Yo siempre quise ser abogada.
Desde muy pequeña, tanto que mis amiguitas no sabían qué era eso que yo quería ser. Ni siquiera sé de dónde nació ese deseo porque en mi familia no había abogados ni nada parecido. Imagino que vería alguna serie de TV y me fascinaría eso de defender a los inocentes de las injusticias. “Abogada de pleitos pobres” me llamaba mi padre.
Llegada la edad de ir a la Universidad decidí dejar de estudiar y ponerme a trabajar para poder independizarme cuanto antes. Con 19 años ya vivía sola. No estudié una carrera, pero nunca me sentí frustrada porque estaba viviendo la vida que quería, donde quería y como quería.
El aprendizaje de esos años fue de mucho más valor para mí que cualquier carrera dirigida por otros.
¿A dónde van nuestros sueños?
De niños solemos soñar con profesiones que idealizamos. Y la vida y sobre todo los adultos se encargan de enseñarnos que “soñar” es una inutilidad, que no es práctico, que los soñadores rara vez pueden pagan una hipoteca, el coche y las vacaciones en la playa.
Y así vamos creciendo y cambiamos los sueños por “promesas de éxito”. Por supuesto, un éxito prediseñado, con un camino único para lograrlo.
Mi generación y las siguientes probablemente son las mejores preparadas de la historia de nuestro país. Pero no son las generaciones con más triunfadores y gente feliz y realizada, más bien al contrario.
Pagamos el precio de renunciar a soñar con menos éxito y más frustración. Y ahora, en una vuelta a la casilla de salida de este gran Juego de la Oca, con muchos más años, cargas y frustraciones, buscamos la motivación que nos arrancaron y traíamos de serie.
Y entonces escuchamos a expertos en motivación decir que persigamos nuestros sueños. Ahora resulta que sí es lícito, hasta deseable, soñar y les escuchamos, algo resabiados, pensando por dentro: “ a estas alturas, ya ni sueños tengo”.
Hace falta valor para decidir recuperarlos, o para soñar otros nuevos.
Y hace falta valor para decidir perseguirlos.
Las crisis como impulso
Yo nunca quise tener un negocio propio. Me resultaba cómodo trabajar para otros, cobrar mi sueldo “seguro” y luego dedicar mi tiempo libre a mis aficiones. No es que eso sea malo. Es que es un timo. Sobre todo porque cuando eres madre, ya apenas hay tiempo libre y entonces tu vida se reduce a intentar dividirte ( o multiplicarte) entre tu trabajo, la intendencia familiar y la crianza de tus hijos. Y tus hobbies, tus aficiones y tus proyectos vitales se quedan en el cajón esperando a que vuelva a sobrarte tiempo.
Por suerte desperté a tiempo. O más bien, me empujaron de la cama. Gracias a una crisis personal y familiar me vi en el abismo de tener que decidir qué hacer con mi vida, hacia dónde enfocarla y cómo mantener a mis hijos.
.
En ese momento pensar en tener un trabajo satisfaciente, económicamente rentable, que me permitiera disponer de mi tiempo, que no me obligara a renunciar a mis hijos, que me hiciera crecer como profesional y que contribuyera a lo que siempre quise: mejorar el mundo, parecía un sueño.
Y decidí soñarlo
- Soñé que una simple mamá con muchas habilidades diferentes fruto de una curiosidad insaciable podría convertirse en una empresaria de éxito.
- Soñé que no necesitaba avales externos para trabajar en aquello en lo que era buena.
- Soñé que si no existía mi profesión, podía inventarla.
- Soñé que mi trabajo podría inspirar a muchas otras mujeres a tomar las riendas de su vida personal y profesional.
- Soñé que a la gente le gustaría leer lo que escribía.
- Soñé que algún día viajaría por el mundo para hablar de lo que me apasiona a personas que quisieran escucharme.
- Soñé que lo haría con mis hijos.
- Soñé con un mundo en el que sean mujeres las que hablen a otras mujeres de lo que es intrínsecamente nuestro.
- Soñé con vivir de lo que me apasiona: comunicar.
- Y soñé con viajar a un país donde muchísima gente me ha demostrado tanto cariño a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.
Hoy es un placer deciros que todos esos sueños se han cumplido.
.
¡Chile allá voy!
#LoPrimeroEsSoñarlo
Si quieres conocer todos los detalles visita la web pinchando en la imagen y entra en el grupo de Facebook:
Quiero conocer a Nohemí Hervada en Chile
Actualización del Post:
«LoPrimeroEsSoñarlo» se ha convertido en el lema de mis giras internacionales.
- En mayo de 2016 estuve en Chile
- En mayo 2017 en Argentina y Uruguay