¿Alguna vez habéis tenido un día de esos horribles?

¿De esos que no quieres ni que te pregunten cómo estás?

¿Días en los que intentas disimular con pintalabios y tacones  la tristeza?

Yo hoy tenía uno de esos días.
Y el cuerpo me pedía quedarme en casa en pijama y desconectar del mundo. Pero tenía un compromiso, y no me gusta fallar ni en el plano profesional ni en el personal, y  la cita era con personas a las que me unen las 2 cosas.
Hoy se celebraba el I Aniversario de Espacio Vida,  y estaba invitada a participar haciendo un Círculo de Mujeres, así que allí fui.

Justo a la hora de mi participación empezó a llover, con lo que los planes se trastocaron un poco, pero decidí quedarme. A pesar de mi mal día, de las lágrimas al abrazar a algunas personas.

Ya sabéis que hay ciertos mecanismos que nos abren las compuertas emocionales:

  • -un «¿cómo estás?» sincero
  • -una mirada a los ojos de quienes te conocen
  • -un abrazo

Y yo hoy tuve de todo. Y lloré a ratos, como habría llorado en mi casa. Con una gran diferencia: no estaba sola.
Cuando estamos tristes tendemos a aislarnos, y es lo peor que podemos hacer.

 

Recuérdalo siempre, cuantas menos ganas tengas de ver gente,
más necesitas salir y rodearte de quienes te aprecian.

Hoy estuve cantando. A pesar del gris del cielo y de mi corazón, si estás oyendo a Arístides Moreno hablar de la vida, de la suerte que tenemos, de la empatía, de felicidad… si le oyes cantar y cantas con él, cambias.
Recordó él que cuando un grupo de personas se junta a hacer algo vibran en la misma frecuencia y hoy un grupo de personas cantamos juntas a la felicidad y al amor, y sonreímos. Y nos dimos cuenta que como él dice, si cambiamos nosotros, cambia el mundo

Cantar no hace desaparecer la causa de la tristeza, pero puede hacerte cambiar la emoción en el momento. Te saca de tu agujero negro de egocentrismo para mirar con más amplitud y más verdad.

Tenemos muchísimas razones para ser felices y frecuentemente nos dejamos absorber por las cosas negativas. Es cuestión de decidir, como casi todo en la vida.

Es cierto que las emociones negativas no debemos obviarlas. Para sobreponernos a la tristeza, tenemos que completar el ciclo,  aceptarla, darle su lugar, vivirla y dejarla ir. Pero eso es una cosa y otra recrearse en el dolor. Así que ante la tentación de regodearnos en nuestra pena, ya sabéis: cantad.

Para remate del día, Lola Cordero, nos ofreció un rato de baile que viví como un regalo del cielo.
Permitirse mover el cuerpo, disfrutar, mirar a los ojos a otra persona mientras sientes que el ritmo te lleva como quiere… bailar en círculo sintiendo la música, y las palabras…
Esa es una de las mejores terapias que conozco contra la tristeza.
Imaginadnos en una azotea, con bastante frío, amenazando lluvia, pero bailando al ritmo de estas canciones:

Y mientras cantaba:

«Todo aquel que piense que esta solo y que esta mal, 
tiene que saber que no es así, 
que en la vida no hay nadie solo, siempre hay alguien.»

Miraba a mi alrededor y pensaba que es cierto: «a veces me siento sola, pero no estoy sola».
Y si acabas el rato de baile con esta canción, te ves olvidando tu día de mierda, que llevas con tacones desde las 11 de la mañana, que no has dormido nada la noche anterior, que te equivocaste de fecha al sacar unos billetes de avión,  que tu escapada romántica ya no va a ser y que al final del día, cuando se duerman tus hijos estarás sola…
Porque mis hijos ya duermen y yo no estoy sola: Estoy escribiendo para ti.

Voy a reír, voy a bailar 
Vivir mi vida lalalalá 
Voy a reír, voy a gozar 
Vivir mi vida lalalalá 

Voy a reír (eeso!), voy a bailar 
Vivir mi vida lalalalá 
Voy a reír, voy a gozar 
Vivir mi vida lalalalá 

A veces llega la lluvia 
Para limpiar las heridas 
A veces solo una gota 
Puede vencer la sequía 

Y para qué llorar, pa’ qué 
Si duele una pena, se olvida 
Y para qué sufrir, pa’ qué 
Si así es la vida, hay que vivirla 
Lalalé 

Voy a reír, voy a bailar 
Vivir mi vida lalalalá 
Voy a reír, voy a gozar 
Vivir mi vida lalalalá 

Eeeso! 

Voy ha vivir el momento 
Para entender el destino 
Voy a escuchar en silencio 
Para encontrar el camino 

Y para qué llorar, pa’ qué 
Si duele una pena, se olvida 
Y para qué sufrír, pa’ qué 
Si duele una pena, se olvida 
Lalalé 

Voy a reír, voy a bailar 
Vivir mi vida lalalalá 
Voy a reír, voy a gozar 
Vivir mi vida lalalalá 

Mi gente! 
Toooma! 

Voy a reír, voy a bailar 
Pa’ qué llorar, pa’ que sufrir 
Empieza a soñar, a reír 
Voy a reír (ohoo!), voy a bailar 
Siente y baila y goza 
Que la vida es una sola 
Voy a reír, voy a bailar 
Vive, sigue 
Siempre pa’lante 
No mires pa’trás 
Eeeso! 
Mi gente 
La vida es una haha 

Voy a reír, voy a bailar 
Vivir mi vida lalalalá 
Voy a reír, voy a gozar 
Vivir mi vida lalalalá