¿Por qué los hombres violan?

¿Por qué los hombres violan?

¿Por qué los hombres insultan, humillan, difaman, ningunean, ridiculizan, golpean, acosan, violan y matan a las mujeres?


Se hacen estudios, análisis, ensayos y discursos para responder a esa pregunta.  Se dan elaboradas explicaciones, cuando la respuesta es bien sencilla. La respuesta es tan simple como estas dos palabras :


PORQUE PUEDEN

 

Dice un refrán popular “ querer es poder” y con la violencia de género vemos el máximo exponente. de esa máxima.
La clave está en que QUIEREN insultar, humillar, difamar, ningunear, ridiculizar, golpear, acosar, violar y matar y PUEDEN  hacerlo con una impunidad más inmoral aún que el hecho en sí.
Ese saberse en una posición de ventaja, jugando a su juego, con sus reglas y sus árbitros, incluso con sus propios seguidores al más puro estilo hooligans, es  un caldo de cultivo perfecto para que proliferen cual bacterias putrefactivas, este tipo de hombres. Seres asquerosos, por mucha apariencia de normalidad y buen rollito con el que se disfracen, que no van más allá de su propia voluntad y deseo, que sólo viven para su propia satisfacción, para sus deseos, aunque sus deseos sean  totalmente ilícitos e inmorales.

 

Deseos versus derechos

Vivimos en un mundo que no siempre distingue entre deseos y derechos, la prueba más evidente y actual es la comercialización de los úteros de mujeres para satisfacer el deseo de algunos de tener un bebé a la carta.

Los deseos no son malos en sí mismos. Todos somos libres de desear algo. Lo malo es no entender que no tengo derecho a algo o a hacer o conseguir algo de alguien sólo por desearlo.

Vivir creyendo que uno puede conseguir todo lo que sueña o desea es muy peligroso si no somos conscientes  de que existe un límite natural, ético y moral que no podemos sobrepasar.

 

No deberíamos tener que explicar a estas alturas que cuando nuestros sueños y deseos afectan a otras personas, ya no basta con nuestra voluntad como vara de medir y licitar.

Y es que el respeto es algo que todos deseamos de nuestro lado, pero no siempre devolvemos hacia fuera. El respeto es la verdadera medida, el verdadero  límite a mis deseos, la norma no escrita en cada detalle que facilita la convivencia.

Hay quien cree que el amor mueve el mundo, pero es el respeto quien hace que ese movimiento sea fluido y no violento. Sobre todo en un mundo con un punto de vista tan erróneo sobre el amor.

La violación: un crimen de guerra

El amor ha sido la excusa durante milenios para ejercer y sufrir violencia de género. Las mujeres sabemos mucho sobre violencia.  Sobre todas las violencias, las directas y las indirectas.
No hemos sido históricamente los soldados en las batallas, no hemos llenado los campos de prisioneros de guerra, pero no ha hecho falta. Nunca hemos estado al margen de las guerras de los hombres, porque nuestros cuerpos, siempre, en toda época, en todo  momento, han sido campos de batalla. Nuestra identidad siempre ha sido terreno a conquistar, nuestro poder femenino era un objetivo a someter, nuestros cuerpos terrenos que arrasar.

Los hombres siempre lo han sabido, por eso es práctica habitual en las guerras, luchar fuera del campo de batalla y utilizar las violaciones  a las mujeres como arma.

 

A las mujeres anónimas violadas en las guerras nadie les rinde homenaje

La muerte luchando se considera digna, ser un preso de guerra también. Pero ser violada te convierte en  una muestra andante de que el enemigo plantó su  bandera en ti.  Dejas de ser una persona y pasas a ser una vergüenza eterna, incluso para los tuyos.

Quien cree que todo lo relacionado  con la violencia, el acoso, el bullying y las violaciones tiene que ver con el deseo sexual se equivoca. Es una cuestión de poder y sumisión.
Por eso no viola el que tiene ganas de follar, el feo, el marginado, el que no liga con facilidad.

  • Viola el que no acepta un “no”
  • el que no es capaz de empatizar
  • el que no ve a la mujer como una persona, sino como un objeto para satisfacer su propio deseo.
  • Viola el que cree que a las mujeres nos gusta convertirnos en cuerpos sin voluntad para que él/ ellos hagan lo que quieran con nosotras.
  • Violan los que tras llenar su mente con fantasías que el porno les ha presentado como creíbles creen que a alguna mujer libre y medianamente sana emocional y psicológicamente hablando, le gusta que uno o varios hombres la fuercen y penetren con violencia por todos lados.
  • Violan los que se excitan con la violencia y la humillación a solas y fantasean con  llevar esas escenas a la práctica.

 

LA realidad es que hay muchos más violadores potenciales de los que creemos, muchos más de los que acaban cometiendo el hecho. La mayoría de las mujeres estamos rodeadas de violadores potenciales, que quizás no lleguen a consumar sus fantasías, pero sabes que las tienen cuando les oyes reir los chistes del compañero. Cuando muchos de sus comentarios sobre las mujeres reflejan que están totalmente inmersos en la cultura de la violación. Cuando como género en vez de recriminar al que se expresa en esos términos, le jalean, se suman,  o se callan.

Querido hombre que estás incómodo al leer esto:

No siento que lo estés, porque ese mismo sentimiento es la prueba de lo que digo.
En este tema, quien calla otorga.

El género culpable

Ayer estuve hablando con mi hijo sobre el holocausto y explicándole lo que es la culpa colectiva. El pueblo alemán en su conjunto fue culpable del holocausto. Sí, esas gentes normales que se tenían por buenas personas. Pero callaron.

Hoy, los hombres de este planeta, como género sois culpables.

  • Culpables porque tenéis que ser vosotros los que paréis esta bola de nieve que nos arrojais y en vez de eso, algunos solo os apartais para que no os toque.
  • Tenéis que ser vosotros quienes dejéis de una vez ese espíritu de mal llamada  lealtad fraternal, más propio de películas de adolescentes universitarios que de adultos, y empecéis a parar los pies a vuestros «colegas».
  • Es hora de que no permitáis que los malnacidos que presumen de cómo tratan a “su novia”, o a una mujer cualquiera, conocida o desconocida, hablen como hablan, actúen como actúan.
  • Es hora de que  reaccionéis más a la violencia que se nos ejerce día tras día, que a los penaltys que os pitan en contra.
  • Es hora de que seáis parte del cambio atacando a los violentos, no a las víctimas.
  • Es hora de dejar de excusaros con lo de “notallmen” (“no somos todos iguales”).

Porque lo cierto es que si no haces nada en contra, eres uno de ellos.
Aquí, como en las guerras de soldados que entran en los pueblos a violar a las mujeres,  no hay terreno neutral.

¡Locas feminazis exageradas!

Si crees que exagero o que soy una loca feminazi, una loca del coño o similar, mira estas imágenes…

Frases recopiladas en ForoCoches.
Imágenes de muestra de cómo se divierten nuestros jóvenes universitarios.
Futuros abogados e ingenieros en plena ODA A LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN Y LA MISOGINIA
No es sentido del humor. Es VIOLENCIA

Más ejemplos de "humor" en camisetas

Tras leer esas frases dime que sigues estando orgulloso de tu género.
Dítelo en el espejo, díselo a tu pareja, díselo a tu madre, a tu hermana, díselo a tu hija.
Y si frente a las mujeres que te importan te avergüenzas de estas frases, pregúntate por qué.

¿Es porque respetas a las mujeres sólo cuando son algo tuyo?

Porque entonces es machismo también.

No nos respetas porque somos personas, sino porque la falta de respeto a algo «tuyo» la consideras una falta de respeto a ti, como hombre.

Las mujeres no merecemos respeto por ser “algo” de un hombre.
Merecemos respeto por ser nosotras mismas.
Merecemos respeto, punto.

Merecemos que ningún hombre pueda intimidarnos, y si no hacéis nada para que el mundo que compartimos sea un lugar seguro, entonces deberíais estar prepcrados para el día que todas decidamos aplicar lo de “ ni una agresión sin respuesta”.
Preferiría no criar a mi hija y mi hijo en ese mundo, pero ¿sabes?
Prefiero criarlos así, que lamentar una muerte más.
Prefiero tu vergüenza a nuestro dolor.
Prefiero pagar por una agresión como respuesta que llorar a una más,  a una menos.

Tú a la cárcel, yo al cementerio… No, mejor al revés

Tú a la cárcel, yo al cementerio… No, mejor al revés

Hubo un tiempo en el que creía firmemente en la no violencia. A día de hoy, creo de verdad que es el camino.
El problema es cuando en un juego sólo cumples las reglas tú. Cuando la realidad  está montada de tal forma que tú siempre, hagas lo que hagas, eres quien pierdes.

Si habláramos de dinero, aún así compensaría un poco, al fin y al cabo, lo material va y viene. Pero si hablamos de la vida… resulta que jugamos a un juego que no elegimos, cuyas reglas  establece el contrario a su medida, que nos hacen partir en desventaja, jugar en desventaja y acabar, con casi seguridad, ya no es desventaja, sino con nuestra integridad no íntegra. Un juego que para demasiadas mujeres es mortal.

Y no, no es una película al estilo los Juegos del hambre. Esto es más bien «Los Juegos del Hombre».
Esta sociedad es altamente peligrosa para las mujeres. Cualquier pareja o ex pareja, psicópata  o pichacorta con el que hayas compartido (o no) algún momento en tu vida puede decidir asesinarte, acosarte y/ o amargarte la vida hasta tal punto que te suicides tú.

Leo a Barbijaputa en El Diario.es :

«Una chica italiana se suicidó ayer en su casa colgándose de una bufanda tras sufrir -durante meses- el acoso de todo su país. La chica se hizo famosa porque así lo decidió el chico que la grababa mientras ella le practicaba una felación en la intimidad, y su ex novio, quien subió el vídeo a Internet (según BBC ella se lo mandó a él, según la propia madre de la chica, era él quien la obligaba a grabarse con otros hombres, motivo que hizo que ella dejara a su pareja y volviera a su casa materna). También lo decidieron así los que lo viralizaron sin compasión en Internet. A los insultos que esta chica sufrió en la Red y en la calle, se sumaron futbolistas famosos como Paolo Cannavaro y hasta un grupo de música que se mofó de ella con una canción, además cadenas de TV que bromearon con las escenas. También se hicieron camisetas y memes con la historia. Tanto el vídeo como el nombre y la cara de la chica estaban en poco tiempo por todos sitios.

Antes de suicidarse lo intentó todo: dejó su trabajo, se cambió de ciudad, intentó cambiarse el apellido y se embarcó en una batalla legal para que webs como Yahoo, YouTube, Facebook y Google retiraran el vídeo. Una semana antes de suicidarse, le confirmaron que lo había conseguido, pero que debía pagarles a estas webs un total de 20.000 euros por «compensación» -así lo llaman-, ya que estas empresas consideraron que el vídeo se había hecho con su consentimiento, y daban así por sentado que si te dejas grabar estás de acuerdo con que pueda verte todo el país. El juez les dio la razón en cuanto a que la chica debía compensarles.»

Y a mí lo único que se me ocurre es comentar esto:

Y como ya comenté en  mi artículo «Nos violan lo justo», siento un ASCO inmenso y profundo.
Porque en este mundo de reglas masculinas, el sexo sigue siendo terreno masculino.

  • Si ellos tienen mucho sexo son machotes, nosotras unas guarras.
  • Si ellos se graban  practicando sexo, son muy modernos, nosotras unas guarras y  unas idiotas por confiar en ellos Porque claro, lo mas normal del mundo si te grabas con tu pareja es pensar en que es un desgraciado que va a subir ese video a youtube.
  • Si ellos hacen público un vídeo donde salimos nosotras practicando sexo, a nosotras nos cuesta la vida,  y no hablo metafóricamene, pero ellos lo petan por «molones».

Así que sí, con el tema de la violencia de género me bajo del carro del pacifismo, lo siento.

Si uno va a Boston y otro a California, es decir, uno al cementerio y otro a la cárcel,
tengo muy claro a donde quiero que vayan a verme mis hijos
y a donde los amigos y familias del machote a ponerle flores a él.

 empoderate

Nos violan lo justo

Nos violan lo justo

Si vas sola, porque vas sola
Si vas con una amiga, porque vais solas
Si te vas con un chico, porque te fuiste con él
Si no te vas con un chico, porque le provocaste
Si te quieren acompañar y dices no, porque preferiste irte sola ( vuelve al  punto 1)
Si aceptas que te acompañen, porque te vas con cualquiera
Si te acompaña un grupo de hombres, porque eres tan ingenua que te vas con cualquiera creyendo que el grupo te protegerá…
Si te quedas en casa, porque te quedas sola
Si sales de fiesta, porque vas donde te pueden encontrar
Si estás en una zona aislada, porque está aislada
Si estás en el centro de una ciudad… da igual.
Porque no importa lo que hagas ni lo que dejes de hacer.
Tú mujer, como yo, siempre serás la culpable de lo que te pase, de lo que te hagan, de cómo te lo hagan.
Da igual que digas NO, ¿Acaso no cree la inmensa mayoría que cuando decimos «No», no significa «no?
Da igual que intentes resistirte, siempre pueden decir que te gusta el sexo violento, o el sexo en grupo, o «jugar a las violaciones»
Da igual porque tú sabes, que si pasa ya has perdido, Ya te ha pasado casi lo peor que te podía pasar, pero no lo último.
Tú, como yo, sabes que que te violen es sólo el principio. Porque esa será la primera de muchas violaciones más
Tras violar tu cuerpo, tu autoestima, tu confianza, tu seguridad… ahora violarán el derecho a ser persona, a ser creída, a no ser humillada, a no ser juzgada cuando tú eres la víctima.
Vas a oir a un montón de gente preguntarte
  • «si de verdad fue una violación»
  • «si dijiste «No» clara y audiblemente»
  • «si lo dijiste varias veces»
  • «si gritaste»
  • «si te resististe lo suficiente»
  • «Si cerrabas las piernas»
  • «si luchaste»
Dentro de poco a alguna nos preguntarán si dimos las gracias al acabar…
Porque en el fondo de la mente de más gente de la que crees, si te ha pasado esto, si te violan, es por algo que tú has hecho o dejado de hacer.
Por eso saldrán impresentables preguntando «si ha habido la suficiente violencia y agresividad» para ser considerada una violación. Como si el mero hecho de no consentir no fuera suficiente. Esa gente que aún cree que una buena chica es la que prefiere morir a que «mancillen nuestro honor». Como si el honor lo tuviéramos en el coño .
  • Nos violan desde el momento en que nos miran como a un trozo de carne  con agujeros hechos para que depositen su mierda. Y no me refiero sólo a sus fluidos, sino a su odio, a su machismo, a su misoginia, a su asco por nosotras.
  • Nos violan desde el momento en que no nos ven como a personas, sino como a objetos que usar a su antojo. Y tirar después.
    Nos violan los que nos violan y sus amigos que jalean la hazaña como cantarían un gol de su equipo.
  • Nos violan los que creen que «una pasada de viaje» es follarse 5 a una tía. (Cuánto daño ha hecho el porno que haya hombres que crean que a la mayoría nos gusta que nos follen 5 desconocidos, por la fuerza en un portal)
  • Nos violan cuando su entorno en vez de escupirles a la cara y aborrecer de lo que han hecho, les defiende, les justifica o sencillamente se callan. Vuestro silencio nos viola.
  • Nos violan cada vez que cualquier desgraciado por el hecho de tener un micro o un medio donde alguien le lea o le escuche, se cree que sus preguntas culpabilizando a la víctima es periodismo. Me cago en vuestro periodismo de mierda.
  • Nos violan cada vez que bromeáis sobre nosotras, nuestros cuerpos y lo que haríais con ellos.
  • Nos violan cuando «tu amigo», «tu hermano», «tu padre» o «tu pareja» habla como lo hace de las mujeres.
  • Nos violas tú cuando les ríes las gracias, o cuando, como hace el entorno de los violadores, te callas.

Todas somos «violables». ¿Sabes por qué? Porque Pueden.

Porque les importa más depués lo que ponga un parte de lesiones sobre nuestras heridas en el cuerpo, que las que sangren de por vida en nuestra alma. Porque no entienden que hay cosas que ya no se curan nunca. Porque ¿cómo se cuantifica el miedo, la angustia, la inseguridad, el asco, la vergüenza, la indefensión, la incertidumbre, el dolor, una vida rota? ¿Cómo se miden las secuelas en la vida personal, emocional y psicológica de una mujer violada? ¿Cómo se resarce a una víctima de todo esto? ¿Con unos cuantos meses o años de prisión? ¿De verdad?

Cada vez siento más ASCO. Asco porque el machismo, lejos de retroceder, crecesesperanzada. Hoy sólo me sale autocompadecerme de mi y de ti.

Pobre de ti como seas una chica simpática, alegre, jovial, que sale, baila y lleva minifalda. Los abogados y la opinión pública te van a despedazar.

Pobre de ti si  eres «promiscua», si alguna vez has hecho sexting o algo parecido, porque usarán contra ti cualquier aspecto sexual  de tu vida que puedan airear.

Pobre de ti si eres guapa, porque pasas a ser un producto de consumo público. Y a ver quién les convence de lo contrario si toda nuestra vida hemos crecido con la publicidad machacándonos esa idea.

Y pobre de ti si eres fea porque nadie creerá que ningún tío quiso violarte y pensarán que en el fondo te hizo un favor.

Pobre de ti en cualquier caso… y pobre de mi. Porque nuestra fantástica sociedad del bienestar protege mejor nuestro dinero o los sistemas operativos de nuestros ordenadores que  a nosotras. Porque las  únicas soluciones que nos ofrecen  para protegernos es «tener habitaciones del pánico». Me pregunto si no querrán que nos emparedemos dentro.
Porque nos siguen arrojando a nosotras la carga de cuidarnos de los violentos, en vez de asumir su responsabilidad para garantizar nuestra libertad de ir y venir donde, cuando y con quien queramos. O completamente solas.
Tenemos derecho a no tener que cuidarnos. Cuidarnos…¿De qué? ¿De quién? ¿De todo ser humano varón del planeta? ¿De verdad que la solución es vivir con miedo perenne? ¿De verdad no saben gestionar esta crisis sin culpabilizar a la víctima? ¿De verdad?

libro la maternidad sin tabúes, de Nohemi Hervada

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Asco porque me cuesta pensar sin odio
Asco porque empiezo a creer que al final la única solución a este feminicidio «no declarado pero vivo» es la violencia.
Asco porque me cuesta pensar en cómo contrarrestar esta mierda y criar a una hija libre y a un hijo no machista
Asco porque la inmensa mayoría o aplaude o calla. Porque pocos son los que levantan la voz para gritar con nosotras.
Asco de la falta de justicia.
Asco de la falta de valor y hombría de quienes necesitan violarnos para sentir algo con sus malditos penes.
Asco de sentir tanto asco

 

 

Histéricas, feas, gordas o guapas, da igual.

Histéricas, feas, gordas o guapas, da igual.

«Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente»...
«Aldana hace mucho que coge con pendejas (menores), ¿ahora eso es abuso?. Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente así quiera coger con vos y vos no te la cojás».

Así se expresa Gustavo Cordera ante un grupo de estudiantes de periodismo

Me da igual que creyera que le amparaban las normas de la escuela de no poder publicar lo expresado en esa entrevista.

Me da igual que luego dijera que se trataba de un «psicodrama» para provocar.

Me pregunto cómo hemos permitido como sociedad un ambiente en el que alguien es capaz, ya no de pensar así, sino de expresarlo en público con total soberbia e impunidad.

Me pregunto cómo hay tanto tío cerdo, con pinta de baboso,  de los que apestan en todos los sentidos de la palabra, que ha llegado a creerse el maná del cielo en forma de hombre para las mujeres.

Me pregunto por qué están convencidos de que basta su intención de tener algo con nosotras  para que tenga que ser así, aún a pesar nuestro.

Me pregunto por qué les cuesta aceptar que las mujeres podamos decir «NO», y que no tengamos que dar motivos, ni justificaciones ni pedir perdón por ello.

Me pregunto cómo hay tanto «guapo» que cree que la misión de las mujeres con las que se cruza ha de ser adorarle.

Me pregunto dónde coño están el resto de hombres de su entorno que les han permitido seguir pensando de ese modo.

Y me pregunto sobre todo, por qué «pueden» hacerlo.

La respuesta es evidente. Cada vez es más notorio que no son sólo 4 locos descerebrados los que piensan así. Hay un caldo de cultivo no sólo machista, sino misógino que permite que proliferen estos especímenes, cual medusas en un mar caliente. No los ves, pero están ahí, esperando el mínimo roce para inocularte su veneno.

El tipejo este no es una excepción. Él sólo ha tenido la desgracia de que quienes le oyeron no se callaron e hicieron públicos sus escupitajos en forma de palabras.

Y ahora me saldrá algún colectivo de hombres llorando con lo de «no somos todos iguales». Y es cierto, no todos se atreven a hablar así, pero una gran mayoría lo escucha y no hace nada. Eso para mí es ser cómplice. No me creo yo que alguien que habla así de forma pública, que destila ese odio por las mujeres por los poros, nunca lo haya demostrado en su círculo íntimo, en su familia, con los que trabaja a diario.

El día que TODOS plantemos cara a este tipo, no solo de comentarios, sino de actitudes, el día que esta gente no tenga con quien hablar, ni con quien salir ni con quien trabajar, ese día, igual vuelvo a tener fe en la humanidad como conjunto.

Alexa MorenoY si no que se lo digan a Alexa Moreno. Una gimnasta mexicana participante en los Juegos Olímpicos que ha tenido que escuchar cómo miles de sus compatriotas la criticaban por su físico. Un físico que, por cierto, la ha llevado  a clasificarse como la  nº 12 del ranking mundial en salto femenino.

Pero Alexa es, como todas las mujeres, o demasiado de algo o demasiado poco. En este caso  Alexa Moreno es «demasiado mexicana», «demasiado morena» y «demasiado poco alta y delgada».

Al parecer no basta con ser una atleta de élite internacional, haberte clasificado para participar en los JJOO a pesar de que tu país no sea conocido por incentivar esa disciplina deportiva. No basta con compaginar la dureza de los entrenamientos de gimnasia con estudiar arquitectura.

No basta.
Porque es mujer, y como tal, criticable. Da igual que sea el «body shaming» el «mansplaining» o cualquier otra forma que sea tan generalizada que merezca etiquetarla.

Por eso da igual los méritos propios que siempre se buscará asociarlo a alguien que sí lo merezca, un hombre por supuesto

Cory Cogdel

El caso es que  las mujeres  somos todas o feas o gordas o flacas o peludas o demasiado atractivas o vamos solas o «sólo con otras mujeres» o provocamos o consentimos o buscamos o calentamos o nos negamos o nos negamos poco o lo decimos demasiado bajito o con poca fuerza o no peleamos o peleamos poco o nos quejamos o no nos quejamos o denunciamos o no denunciamos o nos tapamos o nos exhibimos o nos tapan o nos exhiben o somos sumisas o bordes o contestonas o mandonas o pusilánimes o machistas o feministas o calladas o protestonas o histéricas. O llevamos velo o bikini.
Las mujeres somos todas coto de caza… la única  diferencia es si  en cada ocasión el coto es público o privado

Y seguimos viendo cómo se hace apología del machismo, de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos. Disfrazado de cultura, de religión, de política, de humor…

misoginia para chavales

Y no salimos del asombro de ver cómo los verdugos lloriquean con todos los medios a su alcance para seguir ejerciendo su violencia a plena luz del día, a bombo y platillo… hasta cobrando por enseñar a ejercerla…  (#STOPAlvaroReyes )

Y mientras algunos comentan sobre la falta de libertad de una atleta que juega con hiyab, otras pensamos que no hay una sola mujer libre en este planeta.

[Tweet «Sea por ser fea o por ser guapa… todas estamos expuestas, todas somos objetivo.»]

bloguera violada y asesinada

«Me morí por culpa mía»

«Me morí por culpa mía»

Llevo 2 días que solo echo bilis por la boca. Normalmente escribir me desahoga pero este tema me puede y ni poniendo palabras a lo que siento consigo paz.
Cada cosa que leo y me cuentan me cabrea más.  Cuando creía que nada me podía asquear más que los propios  asesinatos de estos días, resulta que no es así.
Me asquean los titulares de la prensa. 
Me asquea cómo se usa el lenguaje.
Me asquean los eufemismos para referirse a crímenes brutales.
Me asquea que se respete más a los «presuntos» que a las víctimas.
Me asquean todos esos impresentables que creen que su derecho a la libertad de expresión les autoriza a hablar de «generalidades», de «denuncias falsas», de «los hombres que también sufren» y de las «mujeres violentas». Me pregunto en qué lugar han perdido ya no la empatía que es evidente que no sienten, entre otras cosas porque no pertenecen a un colectivo permanentemente en peligro por cuestión de género, sino el sentido común. Ese que dicta que en determinados momentos y lugares para ciertos  comentarios «no ha lugar». 

«No ha lugar» cuando estamos enterrando niños y mujeres brutalmente asesinados, cuando no conseguimos quitar de nuestras mentes la imagen de 2 niñas aterradas viendo venir a su padre con una radial para asesinarlas, en este momento me importa una mierda  lo que opinen esos mal nacidos y me sale la vena asesina ver que su narcisismo les impide quedarse callados delante de mi  

Saca lo peor de mi ver que no tienen la poca vergüenza de reservar sus comentarios para sus corrillos machistas o para las sobremesas de sus comidas familiares, donde «sus mujeres»  les darán la razón diciendo que es que «las mujeres hoy en día son unas zorras que amargan la vida a los hombres».
Me asquean los opinólogos que se atreven a decir qué tendrían que haber hecho Laura y Marina para no ser asesinadas. Y si ese comentario viene de «La presidenta de Asociación de Mujeres Progresistas» ya  pongo el grito en el cielo. «Señora Besteiro :
Laura y Marina no tendrían que haber hecho ni dejado de hacer nada para no ser asesinadas, porque en un asesinato sólo hay un responsable y es el asesino.
Da igual lo que haga la víctima, que salga o entre, que pasee sola o acompañada, que vaya con chándal de manga larga o minifalda, que avisara o no a la policía, que por otro lado, en estos casos no suelen acompañar a «hacer mudanzas» como ya han declarado en otras ocasiones, da igual porque  la víctima no es la responsable, a ver si dejamos ya ese discurso rancio que no es sino otra forma de machismo.

A las víctimas las asesinaron machistas asesinos. La culpa es de ellos.
Las asesinaron por un sistema que no es capaz de aislar a los maltratadores
Las asesinaron por un sistema que no  protege a las víctimas
Las asesinaron porque en vez de analizar qué han hecho mal los que están vivos solo hablan de «qué hicieron mal las que están muertas»
Las asesinaron porque una gran parte de la «gente normal» sigue sin reconocer la magnitud del problema que vivimos.

A ver si nos enteramos que no se trata de que nos «cuidemos», de que no salgamos de noche o nos vistamos con burkas adaptados al nivel de tolerancia al cuerpo femenino de los psicópatas machistas que nos rodeen. No somos las mujeres las que nos tenemos que proteger, porque estar vivas es nuestro derecho y no tendríamos que estar defendiéndolo a cada paso que damos.
A no ser que sea verdad que estamos todas en estado de alerta. En tiempos de guerra no hay tregua que valga ni podemos confiar en que se respete el derecho a la vida, por eso se vigila cada paso que se da. En tiempos de guerra al menos se sabe quién es el enemigo y cada bando lucha unido con una meta común.
Las mujeres asesinadas no somos soldados, no hemos elegido ir a ninguna guerra, no hay bando que luche con nosotras. Nos han colocado sin preguntarnos en un campo de batalla donde sólo somos presas fáciles de genocidas.

[Tweet «No se trata de que nos «cuidemos», de que no salgamos de noche o nos vistamos con burkas adaptados al nivel de tolerancia al cuerpo femenino de los psicópatas machistas que nos rodeen. No somos las mujeres las que nos tenemos que proteger, porque estar vivas es nuestro derecho «]

¿Solo yo veo la incongruencia de que nos acusen de no «ir con cuidado» porque vivimos en un campo minado pero luego minimicen el alcance de la violencia machista? ¿En qué quedamos? ¿Hay o no hay alarma social?  Si hay que protegerse será porque estamos amenazadas… ¿no es de justicia entonces ir a por los amenazadores?
Si hay un francotirador en lo alto de una torre la solución no es ir repartiendo chalecos antibalas a los transeúntes, la solución es detener al francotirador y encarcelarlo. (Y ya puestos al que le alquila la torre y le vende el arma)

Hacer a la víctima responsable de cuidarse del maltratador es como insinuar que tenemos que vivir cuidándonos de algún posible francotirador

Hacer a la víctima responsable de cuidarse del maltratador es como insinuar que tenemos que vivir cuidándonos de algún posible francotirador

[Tweet «Si hay un francotirador en lo alto de una torre la solución no es ir repartiendo chalecos antibalas a los transeúntes, la solución es detener al francotirador y encarcelarlo. #HastaElCoñoYa»]

Claro que las mujeres no somos Rodrigo Rato. A los miles de mujeres que viven amenazadas  por hombres que saben perfectamente dónde viven, a qué colegio van sus hijos, dónde hacen la compra o quiénes son sus amigas,  esas nunca se reunirán con ningún  ministro  para interesarse por su protección.
Nos lanzan a una lucha donde solo van armados los violentos. A una lucha que no pedimos, a una invasión ilegal e inmoral porque el botín que quieren no les pertenece. Nos asesinen o no nos roban la vida.

En este punto no voy a tolerar un solo comentario más que no sea para condenar no sólo los asesinatos, sino los acosos, las amenazas, los acosos reales o virtuales, las vejaciones, los desprecios, los insultos, las miradas fuera de lugar, los chistes machistas, las quejas que no han lugar, y la defensa de actitudes machistas, vengan de hombres o de mujeres.

Me gustaría que todo el que se considera mi amigo tuviera el sentir que compartió este hombre en un tweet

 

Como muy bien ha escrito mi amiga Myriam Moya en su post, del cual os copio un fragmento:

«¡HOLA, NOS ESTÁIS MATANDO!»

(…Nos estáis matando, nos están matando hombres como vosotros y estáis de brazos caídos y sois responsables y seguís sin hacer nada.

Es hora de empezar a actuar, es hora de que empecéis a actuar… tenéis las armas, tenéis la fuerza, tenéis el poder económico, tenéis el poder jurídico, tenéis la prensa, los cuerpos de seguridad, las leyes, las calles…

Tenéis la capacidad de la acción o de hacernos desaparecer. (…)

Es hora de dejar de ser tibios en este tema. Para miles de mujeres asesinadas ya es tarde, pero hay millones más  viviendo con el miedo a ver la lucecita roja apuntándoles. La próxima vez que hables con tu hermana, tu mujer, una amiga, tu hija, una compañera de trabajo piensa que podría ser ella la siguiente. Y que tú podrías hacer mucho por evitarlo.

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