Te molesta el éxito ajeno

Te molesta el éxito ajeno

Que sí, que a todos nos han educado poniéndonos calificaciones, jugando a juegos donde solo uno se lleva la medalla, comparándonos con el hermano, la prima y el vecino. Que el modelo competitivo lo llevamos grabado a fuego en la psique.
Pero mírate, eres adult@.

Ya no hay nadie poniéndote notas ni comparándote. Al menos nadie que deba importarte.
Eres responsable de tu vida y de tus acciones. De tus decisiones y de las consecuencias que vienen con ellas.

Como los demás.

Puedes seguir quejándote de que el mundo está en tu contra y de que a los demás  les va bien porque «se lo han puesto fácil» «porque tiene cuña» «por esto» o «por lo otro»:
Da igual cómo estén los demás, donde están o por qué están. LA cuestión es: dónde estás tú y por qué, más importante aún ¿Que vas a hacer para estar donde quieres?

En el nicho en el que yo trabajo somos bastante endogámicos. Nos conocemos casi todos, bueno casi todas, que somos mayoritariamente mujeres.
Y resulta que un grupo mucho más pequeño aún empezó hace años a hacer cosas y a dejarse ver y oír, y a asociares y a reivindicar… ya sabemos todos el proceso ¿no?
Pues bien, perfecto. Gracias.
Y después de esas pioneras llegamos otras, atraídas por la misma motivación y ganas y necesidad de hacer cosas y cambiar cosas.
Y en un momento dado algunas decidimos que había otros medios y formas y caminos.
Que si queremos respeto lo primero es respetarnos a nosotras mismas y no hacerlo todo a ritmo de silbato. Por mucho que el silbato tenga mucho renombre y reputación, da igual:

Los silbatos son silbatos, sean de plástico, o de oro. De un año o de 100 años. Tienen el mismo fin.

Y entonces algunas hicimos cosas que chocaban.
Decidimos que para ser lactivista o partivista o feminista había otras vías.
Que acepto que haya quien se sienta bien en un rol determinado y en su forma de ver y hacer las cosas, pero que si yo no me siento identificada con todo o parte, puedo elegir hacerlo de otro modo.
Soy libre señoras, y soy mayor, y autónoma y responsable y medianamente inteligente.
Y puedo ser una fantástica asesora de maternidad sin parecerme a nadie.

Puedo seguir siendo yo.

Y  en mi vida personal puedo hacer lo que me plazca y reirme con quien quiera, y de lo que quiera.

Porque entre otras cosas, algo que no entendía de algunos sectores  «maternales» era su perpetua mala leche con todo y con todos.

Habrá más lactancias felices y partos felices y crianzas felices  no cuando nos hayamos peleado con el planeta, sino cuando haya más personas felices.

Que también hay momento para pelearse y reivindicar, por supuesto, pero por favor no todo el rato. Porque al final es que parece una novela negra, todos echando humo todo el rato y criticando el blanco, el negro, y el gris ( y del rosa ya ni hablo…).
A mí me gusta hacer las cosas de forma muy profesional, y eso no lo digo yo, lo dicen mis clientes y mis alumnas y mis amigas y las madres que he tratado desinteresadamente estos años. Por cierto que no hago distanción en ese aspecto: mi trato intento que sea exquisito SIEMPRE.
Pero profesional para mí no es ni seria, ni amargada, ni criticona, ni fea.

Sí FEA. Porque al parecer, lo que molesta en ciertos sectores ya no es que cobre o no cobre, o que venda o no venda mis cursos (que por cierto los vendo ), sino que publique fotos mías fuera de la onda maternal. Y que hay quien crea que salgo guapa.
Entonces yo me pregunto: ¿TE molesta mi éxito? ¿Mi trabajo? (que por cierto desconoces) ¿o Mi cara?

Y digo «mi éxito» pero podría decir el de cualquier otro…

  • ¿Te molesta el éxito ajeno?
  • ¿Tienes por costumbre aplaudir cuando a otros les va bien?
  • ¿Compartes sus triunfos y alegrías?
  • ¿Les felicitas?
  • ¿Los recomiendas?

Creo que un buen examen sería revisar nuestros propios muros  en redes sociales  y profesionales y ver…

  • ¿Qué hay ahí?
  • ¿Es un canto al YO?
  • ¿ o comparto generosamente proyectos y trabajos de otros?
  • ¿ Hay solo quejas y lamentos?
  • ¿ o contribuyo con optimismo a mostrar que hay otra forma de ver las cosas?
Diapo extraída de "Sácate Partido" Taller de Nohemí Hervada

Diapo extraída de «Sácate Partido» Taller de Nohemí Hervada ©NohemiHervada

  • ¿Me molesta el reflejo de otros porque son lo que yo no soy?
  • ¿o porque son lo que yo soy?
  • ¿o porque son lo que yo querría ser?

Es mi propuesta de reflexión antes de irme de vacaciones.

Porque como trabajo y me lo curro mucho, me voy de vacaciones. Y me haré fotos frívolas, donde intentaré salir monísima y feliz, abrazando a gente que quiero y por supuesto las colgaré en mi muro, para que te alegres conmigo… o para que te moleste verlas… eso ya es cosa tuya.

Esta Soy YO

Esta Soy YO

Esta también soy YO

Y esta también soy YO

El empoderamiento individual lleva al colectivo

El empoderamiento individual lleva al colectivo

Ayer me entero de que se ha publicado en los medios esta noticia:

«Alerta mundial» de la Interpol para localizar a un niño raptado de un hospital por sus padres

Me cuentan «la verdad» de la noticia y cómo durante días se ha dado información parcial que tergiversaba por completo la noticia.
Afortunadamente los medios de difusión hoy en día están al alcance de cualquiera que tenga un smartphone y una cuenta de correo y esta familia grabó un video y lo subió a Youtube explicando abiertamente y con claridad lo ocurrido

El británico que se llevó a su hijo enfermo del hospital sin permiso se explica en un vídeo

Este tema me ha dado que pensar por muchas cosas.
Porque soy madre.
Porque soy persona
Porque estoy firmemente convencida de la autonomía del ser humano
Porque en mi trabajo de desarrollo personal trabajo sobre todo en los prejuicios y en el empoderamiento contra la sumisión y la indefensión aprendida.

En este post me gustaría analizar algunos puntos interesantes a modo de reflexión personal primero y colectiva después. Porque la «masa» la formamos los individuos. Y parece que siempre son otros los responsables de cómo van las cosas, pero YO y TÚ también estamos en ese grupo. Y  a veces una sola persona, con capacidad de cuestionamiento puede conseguir despertar la conciencia de todo un grupo. O al menos intentarlo.

Juzgamos sin tener toda la información

Esto se llama PREJUICIO.
¿Creías que tú no tenía prejuicios? ¿Porque no te pones una  capucha blanca y escribes pancartas racistas?
Los prejuicios están tan arraigados en una sociedad que no somos conscientes la mayoría de las veces.
EN este caso la orientación religiosa de esta familia no tenía nada que ver, pero ha sido el detonante para poner a la opinión pública contra ellos.
Es curioso que en la mayoría de noticias que leo sobre «crímenes», no hablo de supuestos crímenes o delitos, sino de «crímenes», no se especifica en titulares, ni en  la notica si el delincuente es católico.
Solo interesa cuando eres parte de una minoría. Porque se nos llena la boca con la palabra «democracia» y seguimos siendo una sociedad pacata que no soporta lo diferente. Sobre todo en cuestión de pensamiento.
¿Qué pasaría si a todos los individuos del grupo les da por pensar y replantearse lo mayormente aceptado? ¿Estamos dispuestos a convivir de verdad y no de boquilla con una sociedad plural? Plural en lo religioso, en lo político, en lo cultural, en lo ideológico, en lo personal…
La respuesta es que no.

Criticamos al que se sale del rebaño

¿Cuántos de quienes leéis este artículo juzgasteis a estos padres solo porque se mencionó su religión?
¿Cuántos de vosotros tras haber puesto en las redes verdaderas burradas en su contra vais ahora a retractaros?

prejuicios
Ese es el indicador de una sociedad que camina hacia la madurez y el empoderamiento. Me temo que nos queda mucho aún. Solo hay que leer los comentarios de la gente al artículo. Me da vergüenza de especie.
Porque mañana puedo ser yo. Ese niño puede ser mi hijo,y el tuyo. Y puede que en algún momento de tu vida vivas en tus carnes que la «mayoría» o la «autoridad de turno» no te respetan, incluso como es el caso, que ponen en peligro el bienestar y la vida de tu hijo, y tendrás que tomar una decisión.

¿Aceptarás sumiso? ¿O tomarás acción?

En este caso el que la familia pertenezca a una confesión religiosa les ha supuesto una ventaja, aunque no lo parezca. Porque pertenecer a una religión minoritaria en una sociedad como la nuestra implica que llevas años aprendiendo a tomar tus propias decisiones sin buscar la aprobación de la mayoría. Porque aunque muchas veces oímos que califican de «sectas» a ciertos grupos de pensamiento, en realidad en muchos casos precisamente esas personas lo que han hecho es replantearse el pensamiento mayoritario, cuestionarlo y decidir no seguirlo. Pueden estar equivocados o no, pero han hecho un ejercicio que la mayoría de nosotros no hacemos. Porque ¿por qué tienes tú las creencias que tienes? ¿Crees que han sido decisión tuya?
Siento decirte que la mayoría no. Venimos condicionados desde antes de nacer para seguir el patrón marcado. Lo raro es desmarcarse.

Cuando has vivido pensando diferente al resto acabas aprendiendo a defender lo que crees, y eso te da una seguridad en tus creencias que contribuyen a tener una firme convicción.

«Y a final de todo, la actitud lo es todo»

Y en este caso lo importante no era la religión porque ni siquiera estaba por medio el consabido tema de las transfusiones. En este caso lo importante era la autonomía del paciente.

Autonomía del paciente

Algo por lo que peleamos a diario a pesar de tener una ley que lo recoge.
Pero la Ley no cambia a las personas. Y la mentalidad colectiva sigue siendo  que «lo que dice el médico va a misa», si me permitís el juego de conceptos.

mafalda
Y lo malo es que esa mentalidad la tienen los médicos (y perdonadme que generalice que sé que hay muchísimos médicos que no, pero siguen siendo minoría) y la tenemos los pacientes, y la tiene la sociedad.
Es el debate de siempre:

Hasta qué punto nuestro cuerpo y lo que sucede con él es cosa nuestra.
¿Dónde está el límite?
¿Por qué cuesta tanto educar y educarnos para la responsabilidad personal?

Es un debate que oigo casi a diario por el trabajo que desempeño como Asesora y Formadora de Asesoras de Maternidad. En la ginecología y obstetricia estamos contiguamente casi gritando que la mujer ES libre de poder decidir sobre su cuerpo.  Libre de decidir cómo llevar su embarazo, cómo y con quién parir, etc.

OS copio, con su permiso,  una interesante reflexión al hilo de Mónica Felipe Larralde, autora de  Cuerpo de Mujer: reconectar con el útero.

Cuando se apela a la legalidad como el límite de una decisión personal de una mujer sobre su cuerpo, estamos dando por sentado que hay otros poderes superiores al de la propia mujer que tienen potestad para tomar decisiones por ella misma. Eso me parece muy grave, porque enmascara un sentido de la libertad personal bastante reaccionario. Y añado: jamás dejaré que otra persona que no sea yo misma decida por mi lo que deseo hacer o dejar de hacer con mi cuerpo. Yo asumo todas las consecuencias de mi decisiones y si me equivoco, será mía la responsabilidad (como lo es siempre, esté acompañada por quien esté con la titulación que sea). No quiero entrar en más polémicas pero es que creo necesario recordar que las mujeres podemos tomar decisiones con absoluta libertad.[/box]
Y seguimos topando con el mismo muro.

Porque es al final el mismo muro: la violencia obstétrica, el paternalismo de los profesionales con los padres en todo lo que tiene que ver con los hijos, los prejuicios hacia un colectivo que decide con responsabilidad cosas diferentes a lo que la mayoría establece como lo correcto.

La información y la responsabilidad personal.

Esos padres están empoderados… tú y yo y cualquiera que les ha juzgado sin saber no.
Tenían información, y tomaron una decisión aceptando la responsabilidad que conllevaba.
La pregunta es… ¿qué secta es entonces la verdaderamente peligrosa?

  • ¿La de las «locas que deciden parir en casa» o la de las inteligentes que confían en su médico y su gran hospital y acaban con secuelas de por vida?
  • ¿La de unos padres acostumbrados a cuestionarse los tratamientos y buscar el mejor o la de los que aceptamos una única opinión porque aún nos creemos que todos los señores con bata blanca saben siempre lo que es mejor, aunque se demuestre que no?
  • ¿La de «es@s que van de empoderadas» y todo lo discuten o la de es@s que van por la vida obedeciendo a todo el que crea tener autoridad sobre nosotros?
  • ¿La de «es@s que no tienen formación reglada que las avale» o la de quienes teniéndola demuestran quedarse atrás en las necesidades de hoy de nuestra sociedad y en el respeto a la autonomía de cada individuo?

Yo tengo claro en qué grupos quiero estar en cada caso, te animo a que tú te lo plantees.
Y ojalá la próxima vez que todos leamos una noticia de linchamiento colectivo tengamos la capacidad de obviar nuestros propios prejuicios y ser algo más justos. Recuerda que mañana puedes ser tú.

 

Video grabado por la famila King

PD:En mi taller «Empodérate» trabajo sobre este tema y doy Tips y consejos para emprender un camino de responsabilidad personal a la hora de tomar decisiones. Si estás interesado en hacerlo de forma personal o en ofrecerlo a un grupo ponte en contacto conmigo.

El mundo necesita más Mercedes Granda

El mundo necesita más Mercedes Granda

Cuando le dediqué un artículo a Elena López os prometí otro para presentaros a la otra persona clave en Asesoras Continuum: Mercedes Granda.
Lo primero que debo hacer es disculparme por haber tardado tanto… al final ya sabéis, lo urgente se come a lo importante… y ese no es un buen sistema de trabajo.

Muchos ya la conoceréis por su web Mi Saquito Mágico.
Merce (como la llamamos sus amigas) fue una de las fundadoras de Red Canguro y recuerdo que cuando nos conocimos virtualmente era la más freaky del mundo de porteo que yo había conocido.
Se formó como monitora de porteo por una asociación belga, y recién llegada a España no sabía que había un grupo de locas como ella gestando lo que después se convirtió en el núcleo del que nació la Asociación española por el fomento del uso de portabebés.
En esa etapa nos juntamos un grupito grande de mujeres para hacer algo increíble, y he de decir que el tiempo y la vida nos ha alejado de la mayoría, pero tengo la suerte de contar hoy en mi trabajo con dos de ellas, valiosísimas para mi.

Casi desde el principio de trabajar en el porteo Merce demostró ser la wikipedia del porteo, de hecho la llamábamos cariñosamente WikiMerce, porque en el foro, cuando había preguntas relacionadas con la historia del porteo, portabebés raros, o porteo en casos especiales, Merce era la que más conocimiento tenía.
De ese modo la mayoría de las consultas de ese tipo se le derivaban a ella, lo que hizo que su experiencia práctica aumentara muchísimo,
A día de hoy, es frecuente en los foros y redes sociales que cuando hay dudas sobre estos temas, se cite a Merce para que les responda.

Merce no solo tiene experiencia por formarse y tratar familias,  ha vivido mucho de lo que hoy aconseja. Su segunda hija, Lea, una preciosa niña que ya desde su nacimiento dio lecciones de vida, fue diagnosticada de hemiparesia, con lo cual Merce ha pasado muchísimo tiempo con médicos, fisioterapeutas, rehabilitadores, enseñándoles en el día a día cómo el porteo beneficia no solo los casos como el de su hija, sino muchos otros.

Los últimos años se ha ido especializando en todos los temas que tienen que ver con Maternidad y Discapacidad, no solo el porteo, sino ya desde la búsqueda del embarazo.
Es socia de El Parto es Nuestro, lactivista, y por supuesto Formadora Continuum. Es una experta Asesora de Maternidad, especializada en casos de discapacidad (Porteo Adaptado)

En la  formación  de Asesoras Continuum es la responsable del módulo Porteo y Necesidades Especiales, y formadora junto a Elena y a mi en Porteo. Además como geógrafa especializada en geografía humana, sus clases de Historia del Porteo son fundamentales para formas asesoras de porteo completas.

Equipo Continuum

Mercedes Granda, Elena López y yo misma

Gracias  a Merce yo personalmente, he visibilizado las maternidades más ocultas, las relacionadas con la discapacidad en cualquiera de sus formas.
Si ser madre nos convierte en una especie de «discapaces» a los ojos de un sistema totalmente paternalista, cuando la madre parte con alguna característica limitante como punto de partida podéis imaginar  el periplo que ha de vivir para no ser más ninguneada o aniñada aún.

Los avances de la medicina y la ciencia hacen posible la maternidad en muchos casos en los que antes era difícil o imposible, pero a nivel social y/o emocional, nuestra sociedad sigue sin saber acompañar y asesorar a las familias que se enfrentan a este reto.

Madres con movilidad reducida, discapacidades varias, enfermedades limitantes, madres con bebés enfermos, a veces diagnosticados desde el embarazo, otras que se enfrentan a la dura noticia de que su hijo no es el «niño sano y perfecto» que soñamos… todas estas madres ( y padres) se enfrentan a muchos miedos y dudas.
Se necesitan personas preparadas y formadas, con experiencia en estas vivencias que sepan escuchar, orientar, derivar a losprofesionales necesarios y asesorar en temas como lactancia y porteo de forma seria y con conocimiento real, no a tientas o de oídas.

Nosotras tenemos a Merce.

Y vosotros también.

asesoras Continuum banner
Mercedes no solo trabaja para la formación de Asesoras Continuum, gracias a la tecnología, si necesitas su asesoramiento, puedes contactarla por  correo, teléfono o videoconferencia.

Contar con una Asesora de Maternidad puede marcar la diferencia en la vivencia de la maternidad, si tu maternidad es especial, contar con el asesoramiento de Merce sin duda puede  ayudarte a aliviar la carga extra que supone para ti.

EL mundo necesita más personas interesadas también en las minorías, personas que aman a las personas, sean cuales sean sus circunstancias, el mundo necesita más Mercedes Granda.

Yo soy afortunada porque he conocido a la primera  <3

Mercedes Granda

PD: Recuerda que puedes formarte con nosotras en Asesoras Continuum,  el curso completo o módulos sueltos. 
Asesorascontinuum@gmail.com

 

¿Sabes comunicar con tu cuerpo?

¿Sabes comunicar con tu cuerpo?

¿Sabías que al comunicar tu cuerpo habla más que tus palabras?

EL lenguaje no verbal compone más de un 70% del mensaje que transmitimos , si incluímos la voz,  el tono y modulación ese porcentaje aumenta todavía más.
Cuando uno toma conciencia de esta realidad lo más inteligente es intentar aprovechar ese poder, utilizarlo a nuestro favor para no perder fuerza con nuestro discurso.

En mis cursos de comunicación propongo varias formas de trabajar con el lenguaje corporal.
Lo primero por supuesto es reconocer cómo manejamos nuestras herramientas. Si a la hora de comunicarnos somos fluidos o si el nerviosismo al hablar ante otros nos vuelve rígidos o histriónicos o tendemos a apoyarnos en movimientos repetitivos sin demasiada coherencia.

Algunas personas tienen un don natural para hablar fluidamente y que el cuerpo acompañe, pero otros tienen que trabajar y practicar.

Va por delante que lo primero para que el lenguaje verbal apoye nuestro discurso es que sea cierto, es decir, que nos creamos lo que estamos contando, o si no se nos saldrán las mentiras «por las costuras».

Cartel de la serie "Lie to me"

Cartel de la serie «Lie to me»

Pero es verdad que el nerviosismo puede hacer que perdamos credibilidad, o parecer poco confiables, así que os propongo un ejercicio que aparte de ser provechoso puede ser muy divertido.

Cuando cantamos abrimos las compuertas de las emociones, y es fácil que nuestros cuerpo y nuestra expresión facial trabajen en sintonía con la letra. Nos pasa a casi todos, así que  si eres de los que te cuesta expresar al comunicar en público, si eres de los que tiende a parecer frío o rígido, canta.
Si puedes hazlo frente a un espejo, o mejor aún grábate, e intenta exagerar con tus movimientos y expresiones lo que la letra dice.
Si te has grabado puedes visionar la grabación y tendrás una idea más real de en qué cosas tienes que mejorar.

Mira cómo  estas personas cantan una canción en LSE (Lengua de Signos Española). Observa cómo todo el cuerpo comunica, la cara, el rostro, las manos, los movimientos que pueden ser lentos o rápidos marcando así diferentes grados de intensidad, diferentes emociones.
Es un ejercicio magnífico para explorar todas las posibilidades del cuerpo a la hora de transmitir.

 

 

Si hemos practicado este ejercicio «exagerado», luego en un ámbito más natural, nos será más fácil  comunicar con el cuerpo, con la expresión, con nuestros movimientos, con cómo ocupamos el espacio en una sala. Perder el reparo a usar todas nuestras herramientas nos hará ganar  en expresividad y en poder de convicción.

Gracias a Romina Bueno, del Centro  Psicopedagógico Aprendiz, y  alumna de mi curso de  Asesora de Porteo Mimos y Teta por enseñarme el fascinante mundo del LSE, donde saben muy bien que ellos no se limitan a traducir palabras… sino a expresar mensajes en toda su dimensión.

Y a otras cositas que he encontrado interesantes sobre la expresión con el LSE, mirad esta incluso sentada:

Disfrutad con el ejercicio y contadme vuestras impresiones y progresos <3

Qué hay detrás de los Selfies

Qué hay detrás de los Selfies

Ayer leía a una amiga lo estúpido que parece nombrar en inglés cosas que tienen su nombre en nuestra lengua, y yo que amo las palabras, en parte estoy de acuerdo.
A mí personalmente, me parece un snobismo llamar «muffin» a la magdalena de toda la vida, pero la lengua que utilizamos es algo vivo y nos guste o no, cambiante. A  veces por necesidad, a veces por uso, a veces por modas…  Nunca he oído a nadie usar «balompié», en vez de «fútbol», así que me temo que igual un día las magdalenas  serán solo  las representaciones de aquélla mujer que se cruzó un día con Jesús de Nazaret.

Pero volviendo al tema del título, hay una palabra que ya es parte del vocabulario habitual de la mayor parte del planeta sin ser angloparlantes: selfie.

¿Qué es un selfie?

Un selfie es una autofoto de toda la vida de dios.
Bueno de toda la vida no, porque hasta la llegada de los smartphones  y tablets, hacerse fotos estaba reservado a las BBC  (Bodas, Bautizos, Comuniones) y demás eventos especiales.
carrete fotosCuando yo era pequeña la cámara de fotos no es que fuera algo desorbitado de precio, pero había que comprar el carrete ( máximo de 36 fotos) y revelarlo, lo que no era precisamente barato. Así que sin ser un lujo en sí,  como tampoco era algo de primera necesidad, no entraba en el presupuesto habitual de la familia.

Y luego el tema logístico:  hacerse una foto a uno mismo con esas cámaras era complicado. No todo el mundo tenía un trípode, ni un disparador automático, ni todas las cámaras permitían el disparo retardado. Así que en a mayoría de los casos más que complicado era imposible.
Así que lo habitual es que  las fotos fueran grupales, o familiares, para aprovechar. De ese modo en vez de hacer una por persona salíamos todos a la vez. Bueno, todos  salvo el que la hacía, que o bien se turnaba con algún otro del grupo, o lo más frecuente, fuera siempre ese que se ofrecía a hacerlas «porque le salen muy bien» al mínimo atisbo de asomar una cámara.
Casi nunca era que fuera el mejor fotógrafo, sino la persona que menos se gustaba a sí misma (recordad este detalle).
Creedme que sé de lo que hablo.

El deseo de prevalecer

Antes de la llegada de las cámaras de fotos familiares,  ¿quién podía permitirse guardar su imagen para la posteridad o como recuerdo?
Pues la clase media, en situaciones contadas, cuando se iba a un fotógrafo profesional.
¿Y antes de eso?
Pues observemos las «redes sociales» de la época, es decir, los museos y palacios de hoy. En sus paredes vemos colgados los retratos de los nobles  e ilustres que podían permitirse encargar retratos.
O estaba la opción de ser musa de artista, aunque fueras prostituta y de ese modo conseguir pasar a la historia

Victorine Meurent musa de  Manet

Victorine Meurent musa de Manet

La mayoría de los pintores, que eran quienes podían y sabían se hicieron autorretratos, a veces series enteras. Auténticos selfies de su época que hoy admiramos

Autorretrato Van Gogh

Autorretrato Van Gogh

Si Las Meninas hubieran tenido un smartphone o una tablet sin duda la historia sería muy diferente

Imagen de Idígoras

El caso es que estoy harta de leer a psicólogos ,expertos  y opinólogos varios hablando de los trastornos que hay detrás de los selfies.

No digo que no tengan razón en algunos casos, incluso en muchos casos. Pero me repatea la necesidad de etiquetar todos los comportamientos humanos como patológicos.
Y por supuesto, a nivel personal, me repatea solemnemente que alguien crea saberse mi vida y milagros por las fotos que me hago o que me psicoanalice cuando ese no es más que UN aspecto de mi compleja psique (como de la de cualquiera, vaya).

Vivimos en una época totalmente audiovisual. En un mundo bombardeado de imágenes, donde las personas «de a pie» éramos siempre receptores. Ahora resulta que a mucha gente le parece bien, o divertido, o terapéutico, o lo que sea, no solo recibir imágenes de otros, sino emitirlas.

Y digo yo: ¿qué problema hay?

Como en todo, seguro que habrá nieveles de patología, por supuesto. Quienes se las hacen conduciendo y locuras por el estilo.
Pero es que locos los hay en todas las ramas (si yo hablara…).
En el mundo en el que yo me manejo que es entre mujeres principalmente, y particularmente entre madres, lo habitual es sentirse «inexistente».
La imagen femenina se ha usado y se usa para todo menos para hacer sentir bien a la propia mujer que la proyecta.
Crecemos con estereotipos imposibles de cumplir, oyendo continuamente adjetivos sobre nuestra imagen, no siempre positivos.
Digamos lo que digamos la imagen personal va asociada a ciertos prejuicios sociales, culturales, religiosos, etc. A veces incluso ideológicos.
Igual de prejuicio es decir que las guapas son tontas, a decir que las feas son más inteligentes. O  que para ser activista de cualquier causa supuestamente importante hay que ser descuidada o poco femenina, o ir rapada o vestida de negro y con chanclas. Estereotipos todos. Prejuicios todos.

Si una mujer no se gusta, eso va a repercutir en su vida, en la personal, en la de pareja, en la familias, con sus hijos, con sus clientes, con sus vecinos… en toda su vida.
Decirle que su apariencia no importa no solo es mentira sino que es una estupidez.

Claro que la apariencia importa, que me hace a mí mucha gracia quienes presumen de importarles poco la suya pero contratan a un diseñador para su logo, su web o combinan las cortinas con el sofá y/o buscan hacer fotos bellas a paisajes.
Respeto a quien quiera negar  las repercusiones de la imagen propia, en uno mismo y en los demás, pero por supuesto no lo comparto. Como diría una amiga, las personas son respetables siempre, las opiniones no.

Cuando trabajo con una mujer que no se gusta a sí misma una de mis recomendaciones es precisamente que se haga fotos. Que se las haga ella, llamándolas selfies o autofotos, o autorretratos o miradas en el espejo…. o que se haga una sesión con un profesional.
Que luego esas fotos las publique o no, eso ya depende de ella misma.
Pero  alguien que se ha pasado la vida escondiéndose, odiándose incluso, por no ser como se supone debe ser, o repitiéndose constantemente que «a mi no me importa mi imagen porque eso es frívolo»  y cosas parecidas, para tapar ese descontento o los complejos, lo que está haciendo es engañándose.

Porque su yo de verdad, se le saldrá por las costuras.

Y le saldrá en forma de burla o crítica a quienes son felices sintiéndose a gusto consigo mismas, o como yo digo: «ejerciendo de fea», lo que significa:  intentar demostrar a todo el mundo que eso no te importa, cuando en realidad te importa tanto que te duele.

Y repito: sé perfectamente de lo que hablo.

El primer paso es Mirarse, reconocerse, cambiar si se desea cambiar algo…
la meta: llegar a gustarse.

Como mujer, como madre, y como facilitadora de talleres de desarrollo personal estoy harta de ver que si las mujeres tenemos baja autoestima  en general, al ser madre la cosa puede  agravarse aún más.
El rol de madre es tan intenso, que es fácil perder la propia identidad al servicio del cuidado de la familia.  Pero sin entrar en detalle a analizar las connotaciones  de ese hecho, voy a mencionar solo uno:

Qué mensaje les transmitimos a nuestros hijos sobre nuestra propia percepción de nosotras mismas

Si nuestros hijos tienen que decirnos algo como: «¡Mamá, ponte en la foto!»... no estamos contribuyendo mucho a visibilidad y dignificar nuestro papel.

Nuestros hijos nos ven preciosas, porque lo somos

(Conste que odio poner publi de esta empresa… pero es el que mejor refleja lo que quiero decir)

Yo fotografío a mis hijos porque les adoro y estoy orgullosa de ellos y quiero guardar muchos momentos…
Y me fotografío  a mí misma porque por fin me quiero mucho más de lo que aprendí a quererme.
Y porque tengo derecho a ser vanidosa si me apetece… mi yo acomplejado lleva tantos años de ventaja en ese campo que puedo permitirme otros 30 y tantos de prevalencia del exhibicionista.
Y porque me da la gana
Y porque además… salgo monísima… que es algo que esas «feas» que me critican, al parecer no soportan.

Sigo siendo igual de buena profesional o no,
igual de buena madre o no,
igual de leal o no,
con selfies o sin ellos.

La diferencia es que soy libre de decidir hacer algo que me sienta bien a mi, y que sienta bien a gente que me importa.
Al resto, a esos que les molestan mis selfies o los de los demás…
Lo primero  esto:

Y lo segundo:
deciros que me importa exactamente NADA vuestra opinión.

Maléfica y su selfie

 

¿Negociador o negociable?

¿Negociador o negociable?

Negociar es un arte. En eso estamos todos de acuerdo.
LA pregunta es : ¿Lo dominas?

En el arte de la negociación se busca  el win to win, es decir que ambas partes ganen en el acuerdo o decisión tomada. Pero la realidad es que  a veces sentimos que cada vez que negociamos rebajamos más de lo que queríamos. Nos convertimos en más «negociables» que «negociadores» con lo que eso implica.
Hoy voy a compartir contigo un par  de  Tips de mi taller Empodérate.

  • Establece tus límites

¿Tienes claro cuáles son tus límites infranqueables?
Todo negociador tiene que tener claro qué límite no puede cruzar.
Con el ejemplo de una puja en una subasta lo verás claro: Si voy a pujar por algo que me interesa tengo que saber cuál es la cantidad máximo que pudo permitirme pagar.
Algunas personas encuentran tanta emoción en la puja en sí que sobrepasan su límite con tal de ganar.
LA euforia de ganar no compensa el verse con una deuda que no se puede afrontar o el darse cuenta que se ha pagado por un producto mucho más de lo que vale.
No nos engañemos: la meta no es ganar a toda costa, sino ganar en condiciones favorables.

John Ritchie -The captain's auction

John Ritchie -The captain’s auction

Del mismo modo que en el ejemplo de la subasta, en la vida  he de saber  antes de negociar  en qué aspectos soy flexible y estoy dispuesto a ceder y en cuáles no.
Si siempre rebajo mis normas para agradar a otros o por miedo no solo estaré  perdiendo mi parcela de poder personal, ese que es intransferible, también perderé el respeto de quien negocia conmigo.

Nadie paga el precio de salida de un producto que se anuncia con «precio negociable». Por eso  debemos evitar ganarnos la fama de ser «negociables» con nuestros principios y valores o  todo el mundo nos exigirá más de lo justo.

Dado que en toda negociación hay que poner un límite, lo inteligente es que tengas tú bien definido el tuyo.

 

Negociador

 

Si te gusta el cine como a mí, te recomiendo ver esta película  y observar en acción algunas de las principales tácticas de negociación. Verás como te suena mi segundo tip 😉

  • No hagas una pregunta a la que te puedan responder con un «NO»

Nada hay que corte más una negociación que una negativa directa, así que aprende a evitar hacer preguntas a las que te puedan  responder con un NO.

Solemos abusar de las preguntas tipo :
«¿Puedo…..?
Con esa frase demuestras poca capacidad negociadora porque dejas en manos del otro el poder de negarte lo que quieres y un buen negociador sabe plantear las preguntas de otra forma.
Si quieres aprender más sobre este y otros tips estáte atent@ s mi próximo taller Empodérate.

 

Talleres en Algeciras y Sevilla

Talleres en Algeciras y Sevilla

Dicen que el círculo es la figura geométrica más perfecta… yo que no sé demasiado  de geometría, no sé si es cierto.

Lo que sé, es que es la figura ideal a formar cuando se reúne  un grupo de personas  a hablar, a mirarse, a compartir…Se crea algo especial, todos formando parte de algo,  nadie por encima, ni al frente de nadie.

Y creo que en círculo la energía se mueve entre todos, que al ser una figura cerrada, no se dispersa… sino que va pasando y recogiendo y repartiendo… como algo mágico que crece.
Quizás por eso cuenta la leyenda que el Rey Arturo mandó construir una mesa redonda…

 

Esa es la forma que solemos elegir los grupos de mujeres*, al estilo de las reuniones alrededor del fuego de casi todas las culturas. En ese caso todas recibiendo luz y calor del centro, de la hoguera. (más…)

Pon una Elena López en tu vida

Pon una Elena López en tu vida

 

¿Cómo te organizas para ser madre de 2 hijos, educarlos en casa, llevar una tienda on line, un grupo de crianza, una casa, una formación  con medio centenar de alumnas, varias webs, hacer cursos, dar talleres, viajar, escribir en revistas, dar conferencias…?

Esa pregunta me la hacen a menudo.

Quizás si eres de las personas que me siguen a través del blog o de Facebook también te la has hecho alguna vez al ver mi «actividad» habitual.

Yo siempre digo que si vieran mi casa lo entenderían  🙂
El tiempo es lo más democrático que hay, todos tenemos los días de 24 horas. Nadie tiene un día con más ni con menos tiempo. Seamos madres o no, trabajadoras en casa o no, empleadas o no, emprendedoras o no, sanas o no, con más o menos medios y cultura: TODOS DISPONEMOS DE LA MISMA CANTIDAD DE TIEMPO.

Pero es evidente que hay gente a quien le cunde y otros que siempre van con la sensación de no llegar a nada. Y eso es cierto, de ahí que haya un refrán que reza así:
«Si quieres que algo se haga, dáselo a una persona ocupada».

Yo no soy una persona especialmente organizada, más bien tiendo a lo contrario. Siempre he sido de las de hacer las cosas a última hora, con el tiempo justo, la última noche… Es cierto que ser resolutiva te da la confianza de que en general puedes hacerlo así, y que el bagaje y la experiencia son una buena base para «improvisar» (de donde no hay no se puede sacar y menos improvisando) pero realmente cuando quieres ser profesional hay que replantearse los vicios en la forma de trabajar para hacerlo de forma mucho más eficiente y sin estrés añadido.

Entonces, ¿qué cosas he incorporado yo a mi vida que han hecho posible que la reina de la desorganización pueda ser hoy emprendedora de éxito?

Voy a compartir contigo 3 tips que a mí me  han cambiado la vida:

  • Aprende a decir «no»

Parece una obviedad pero hasta que no te enfoques en lo que realmente te interesa y apartes lo demás no conseguirás alcanzar objetivos.

  • Ponle el justo valor a tu trabajo y cóbralo

Si regalas tu trabajo, aquello en lo que eres buena, luego tendrás que trabajar en otras cosas para poder vivir y eso repercutirá en tu estado de ánimo, en tu vida personal y familiar, en tu emprendimiento. Si cobras por tu trabajo bien hecho no tendrás luego que invertir más tiempo en ganar dinero. Ganarás dinero con ESE trabajo de forma más rápida y efectiva.

  • Delega, subcontrata y colabora

LO pongo en tercer lugar pero realmente para mi es mi herramienta fundamental.
Tenemos la mentalidad del emprendedor multifunción , del que lo hace todo él. Atiende clientes, lleva su web, los impuestos, las facturas, y hasta limpia la oficina.  Hay que cambiar ese chip.
Si yo delego, por ejemplo, las tareas de mi casa en otra persona, esas horas las rentabilizo más dedicándome a mi emprendimiento. Es verdad que parece que gasto dinero, pero en realidad no es así. Porque esas 4 horas que puedo pagar a la semana para tener un lugar de trabajo limpio y ordenado consiguen que a la hora de trabajar me cunda más porque estoy en un estado de ánimo más dispuesto y porque mi trabajo es más valioso (cuantitativamente) que lo que estoy invirtiendo en eso que he subcontratado.
Cuando me planteé mi curso de formación tenía claro que iba a apostar por un modelo colaborativo que iba a enriquecer mi proyecto a varios niveles.

La primera persona a la que invité fue a Elena López. ¿Sabéis por qué?

Elena López y Nohemí Hervada

Pues por lo que decía el dicho que os comenté: es una persona muy bien formada y muy ocupada,  con una capacidad de trabajo y organización que yo no tenía.  Ella complementa lo que a mi me falta y esa es la clave del modelo colaborativo.
Siempre digo que yo necesitaba una «Elena» en mi vida que me recordara la importancia de marcarnos metas, objetivos… y PLAZOS.
De hecho desde que empecé a trabajar con ella uso mucho esta expresión:

Pon una «Elena López» en tu vida.

No siempre las colaboraciones funcionan como una espera. Es cierto que a veces hay decepciones, incluso pérdidas económicas y personales por equivocarnos al escoger. Pero de todo se aprende.  Y al final aprende una a encontrar a las Elenas de su vida y a mantenerlas cerca.
Para mí es un lujo tenerla de socia, que se implicara en mi proyecto como si fuera suyo, que tuviera una visión mucho más clara incluso que yo del alcance de nuestro trabajo. (De hecho estoy pensando en blindarle el contrato :-D)

No todas podéis asociaros con Elena López, pero ahora sí podéis  «ponerla» en vuestra vida porque acaba de lanzar su nuevo proyecto :

Ateneo De Monitos y Risas

¿A qué esperas para poner a Elena  López en tu vida?

PD: En breve te hablaré del otro pilar de mi proyecto, mi otra socia Mercedes Granda