticando a los empresarios que no quieren contratar mujeres, o que  pagan menos a una mujer que a un hombre por el mismo trabajo, cuando tú, a tu vez, crees que tus derechos , como mujer adulta, son más valiosos y poderosos que los de los bebés y niños.


Quizás la patada al patriarcado sea demostrar que podemos luchar por nuestros derechos sin dar nosotras la patada a otras mujeres a quienes consideramos inferiores por el motivo que sea, ni a sus/nuestros hijos.
Quizás sea quitarnos de encima el paternalismo dejando de ser paternalistas.
Quizás sea alegrándonos de los triunfos de otras, porque abren camino a los nuestros.
Quizás sea aspirando a igualarnos por arriba y no a perder derechos para igualarnos mezquinamente por abajo.
Quizás sea escuchando y dando voz incluso a quienes no consideramos dignos de ser escuchados.
Quizás sea demostrando que podemos tenerlo todo en vez de empeñarnos en parchear o escoger renunciando.

 


*Quizás te interese leer a otras miembros de la secta de la lactofilia:

maria berrozpe

Y podéis leer este artículo de alguien que, como ella misma dice, no es sospechosa de lactofilia, sino más bien de lo contrario, y hasta ella ha entendido de qué va el tema.

Por último, contribuye al cambio compartiendo estos post si te han gustado o comentando y enriqueciendo el debate.

La maternidad sin tabues