Comer siempre pan duro
¿Cuántas veces has oído eso de :
“No esperes a decir a tus seres queridos que les quieres”?
Seguramente hemos compartido decenas de carteles con ese tipo de mensajes.
Pero lo cierto es que nuestra conciencia sobre la fragilidad de la vida es breve. Nos dura el tiempo justo de hacer un repaso mental rápido para recordar si nos despedimos de los nuestros ese día con un beso y un “te quiero” o con un simple “hasta luego”.
Estamos diseñados para intentar sobrevivir, así que no nos recreamos en pensar que puede que no lo logremos hoy.
Vivimos como si fuéramos eternos, y eso es bueno.
Pero es falso.
Vivimos haciendo planes para mañana, para el mes que viene, para nuestra jubilación… cuando lo cierto es que nadie tiene garantizado llegar a cumplirlos. No se trata ahora de hacer del Carpe Diem nuestro grito de guerra y vivir sólo el momento presente, porque en el mundo en que la mayoría nos movemos, para que haya un presente con cierta calidad de vida hemos tenido que tener algo de cabeza en en algún momento más o menos lejano en el pasado. Pero sí se trata de ser sinceros y pensar si somos de los que de verdad disfrutamos el hoy, aunque dediquemos parte de nuestro tiempo al mañana.
Cuando era pequeña a veces iba con mi abuela a visitar a una familiar con muchísimo dinero pero muy tacaña. Cuando esta mujer me ofrecía merendar, siempre era con pan duro. Mi abuela me decía: “Esta mujer siempre come pan de ayer. ¿Algún día parará y empezará a comer el pan del día?»
Esa frase :“comer siempre pan de ayer”, se me quedó grabada como ejemplo de personas que no disfrutan nunca el presente.
No quiero pasarme la vida comiendo pan de ayer.
No quiero mi pan caliente y recién hecho de hoy comérmelo duro mañana.
……….Quiero querer a la gente que quiero cada día de mi vida y demostrárselo.
……….Quiero que cada vez que me separo de los míos sea con un gran abrazo y un beso, nunca con un enfado que solucionar a la noche. Porque a veces, sencillamente no hay noche.
……….Quiero que mis prisas, mis proyectos emocionantes y mis ganas de vivir no se coman los momentos de sencillamente mirar a mis hijos y agradecer tenerlos en mi vida. Quiero que sepan que son mi mayor motivo de orgullo. Sin duda lo mejor que he hecho nunca.
……….Quiero pasar mi vida trabajando con gente que aprecia lo que hago y con gente a la que yo valoro y no malgastar mi energía y mis talentos para otros que ni los aprecian, ni los valoran, ni los remuneran.
……….Quiero que mis amigas sepan que aunque lejos, pienso en ellas cada día, como uno de los mayores regalos de mi paso por la vida. Aquéllas que siguen conmigo y otras que, por diversos motivos, ya no están.
……….Quiero llorar cuando la gente que quiero llora, y reír cuando ellos ríen, y celebrar sus alegrías y maldecir las injusticias que sufren. Quiero que por encima de todo, sepan que no están solos.
……….Quiero, como dirían las aspirantes a Miss Universo: la paz mundial y la concordia, pero mientras eso llega, me gustaría pensar que puedo contribuir a un pedacito de eso a toda esa gente que me importa.
Quiero comer con los que quiero mi pan del día, cada día.